Té de granada: la infusión antiinflamatoria que reduce la presión arterial, el colesterol y protege a la piel del daño solar

La granada es el fruto del granado (Punica granatum), un árbol originario del Medio Oriente, ampliamente cultivado en regiones cálidas y templadas de todo el mundo.

Es una fruta ampliamente valorada tanto por su sabor como por sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud y aunque estas pueden obtenerse comiendo la fruta fresca, pocas personas saben que también es posible obtenerlas por medio de una infusión.

Es por eso que aquí te contamos cuáles son las enormes propiedades del té de granada, además de cómo prepararlo y la mejor manera de consumirlo para obtener sus beneficios.

El té de granada, preparado con las cáscaras, semillas o jugo de granada, se considera una bebida rica en antioxidantes, vitaminas y minerales. Sus posibles beneficios para la salud están respaldados tanto por la medicina tradicional como por estudios científicos y entre ellos destacan los siguientes:

1. Rico en antioxidantes: La granada contiene polifenoles, como taninos y antocianinas, que ayudan a combatir los radicales libres, retrasando el envejecimiento celular y protegiendo contra enfermedades.
2. Favorece la salud cardiovascular: Ayuda a reducir el colesterol LDL (“malo”) y a mejorar el flujo sanguíneo, promoviendo una mejor salud del corazón. Puede contribuir a disminuir la presión arterial gracias a su contenido de antioxidantes.
3. Propiedades antiinflamatorias: Los compuestos presentes en la granada pueden ayudar a reducir la inflamación, siendo útiles en afecciones como la artritis o enfermedades inflamatorias crónicas.
4. Fortalece el sistema inmunológico: Es una fuente rica en vitamina C, que refuerza las defensas del organismo y puede prevenir resfriados o infecciones.
5. Mejora la salud digestiva: El té de cáscara de granada tiene propiedades astringentes que pueden ayudar a aliviar problemas como diarrea. Además, sus compuestos pueden beneficiar la microbiota intestinal.
6. Potencial anticancerígeno: Estudios preliminares sugieren que los antioxidantes de la granada pueden contribuir a inhibir el crecimiento de ciertas células cancerígenas, aunque se requieren más investigaciones.
7. Apoyo para la piel: Sus antioxidantes protegen la piel frente a los efectos del daño oxidativo producido por la contaminación del ambiente y también por los rayos UV por lo cual su consumo pueden ayudar mantener una apariencia saludable desde adentro.
8. Regulación del azúcar en la sangre: Puede contribuir a regular los niveles de glucosa, beneficiando a personas con riesgo de diabetes, aunque se recomienda su consumo moderado y bajo supervisión médica.

1. Ingredientes:
   1. 1 litro de agua.
   2. Cáscaras o semillas de granada (frescas o secas).
   3. Opcional: miel o limón al gusto.
2. Preparación:
   1. Lava bien las cáscaras o semillas de granada.
   2. Hierve el agua y añade las cáscaras o semillas.
   3. Cocina a fuego bajo durante 10-15 minutos.
   4. Retira del fuego, deja reposar 5 minutos y cuela antes de servir.

Consume el té de granada con moderación, especialmente si padeces alguna condición médica específica, y consulta con un médico si tienes dudas antes de incluirlo en tu dieta regular.