Nuevo estudio vincula el consumo de marihuana con mayor riesgo de infartos y derrames cerebrales

Aunque el consumo de marihuana se ha normalizado en Estados Unidos y en muchos otros países, un nuevo estudio advierte que su uso podría estar vinculado con graves riesgos para la salud cardiovascular, incluso entre personas jóvenes. La investigación, publicada en la revista científica Heart, analizó datos de 24 estudios clínicos y concluyó que el consumo de marihuana se asocia con un aumento considerable en el riesgo de infarto al miocardio, accidentes cerebrovasculares y hasta el doble de probabilidad de muerte por enfermedades del corazón.

La publicación llega en un momento en que casi la mitad de los estados estadounidenses han legalizado la marihuana para fines recreativos, y cuando un porcentaje récord de adultos —15% en 2022, según estadísticas oficiales— reporta haberla consumido recientemente. Así lo afirmó un artículo publicado en el medio The New York Times.

“Aunque muchas personas la perciben como una droga segura, es importante advertir que la marihuana puede elevar la presión arterial, aumentar la frecuencia cardíaca y alterar el ritmo del corazón”, explicó Ersilia DeFilippis, cardióloga del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia. Estos efectos fisiológicos, aunque a veces temporales, podrían detonar eventos cardiovasculares graves, sobre todo en personas con antecedentes clínicos o factores de riesgo subyacentes.

Uno de los hallazgos más preocupantes del análisis es que los efectos negativos no se limitan a adultos mayores. La edad promedio de los pacientes involucrados en los estudios fue de 38 años, lo que derriba el mito de que solo los adultos mayores enfrentan consecuencias serias por consumir cannabis.

El cardiólogo John Ryan, del Hospital de la Universidad de Utah, alertó que ha “visto infartos en personas por lo demás sanas que consumen marihuana con regularidad”, y que muchos jóvenes no reconocen los signos de un ataque cardíaco o derrame cerebral, como dolor en el pecho, entumecimiento o debilidad repentina.

Aunque el análisis no detalló la frecuencia de consumo en cada caso, estudios complementarios muestran una relación directa entre uso frecuente y mayor riesgo cardiovascular. Una investigación realizada en 2024 indicó que el consumo semanal se asocia con un 3% más de riesgo de infarto y 5% más de derrame cerebral, mientras que el uso diario eleva estas cifras a 25% y 42%, respectivamente.

Ziva Cooper, directora del Centro de Cannabis y Cannabinoides de la UCLA, recordó que incluso el uso ocasional puede implicar riesgos: “Un estudio de 2001 sugiere que el riesgo de infarto aumenta dentro de la hora posterior a fumar marihuana”.

Para los especialistas, el modo de consumo también influye. Salomeh Keyhani, profesora de medicina en la Universidad de California en San Francisco, recomienda a sus pacientes usar marihuana con poca frecuencia y preferir productos con bajo contenido de THC.

Además, se sugiere evitar fumarla, pues aunque no hay estudios concluyentes que comparen directamente el impacto cardiovascular de fumar vs. consumir comestibles, la inhalación introduce miles de sustancias químicas al cuerpo, según el biólogo Matthew Springer.

“Lo más prudente es consumir marihuana de dispensarios legales, donde el control sobre la pureza y la potencia del producto es más riguroso que en el mercado informal”, añadió Cooper.

Aunque el debate sobre los efectos del cannabis sigue abierto, la evidencia acumulada exige precaución, especialmente en contextos donde su uso se ha vuelto cotidiano.