Carlos Slim apuesta por el petróleo: invierte más de 2 mil millones de dólares y se alía con Pemex

A través de Grupo Carso, Slim se posiciona como el principal socio privado de la petrolera estatal, en medio de una crisis financiera y operativa en Pemex, señala Bloomberg

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Carlos Slim ha invertido más
Carlos Slim ha invertido más de 2,000 millones de dólares en proyectos energéticos estratégicos en México. REUTERS/Gonzalo Fuentes/Pool

Carlos Slim, el hombre más rico de México, ha consolidado su presencia en el sector energético nacional tras invertir más de 2 mil millones de dólares en proyectos relacionados con petróleo y gas, lo que lo convierte en el principal socio privado de Petróleos Mexicanos (Pemex). Así lo dio a conocer un reportaje especial de Bloomberg, que analiza la estrategia empresarial del magnate de 85 años.

De acuerdo con la publicación, la transformación de Slim en un actor clave del sector energético fue gradual y “casi sutil”. Todo comenzó con la adquisición de una participación en Talos Energy Inc., que más tarde fue transferida a la filial mexicana de la empresa. Luego, en 2023, el empresario concretó un acuerdo por 530 millones de dólares para adquirir dos yacimientos petroleros a otro multimillonario.

Más adelante, Carlos Slim activó un plan de mil 200 millones de dólares para desarrollar un yacimiento de gas en el Golfo de México, consolidando su papel en una industria tradicionalmente dominada por el Estado.

Slim, socio estratégico de Pemex

Las inversiones realizadas por el dueño de Grupo Carso lo han posicionado como uno de los pocos inversionistas privados que mantienen relaciones activas con Pemex, una empresa estatal fuertemente endeudada y con múltiples dificultades operativas.

Es un monopolista puro, ¿y a quién no le gusta un buen monopolio?”, declaró John Padilla, director general de la consultora IPD Latin America. “Juega en una liga distinta porque tiene unos bolsillos profundos a los que puede recurrir”, agregó.

Slim se asocia con Pemex
Slim se asocia con Pemex para rescatar proyectos como Lakach, en el Golfo de México. REUTERS/Raquel Cunha

Actualmente, Slim mantiene una participación minoritaria en el campo marino Zama, considerado estratégico, ya que podría representar hasta el 10% de la producción petrolera del país. Además, está asociado con Pemex para el desarrollo del campo de gas Lakach, en aguas profundas.

Aunque las inversiones de Slim representan un respaldo importante, el panorama de Pemex es complejo. La petrolera acumula una deuda cercana a los 100 mil millones de dólares, y su producción ha caído a su nivel más bajo en cuatro décadas. Con cuatro trimestres consecutivos de pérdidas, la compañía enfrenta un entorno adverso, incluso con nuevos socios estratégicos.

Según Alejandro Schtulmann, presidente de la firma de análisis político EMPRAS, asociarse con Pemex “es una pesadilla para cualquiera en este momento, a menos que haya algún tipo de garantía gubernamental de que todo va a salir bien”.

Slim mantiene comunicación constante con la presidenta Claudia Sheinbaum, sucesora de Andrés Manuel López Obrador. “La presidenta es muy buena, muy trabajadora”, dijo Slim en entrevista con Bloomberg en febrero. “Ya se dio cuenta de que necesita inversión del sector privado”.

Las reformas energéticas del nuevo gobierno buscan atraer capital privado y permitir asociaciones minoritarias con Pemex. Sin embargo, expertos advierten que el marco legal actual sigue siendo restrictivo. “Se necesitan incentivos”, apuntó John Padilla. “Las regulaciones actuales son como una camisa de fuerza innecesaria”.

Slim ha calificado a Sheinbaum
Slim ha calificado a Sheinbaum como una buena presidenta. Gobierno de México

Proyecciones y planes futuros

Slim ha declarado su intención de aumentar la producción en los campos recientemente adquiridos. “Hace falta abrir más pozos y comprar una plataforma adicional”, dijo en febrero. “Esa plataforma la construiríamos nosotros para dentro de unos dos años”.

El magnate estima una producción de 40 mil barriles diarios para el próximo año, con posibilidad de duplicarse, dependiendo de las condiciones del mercado. Sin embargo, reconoció que la ejecución de estos proyectos implicará grandes retos técnicos y altos costos.

“Está (Zama) a 180 metros bajo el nivel del mar y su construcción llevaría muchísimo tiempo y un costo muy grande”, afirmó. “Entonces, estamos estudiando si nos vamos con ese proyecto o unas plataformas semisumergibles”.

Las inversiones de Carlos Slim en el sector petrolero y gasífero mexicano marcan una nueva etapa de participación privada en la industria energética nacional. Aunque enfrenta obstáculos financieros y técnicos, su influencia económica y política lo posiciona como uno de los principales actores en el futuro de Pemex y del sector energético en México.