Sedena adquirirá sistemas antidron y detección de explosivos para proteger a soldados

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) inició un proceso para adquirir sistemas tecnológicos avanzados destinados a mejorar la seguridad del personal militar frente a ataques con explosivos por parte del crimen organizado.

Estos ataques incluyen tanto artefactos ocultos (minas artesanales), dispositivos lanzados mediante drones, tácticas empleadas por organizaciones delictivas.

El proyecto contempla una inversión de mil 672 millones de pesos y estará dirigido a las unidades operativas de la V Región Militar, con sede en La Mojonera, en el municipio de Zapopan, Jalisco.

Esta región militar abarca operaciones en los estados de Jalisco, Colima, Nayarit, Zacatecas y Aguascalientes, entidades que presentan altos índices de actividad delictiva vinculada al crimen organizado.

“El proceso busca incrementar la seguridad del personal militar y mitigar la tasa de mortalidad del personal militar, ante ataques con artefactos explosivos que son arrojados por drones y explosivos ocultos sobre el terreno.

Buscamos que las unidades operativas cuenten con los sistemas tecnológicos acordes al desarrollo de las operaciones que se realizan en los estados que cuentan con alta incidencia delictiva", apuntó un comunicado del proyecto.

De acuerdo con Sedena, la adquisición incluye sistemas completos que emplean drones con capacidades de detección de metales, lo que permitirá identificar posibles explosivos improvisados ocultos en el terreno.

Dichos drones también tendrán funciones de vigilancia, reconocimiento y capacidad para neutralizar otros drones utilizados por grupos criminales para lanzar explosivos o espiar instalaciones militares.

Según Sedena, la información recolectada por los nuevos aparatos será enviada a áreas de cartografía militar, donde se analizará el terreno con precisión. El análisis, reportaron, permitirá a las tropas planificar y ejecutar operaciones con mayores medidas de seguridad, reduciendo riesgos de bajas entre el personal.

Uno de los objetivos principales del proyecto será incrementar la seguridad del personal militar y mitigar la tasa de mortalidad, ante el contexto donde la guerra de drones es más cotidiana. Otro de los objetivos será proteger las bases militares y aumentar la información logística al personal desplegado.

La iniciativa también contempla el fortalecimiento del reconocimiento perimetral y aéreo de al menos 20 unidades operativas y ocho unidades de tipo dependencia, aumentando su capacidad para detectar amenazas antes de que afecten directamente al personal o a las instalaciones.

El documento técnico del proyecto destaca que los recientes operativos del Ejército en esos cinco estados han generado una respuesta violenta por parte del crimen organizado, que busca afectar al personal militar mediante el uso de tecnología improvisada.

Paralelamente, Sedena ya ha puesto en marcha una etapa inicial de operaciones antidron en el estado de Michoacán. Esta fase incluye la utilización de drones militares equipados con sistemas de vigilancia, reconocimiento y bloqueadores de señales.

“Estas acciones forman parte del reforzamiento del Escuadrón 601, una unidad especializada en operaciones con sistemas aéreos no tripulados. La estrategia refleja la adaptación de las fuerzas armadas mexicanas a un escenario de violencia creciente en el que el uso de tecnología, tanto defensiva como ofensiva“, concluyó un informe.