Prepara papilla de arroz, durazno y leche materna para bebés de 6 meses y sin azúcares añadidos

Textura perfecta, preparación rápida y beneficios únicos en cada cucharada. Descubre cómo aprovechar esta combinación para los más pequeños

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Papilla cremosa de arroz con
Papilla cremosa de arroz con durazno servida en un tazón colorido, ideal para la alimentación de niños pequeños.(Imagen Ilustrativa Infobae)

A partir de los seis meses, su organismo comienza a necesitar una mayor cantidad de nutrientes, y esta papilla de arroz con durazno con un poco de leche materna se presenta como una opción ideal, es suave, fácil de digerir, libre de azúcares añadidos y elaborada con ingredientes que aportan beneficios esenciales para la salud infantil.

Su preparación es sencilla y rápida, lo que la convierte en una excelente alternativa para padres y madres que buscan una receta nutritiva y práctica. El arroz, como explica Nutriben International, es uno de los primeros cereales recomendados en la alimentación complementaria por ser libre de gluten y tener propiedades digestivas.

Además de ser una fuente natural de vitamina A, que fortalece el sistema inmunológico y contribuye a la salud visual, su contenido en fibra ayuda a regular el tránsito intestinal. La textura suave del arroz cocido lo hace perfecto para combinar con frutas, facilitando su aceptación por parte del bebé.

El durazno, por su parte, es una fuente natural de potasio y vitamina A, lo que lo convierte en un aliado para la digestión. Según El Poder del Consumidor, esta fruta contribuye al cuidado de los dientes y al mantenimiento de tejidos sanos. Al combinarlo con papilla de arroz y un poco de leche materna, se obtiene una preparación equilibrada, de textura suave, ideal para desayunos o almuerzos del bebé.

El arroz, como primer cereal
El arroz, como primer cereal libre de gluten, facilita la digestión y mejora la alimentación complementaria infantil.

Receta de papilla de arroz con durazno

Según la receta publicada por Larousse Cocina, esta deliciosa papilla rende aproximadamente media taza y se prepara en solo 30 minutos. Sin embargo, antes de introducir alimentos sólidos en la dieta de tu bebé, es fundamental consultar con un pediatra para evitar riesgos o complicaciones.

Ingredientes

  • 1 durazno
  • c/s de agua
  • 2 cucharadas de papilla de arroz
  • c/s de leche materna o de fórmula láctea (opcional)

Procedimiento paso a paso

  • Preparar la fruta: utiliza un cuchillo limpio y bien afilado para partir el durazno en dos, siguiendo la línea natural de la fruta. Una vez abierto, extrae con cuidado el hueso del centro, asegurándote de no dejar restos duros que puedan mezclarse con la pulpa.
  • Cocinar el durazno: vierte suficiente agua para que las mitades queden sumergidas parcialmente y cocina a fuego medio por 10 minutos o hasta que estén blandas. Después apaga la estufa y permite que se enfríen antes de manipularlas, para evitar quemaduras.
  • Pelar y procesa: una vez frías, retira la piel. Después de la cocción, esta debe desprenderse fácilmente con los dedos o con la ayuda de un cuchillo pequeño.
  • Muele en un procesador de alimentos: coloca la pulpa en el vaso de un procesador o licuadora y tritura hasta obtener un puré homogéneo. Para retirar grumos o fibras, cuela la mezcla para lograr una textura completamente suave, ideal para bebés pequeños.
La receta de papilla de
La receta de papilla de arroz con durazno y leche materna se prepara en 30 minutos y es de textura suave.

¿Por qué los bebés deben consumir papillas?

Durante los primeros meses de vida, la leche materna proporciona toda la energía, hidratación y nutrientes que un bebé requiere para su adecuado desarrollo, sin necesidad de agregar agua, infusiones, jugos ni otros alimentos. así lo establece el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

“El momento adecuado para iniciar esta transición es cuando el pequeño necesita más energía y nutrientes de los que puede aportar exclusivamente la lactancia”, indica el sitio oficial de UNICEF. A partir de ese punto, se recomienda ofrecer pequeñas porciones: “Comienza a darle a tu bebé solo dos o tres cucharadas de alimentos blandos, como papillas, puré de frutas o verduras, dos veces al día”, sugiere la institución.

La introducción de sólidos debe hacerse de manera paulatina y supervisada. El portal especializado Nemours KidsHealth subraya la importancia de contar con la aprobación del pediatra antes de iniciar este proceso. En caso de que el bebé rechace la comida o muestre frustración, la sugerencia es esperar unos días y volver a intentarlo más adelante.

“La leche materna y/o la leche de fórmula seguirán colmando las necesidades nutricionales de su pequeño mientras vaya aprendiendo a ingerir sólidos. Pero, a partir de los 6 meses de edad, los bebés necesitan la nutrición añadida (como el contenido en hierro y en zinc) que ofrecen los sólidos”, explica la doctora Mary L. Gavin, autora del artículo publicado en ese medio.

El inicio oportuno de la alimentación complementaria no solo favorece el desarrollo físico del niño, sino que también sienta las bases para establecer hábitos saludables. Por ello, es fundamental seguir las recomendaciones médicas y avanzar al ritmo del bebé, respetando sus señales y necesidades individuales.