¿Los cambios de temperatura enferman? Esto dice la ciencia

¿Te ha dado gripa justo cuando cambia el clima? Es común escuchar que el frío, el viento o un cambio brusco de temperatura “te enferman”, pero ¿qué tan cierto es esto?

Durante generaciones, esta creencia se ha transmitido como verdad absoluta, pero la ciencia nos ofrece una explicación más precisa sobre lo que realmente ocurre en nuestro cuerpo.

De acuerdo a los expertos en salud, los cambios de temperatura por sí solos no causan enfermedades, ya que los verdaderos responsables son los virus y las bacterias que ingresan al organismo.

Sin embargo, los climas extremos pueden hacer más vulnerable al sistema inmunológico, lo que facilita que estos agentes infecciosos nos afecten.

El doctor Sebastián Solar, infectólogo de la Clínica Alemana, explicó que las defensas del sistema respiratorio pueden verse comprometidas ante cambios bruscos de temperatura, especialmente si pasamos de un ambiente cálido a uno frío sin la protección adecuada.

“Las defensas de la vía respiratoria se ven vulneradas, pierden su capacidad de barrer las partículas de virus respiratorios o de polución en el ambiente, y eso hace que sea más fácil que invadan el tracto respiratorio y causen infecciones virales”, detalló el especialista.

Además, en épocas de frío es más común que las personas permanezcan en espacios cerrados y poco ventilados, lo que aumenta la probabilidad de contagio por la cercanía entre individuos.

Más allá de las infecciones, los cambios bruscos de temperatura también pueden causar estrés térmico, afectando funciones como la circulación sanguínea. Esto puede provocar síntomas como:

• Dolor de cabeza
• Fatiga
• Malestar general
• Dolores articulares

Estos efectos son más notorios en personas con sistemas inmunológicos debilitados o con enfermedades crónicas, como artritis o problemas respiratorios.

Aunque el clima no te enferma directamente, sí puede facilitar que lo hagan los virus. Por ello, los especialistas recomiendan:

• Abrigarte correctamente al salir en días fríos.
• Evitar cambios bruscos de temperatura, como salir al frío después de ducharte con agua caliente.
• Mantenerte hidratado incluso si no sientes sed.
• Consumir alimentos ricos en vitaminas, especialmente vitamina C, D, A y zinc, para fortalecer tus defensas.
• Ventilar los espacios cerrados para evitar la acumulación de virus en el ambiente.

En la mayoría de los casos, una alimentación balanceada basta para mantener un sistema inmunológico fuerte. Sin embargo, si se detecta alguna deficiencia, un médico puede recomendar suplementos como vitamina C, D o zinc.

Antes de tomar cualquier suplemento, consulta con un profesional de la salud para una evaluación completa de tu estado.

Los cambios de temperatura no te enferman directamente, pero sí pueden debilitar tus defensas y facilitar la entrada de virus al cuerpo. Lo que realmente te enferma es el contagio por microorganismos, no el clima.

Prevenir enfermedades en épocas de transición climática implica cuidar tu sistema inmune, ventilar los espacios cerrados y tomar medidas preventivas adecuadas.