La otra cara del CJNG: el simbolismo detrás de los nombres de la familia de “El Mencho”

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), comandado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, se ha consolidado como una de las estructuras delictivas más temidas del continente. Su influencia no sólo se refleja en la violencia desatada en múltiples regiones, sino también en su capacidad de penetración social y política, desafiando a autoridades nacionales y disputando plazas estratégicas con rivales como el Cártel de Sinaloa.

Dentro de esta maquinaria criminal, destacan figuras ligadas consanguíneamente al máximo líder. Entre ellos sobresalen Abraham Oseguera, supuesto sucesor inmediato; así como aliados cercanos con apodos que ya circulan en expedientes judiciales y reportes de inteligencia como “El Tanque”, “El 5” y “Tony Montana”, operadores que fungen como pilares en la expansión territorial y logística de la organización.

Pero más allá del poder que encarnan, los nombres de estos personajes encierran significados particulares que, para algunas comunidades rurales, evocan algo más que miedo. En zonas donde el estado mexicano está ausente, estas identidades se asocian con actos de asistencia, construcción de infraestructura básica y distribución de recursos. Así, la figura del criminal se convierte en símbolo, y su nombre, en eco de una narrativa paralela de protección y silencio.

Aunque el clan familiar de “El Mencho” no utiliza nombres con significados asociados directamente a la organización criminal, cada uno posee una raíz histórica y cultural con peso propio.

Entre los miembros destacados de la organización se encuentran familiares directos y personas del círculo cercano como Abraham Oseguera Cervantes, Iván Cazarín Molina, César Macías Ureña y Antonio Oseguera Cervantes.

Son nombres comunes en México, pero cuya etimología permite entender parte de la tradición y simbolismo que cargan. A continuación, el significado de algunos de ellos según el Diccionario Etimológico Castellano en Línea (DECEL), de Chile:

• Nemesio : de procedencia griega, proviene del término némesis, relacionado con la diosa de la justicia retributiva en la mitología helénica. El significado gira en torno a la “justicia” o la “venganza”. Según versiones recogidas por medios mexicanos, Nemesio Oseguera Cervantes habría adoptado este nombre por su padrino, ya que su nombre original habría sido Rubén.
• Rubén: con raíces en el hebreo bíblico, este nombre se interpreta como “mirad, un hijo” o “he aquí un hijo”. En el Antiguo Testamento, Rubén fue el primogénito de Jacob y Lea. De acuerdo con la ficha del Programa de Recompensas por Narcóticos, de Estados Unidos, este habría sido el nombre de nacimiento de “El Mencho” antes de modificarlo oficialmente por el de Nemesio.
• Abraham: también de origen hebreo, es uno de los nombres más emblemáticos en la tradición judeocristiana. Significa “padre” o “papa” de una multitud. Se asocia con la figura patriarcal de Abraham, considerado el fundador espiritual de tres religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e islam.
• Antonio: de etimología latina, proveniente de “Antonius”, con significado de “Flor que se abre”. En la tradición cristiana se relaciona con San Antonio de Padua, figura popular de devoción en América Latina.
• Iván: es una variante eslava del nombre hebreo Yohanan, que significa “Dios es misericordioso”.
• César: fue originalmente un cognomen romano que acabó convirtiéndose en título imperial tras Julio César. Su significado ha sido interpretado como “cabellera abundante”, aunque otras teorías lo vinculan con “nacido por cesárea”. Evoca autoridad, liderazgo y dominio, elementos que no pasan desapercibidos en contextos de pode

Dentro del Cártel Jalisco Nueva Generación, los alias no son simples sobrenombres, sino códigos con significados estratégicos. Su uso responde a múltiples propósitos: encubrir la identidad real de los integrantes, impedir que las autoridades o grupos rivales los identifiquen y facilitar la comunicación interna en un entorno donde la clandestinidad es vital.

Los sobrenombres suelen estar ligados a características personales o roles específicos. Pueden aludir a rasgos físicos, temperamento, lugar de origen o funciones asignadas. Un ejemplo claro es el de Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como “El Mencho”, apodo que proviene de su primer nombre.

También existen diminutivos como “El Menchito”, que hace referencia a su hijo y refleja jerarquías familiares y operativas dentro del grupo. Asimismo, se utilizan numeraciones como “El 85” o “El 53”, que representan a líderes o miembros fundadores con peso estratégico.

Algunos alias tienen un componente simbólico o de intimidación. Nombres como “El Tanque”, “El 5” o “Tony Montana” refuerzan una imagen violenta, poderosa o vinculada a referentes del crimen organizado o la cinematografía.

Según el investigador Pedro de la Cruz, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estos nombres no son casuales. En declaraciones a la agencia Reuters señaló: “Los apodos buscan establecer un sistema de pertenencia y prestigio (...) Ni tu jefe narco ni nadie te va a recordar si no aceptas apodos (...) funcionas ahí dentro si tienes un apodo”.

Históricamente, el CJNG también ha utilizado alias colectivos. En su surgimiento, adoptaron el nombre de “Los Matazetas”, con el que se identificaban como grupo contrario a Los Zetas. Este apodo inicial no solo marcó una posición frente a sus enemigos, sino que reflejaba su narrativa de “limpieza” del crimen en ciertas regiones, usada como propaganda para ganar aceptación local.