El emoji de La Perris: ¿Por qué al operador de Los Chapitos lo representaban con la bandera de Francia?

En el paisaje digital del crimen organizado en México, las armas ya no solo se empuñan: también se postean, se editan, se encriptan en íconos. Una pizza, un sombrero, una bola de billar o una bandera extranjera pueden tener más carga simbólica que una sigla o un nombre completo.

En plataformas como TikTok, X e Instagram, las facciones del Cártel de Sinaloa, pero también otros grupos del narcotráfico, han aprendido a moverse como si fueran marcas, con códigos visuales que les permiten evadir la censura en redes sociales y, a su vez, reforzar lealtades internas.

Uno de los casos más llamativos es el caso de Jorge Humberto Figueroa Benítez, conocido como “La Perris” o “El 27”, exjefe de seguridad de Los Chapitos recientemente abatido en Navolato, Sinaloa.

Su presencia no solo se documentaba en operativos y acusaciones judiciales: también flotaba en forma de emojis, de referencias cifradas, de homenajes encubiertos. Entre ellos, un símbolo sobresalía por su aparente absurdo: la bandera de Francia.

¿Por qué un jefe de sicarios en Sinaloa era representado con el emblema tricolor de un país europeo?

Durante los últimos años, el uso de emojis por parte de células criminales en plataformas como X, TikTok o Instagram se volvió una estrategia de propaganda y evasión.

Frente al riesgo de que los algoritmos detectaran palabras como “cártel”, “Chapitos” o nombres propios, los operadores digitales adoptaron íconos aparentemente inocuos para codificar identidades: una pizza representa a La Chapiza; un sombrero, a La Mayiza; una fresa o un pez, a La Familia Michoacana.

En ese ecosistema, la bandera francesa comenzó a repetirse en publicaciones vinculadas a El Perris y su grupo, La Perrisa. Según el compendio criminal Narco Chronicles, este símbolo nació como un juego fonético entre el apodo “Perris” y la palabra “París” en inglés. A partir de ahí, el emoji se convirtió en un código no oficial pero ampliamente comprendido entre simpatizantes del grupo.

Videos de TikTok y cuentas varias difundieron su supuesta imagen siempre acompañada del emoji de la bandera francesa y la pizza (por La Chapiza).

El número 27 también se usaba como referencia clave dentro del círculo de Los Chapitos. Algunas publicaciones lo mostraban con frases como “La Perrisa 27”, una mezcla entre el nombre del grupo bajo su mando y su clave interna.

Jorge Humberto Figueroa Benítez fue uno de los operadores más violentos, temidos y cercanos a la cúpula de Los Chapitos.

Nacido el 2 de septiembre de 1989 en Culiacán, Sinaloa, La Perris inició su carrera delictiva con la facción de Los Dámaso, pero tras la caída de El Licenciado y la entrega de Mini Lic a EEUU, se pasó con Los Chapitos, integrándose al brazo armado conocido como Los Ninis.

Se convirtió en el jefe de seguridad personal de El Nini y luego en coordinador de protección y logística armada de Iván Guzmán, al grado de ser considerado uno de los hombres con más información operativa dentro de la organización.

Participó activamente en el Culiacanazo del 2019. También se le atribuye su presencia en la guerra entre Los Chapitos y Los Rusos en Tepuche (2020), donde presuntamente participó en la ejecución de sicarios del grupo rival.

En abril de 2023 fue incluido en una acusación formal en Estados Unidos junto a Iván, Ovidio y Alfredo Guzmán. En ese documento se le señala como responsable de actos de tortura, incluyendo experimentos con fentanilo inyectado en víctimas secuestradas. En septiembre de 2023, el Departamento de Estado de EEUU lo sancionó, y desde entonces, la DEA ofrecía una recompensa de un millón de dólares por información que llevara a su captura.

En 2024, tras la captura de El Nini, La Perris asumió un mayor control de las operaciones de seguridad de Los Chapitos. Sin embargo, en el último trimestre de ese año fue desplazado por el avance de fuerzas federales, lo que lo llevó a buscar un cambio de bando.

Como parte de esa negociación, traicionó a Iván Archivaldo Guzmán, filtrando a las autoridades la ubicación de al menos cuatro de sus operadores más cercanos. Estas acciones debilitaron gravemente el entorno de Iván y acentuaron la ruptura interna de Los Chapitos.

El 23 de mayo de 2025, La Perris fue abatido por Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano durante un operativo en la colonia Ciudades Hermanas, en Navolato, Sinaloa. Se encontraba en una vivienda de un piso, color rojo, con doble salida para facilitar la huida. Durante el ingreso, hubo detonaciones de arma de fuego, pero el Ejército actuó “en legítima defensa”, según confirmó Omar García Harfuch.