Prepara una copa de avena trasnochada con sabor a pastel de zanahoria con menos de una taza de hojuelas

Los ingredientes de esta preparación benefician el sistema digestivo, la salud cardiovascular, la vista y ayudan a comenzar el día con energía

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Una sola porción de zanahoria
Una sola porción de zanahoria puede cubrir hasta el 100 % de la ingesta diaria recomendada de vitamina A. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La avena trasnochada es una forma práctica y saludable de consumir dicho ingrediente sin necesidad de cocinarlo, pues únicamente deberás dejar en remojo las hojuelas durante la noche en un líquido como leche, bebida vegetal o yogur para poder disfrutarla. Durante ese tiempo de reposo, la avena absorbe el líquido y adquiere una textura suave y cremosa que te ahorrará tiempo en las mañanas con una comida nutritiva, rica en fibra, saciante y beneficiosa para la salud cardiovascular.

Entre las ventajas de la avena trasnochada está su versatilidad, ya que puede personalizarse con frutas frescas o deshidratadas, semillas, frutos secos, especias, e incluso mantequillas vegetales. La proporción recomendada es de una parte de avena por una o una y media partes de líquido, y aunque puede estar lista en unas cuatro horas, lo ideal es dejarla reposar toda la noche en el refrigerador, por lo que es perfecta para quienes buscan una opción rápida, equilibrada y fácil de adaptar a sus gustos o necesidades alimentarias sin invertir mucho tiempo en una preparación extenuante.

Una deliciosa forma de disfrutar la avena trasnochada es con esta versión inspirada en el clásico pastel de zanahoria que, además de ser deliciosa, aporta los beneficios de dicha hortaliza, rica en betacarotenos, fibra y antioxidantes que favorecen la salud visual, digestiva y del sistema inmunológico.

Receta de avena trasnochada con sabor a pastel de zanahoria

Esta preparación es una excelente
Esta preparación es una excelente opción para quienes buscan un desayuno saludable, saciante y fácil de transportar.

Esta receta, compartida por la dietista Karen Salas en su cuenta de Instagram @healthysalash, se prepara en menos de cinco minutos y es perfecta para llevar a la escuela o al trabajo para comenzar el día con energía.

Ingredientes:

  • ⅔ de taza de hojuelas de avena
  • ½ zanahoria rallada
  • 1 cucharada de crema de almendra
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • ⅔ taza de yogurt griego sin azúcar
  • ½ taza de leche de tu preferencia
  • Nuez troceada (opcional)

Preparación:

  1. En un recipiente hermético o frasco de vidrio, coloca la avena, la zanahoria rallada, la crema de almendra, la canela, el extracto de vainilla, el yogur griego y la leche.
  2. Revuelve bien hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados y la mezcla tenga una textura homogénea.
  3. Tapa el recipiente y refrigera durante al menos seis horas o preferiblemente toda la noche.
  4. A la mañana siguiente, sirve la mezcla fría directamente del refrigerador.
  5. Si lo deseas, puedes decorarla con una cucharada extra de yogur griego, un poco más de zanahoria rallada y nuez troceada para darle textura y presentación.

Beneficios de consumir este platillo

Por ser baja en calorías
Por ser baja en calorías y rica en agua, la zanahoria es ideal para incluir en dietas de control de peso.

Gracias a la combinación de ingredientes como la avena, la zanahoria, el yogur griego y la crema de almendra, este platillo ofrece una variedad de beneficios para la salud que lo convierten en una gran elección para personas de todas las edades.

De acuerdo con El Poder del Consumidor, la zanahoria es rica en compuestos como vitamina A, vitamina E, vitamina K, folatos, ácido ascórbico, potasio, fósforo, calcio y magnesio, los cuales apoyan funciones clave como el fortalecimiento del sistema inmunológico, la salud visual y el desarrollo de huesos durante el crecimiento.

Además, su alto contenido de carotenoides satisface las necesidades de vitamina A, esencial para la vista, mientras que su fibra promueve una buena digestión, previene el estreñimiento y ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Así mismo, se considera que su aporte de antioxidantes naturales ayuda en la prevención del cáncer, la protección de la piel, el cabello y las uñas, y con una mejor calidad de leche materna durante la lactancia.

Por su parte, el consumo regular de la avena, según Beatriz Castro Pérez, licenciada en Farmacia y especialista en Dietética y Nutrición, contribuye a la disminución del colesterol y la glucosa en sangre además de ofrecer una fuente de energía sostenida gracias a sus hidratos de carbono complejos. Por otro lado, es rica en fitoquímicos, fibra soluble e insoluble, vitaminas del complejo B, vitamina E, hierro, selenio, manganeso y cobre.

Dicha combinación favorece la digestión, mejora el tránsito intestinal, aumenta la saciedad y reduce el riesgo de enfermedades como cáncer de colon o mama. De igual forma, la avena también contiene proteínas de alto valor biológico, con al menos ocho aminoácidos esenciales, lo cual beneficia la regeneración de tejidos y el funcionamiento del sistema nervioso, mientras que su contenido de omega 6 ayuda a reducir el colesterol LDL (colesterol “malo”) y su aporte de yodo previene el hipotiroidismo.