Claudia Sheinbaum, aislada en Palacio Nacional: plantón de la CNTE exhibe su vulnerabilidad, según Riva Palacio

En su columna “La presidenta secuestrada”, Riva Palacio relata cómo la CNTE sometió a Sheinbaum en una inédita acción de fuerza: la presidenta quedó atrapada en su sede de gobierno sin control de la situación, asegura el periodista

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ARCHIVO - La presidenta mexicana,
ARCHIVO - La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, asiste a su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional en la Ciudad de México, el 2 de abril de 2025. (AP Foto/Marco Ugarte, archivo)

La mañana del miércoles 21 de mayo marcó un antes y un después en el arranque del gobierno de Claudia Sheinbaum. Por primera vez en la historia reciente del país, una presidenta de la República fue sitiada en Palacio Nacional, sin que ninguna autoridad federal o local lo impidiera. La responsable: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), un grupo disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que durante años ha presionado a los gobiernos con bloqueos, plantones y movilizaciones a cambio de plazas y recursos.

El periodista Raymundo Riva Palacio, en su columna Estrictamente Personal publicada este jueves bajo el título “La presidenta secuestrada”, detalla el operativo que la CNTE desplegó desde las 3 de la mañana para bloquear todos los accesos al recinto presidencial. “Lo que nunca había sucedido, hasta ayer, es que se atrevieran a prácticamente secuestrar a la presidenta de la República y mantenerla sitiada en Palacio Nacional”, escribió el columnista.

Cuando comenzaron a llegar los medios para la conferencia matutina, alrededor de las 5:30 a.m., no pudieron ingresar. Solo un puñado de secretarios de Estado logró entrar por una puerta lateral en la calle de Corregidora, sin vigilancia ni resguardo oficial. “Los maestros rompieron las vallas de desfile, frágiles porque los suponían aliados del régimen”, apunta Riva Palacio. No se utilizaron las barricadas de metal que suelen desplegarse ante marchas feministas, ni intervino la policía.

Los docentes encendieron fogatas junto a los muros del Palacio Nacional. No escalaron la destrucción porque no quisieron, señala el periodista. La falta de acción institucional evidenció una imagen de debilidad presidencial, que fue amplificada cuando Sheinbaum decidió no desalojar el Zócalo y en cambio realizar su conferencia a puerta cerrada, sin periodistas, hablándole a sillas vacías.

MÉXICO, D.F., 05NOVIEMBRE2010.- David Aponte,
MÉXICO, D.F., 05NOVIEMBRE2010.- David Aponte, periodista, presentó su libro "Infiltrados", el cual habla sobre sobre la corrupción que provoca el narcotráfico en México. Esto se realizó en un conocido restaurante de la colonia Condesa. FOTO: MISAEL VALTIERRA/CUARTOSCURO.COM

La CNTE lanzó su ofensiva con demandas imposibles de cumplir: la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y un incremento salarial del 100%. El ofrecimiento oficial fue de un aumento del 9% retroactivo a enero y 1% a partir de septiembre. Mario Delgado, secretario de Educación, no logró frenar las movilizaciones pese a haber respondido a las demandas con un documento de 13 páginas. Tampoco lo hizo Martí Batres, director del ISSSTE. Ambos fueron apartados del diálogo, y la interlocución fue entregada a Leticia Ramírez, coordinadora de Asuntos Intergubernamentales y exsecretaria de Educación, quien tampoco tuvo éxito.

Lo que Sheinbaum no calculó fue el músculo político de la CNTE ni su respaldo interno. Como apunta Riva Palacio, su principal apoyo está en Palenque, desde donde el presidente emérito Andrés Manuel López Obrador aún mueve los hilos de esa disidencia a través de operadores políticos y gobernadores aliados. El nivel de organización fue inédito: más de 10 mil tiendas de campaña con un costo estimado de 30 millones de pesos, además de la logística diaria en transporte y alimentación.

La CNTE activó su estrategia habitual: toma del Zócalo, bloqueo al AICM, obstrucción de casetas y embajadas, y ahora, como novedad, el cerco físico a la presidenta en Palacio Nacional.

“El resultado, hasta ahora, es que van ganando”, concluye el periodista. Esta movilización no sólo es una exigencia laboral más, sino un mensaje claro desde el ala radical de Morena a una presidenta que, aunque emana del mismo movimiento, comienza a experimentar la soledad del poder.

Sheinbaum enfrenta así su primera gran prueba de gobernabilidad, atrapada entre el legado político de su antecesor y la presión de un sector que conoce bien las reglas del chantaje, la visibilidad y la impunidad. La gran incógnita es si logrará contener a la disidencia sin ceder más de lo necesario, o si la CNTE terminará doblando a la presidenta, como ya lo hizo con otros mandatarios en el pasado.