Primeros auxilios: cómo actuar de manera inmediata ante una insolación

Este padecimiento, muchas veces derivado de la sobreexposición a altas temperaturas, es una urgencia médica, por lo que es indispensable tomar decisiones rápidamente

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El primer paso ante cualquier
El primer paso ante cualquier emergencia es asegurar que la escena no implique un riesgo. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

La insolación, también conocida como golpe de calor, es una condición médica grave que puede poner en riesgo la vida si no se actúa con rapidez.

Esta situación ocurre cuando el cuerpo pierde la capacidad de regular su temperatura, alcanzando niveles peligrosos que superan los 40 °C (104 °F).

¿Cuáles son los síntomas?

Reconocer los síntomas y aplicar medidas inmediatas puede marcar la diferencia entre la recuperación y consecuencias fatales.

De acuerdo con la información proporcionada por instituciones como la Cruz Roja, los síntomas más comunes de una insolación incluyen:

  • Piel caliente, seca y enrojecida
  • Ausencia de sudor
  • Dolor de cabeza intenso
  • Confusión
  • Desorientación
  • Mareos
  • Desmayos
  • Pulso rápido (taquicardia) y fuerte
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Pérdida del conocimiento
  • Convulsiones en casos severos

Ante la presencia de estos signos, es fundamental actuar de manera inmediata para garantizar la seguridad de la persona afectada.

La primera atención es fundamental
La primera atención es fundamental para garantizar el bienestar de la persona afectada. Foto: (iStock)

¿Cómo aplicar los primeros auxilios ante un golpe de calor?

El primer paso consiste en evaluar el entorno para asegurarse de que no represente un peligro adicional, como exposición directa al sol o riesgos eléctricos. Si es posible, se debe trasladar a la persona a un lugar fresco y sombreado.

Una vez asegurada la zona, se recomienda activar el sistema de emergencias médicas llamando al número correspondiente en el país, como el 911. Al comunicarse con los servicios de emergencia, es importante proporcionar información precisa, incluyendo la ubicación exacta, el estado de la persona y un número de contacto.

Mientras se espera la llegada de los servicios médicos, la prioridad es enfriar el cuerpo de la persona afectada. Esto puede lograrse retirando el exceso de ropa, aplicando paños húmedos y fríos en áreas clave como axilas, cuello, ingles y frente, o rociando el cuerpo con agua fría.

También se pueden usar ventiladores o bolsas de hielo envueltas en tela para acelerar el proceso de enfriamiento. No se debe utilizar alcohol para este propósito, ya que puede ser contraproducente.

Si la persona está consciente, se le pueden ofrecer pequeños sorbos de agua fría, evitando bebidas con cafeína o alcohol. Sin embargo, si presenta confusión o náuseas, no se debe forzar a beber líquidos.

En caso de que la persona esté inconsciente, se recomienda colocarla en posición lateral de seguridad, siempre y cuando respire, y monitorear constantemente sus signos vitales, como la respiración y el pulso.

Si deja de respirar, es crucial iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), siempre que se cuente con el entrenamiento adecuado.

Es indispensable evitar la exposición
Es indispensable evitar la exposición prolongada a altas temperaturas, en especial bajo el sol. Foto: (iStock)

Monitoreo de signos vitales durante la atención

Durante la espera, es esencial vigilar los signos vitales de la persona afectada. Esto incluye registrar la frecuencia respiratoria, que en adultos debe oscilar entre 12 y 20 respiraciones por minuto, y el pulso, que normalmente se encuentra entre 60 y 100 latidos por minuto.

También se debe evaluar el nivel de conciencia, observando si la persona está alerta, responde al llamado, al dolor o si permanece inconsciente. Cualquier cambio en su estado, ya sea una mejoría o un empeoramiento, debe ser anotado y comunicado a los servicios médicos al llegar.

Una vez que la persona se recupere, es fundamental evitar que vuelva a exponerse al calor durante al menos 24 a 48 horas. Además, se recomienda buscar atención médica para una evaluación completa, ya que la insolación puede tener efectos secundarios que requieren seguimiento.

Es importante destacar que la insolación no debe confundirse con el agotamiento por calor, una condición menos grave.

En cualquier caso, no se debe esperar a que los síntomas empeoren antes de buscar ayuda médica. La rapidez en la respuesta y la aplicación adecuada de los primeros auxilios son esenciales para prevenir complicaciones graves y salvar vidas.