Cinco claves para garantizar la seguridad de los motociclistas en México reveladas por un estudio

A pesar de los avances en materia de seguridad vial, los accidentes de motociclistas han aumentado en los últimos años

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Los motociclistas enfrentan riesgos particulares
Los motociclistas enfrentan riesgos particulares al circular entre calles, desde falta de visibilidad hasta maniobras imprevistas en el tránsito urbano. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Conducir motocicletas puede llegar a ser atractivo para muchas personas por la sensación de libertad y adrenalina que ofrecen. Este medio de transporte permite experimentar una conexión directa con el entorno, gracias a la ausencia de barreras físicas como ventanas o carrocerías.

Además, la practicidad y agilidad de las motocicletas pueden llegar a representar un atractivo adicional, especialmente en zonas urbanas con tráfico denso, ya que debido a su tamaño compacto, las motos pueden maniobrar con facilidad entre los vehículos, reduciendo significativamente los tiempos de traslado.

Sin embargo, algunas personas consideran el uso de motocicletas como una actividad peligrosa, de acuerdo con información del Tribunal Superior de Justicia de CDMX, en 2024 fallecieron 134 motociclistas en Ciudad de México, un aumento del 168% respecto al mismo periodo de 2019, cuando la proporción de motociclistas fallecidos era menor.

Las claves para mejorar la seguridad de los motociclistas

El diseño de las calles
El diseño de las calles puede ayudar a reducir los accidentes vehículares.

El estudio “Seguridad motociclista e infraestructura vial urbana” publicado por la World Resources Institute (WRI) realizó un análisis exhaustivo de información estadística de seis ciudades (Bogotá, Cali, Buenos Aires, Accra, Bangkok y Nairobi) para determinar las condiciones necesarias para desarrollar entornos seguros para los motociclistas en zonas urbanas, revelando los siguientes factores:

Gestión en los límites de velocidad: más de un tercio de los accidentes mortales en las ciudades estudiadas encuentran su origen en un denominador común: el exceso de velocidad. Este comportamiento, identificado como el mayor factor de riesgo para la seguridad de quienes conducen motocicletas, plantea un desafío que trasciende los simples límites establecidos en las vías.

Para ello, ajustar los límites de velocidad en función del uso y las características específicas de cada carretera podría ser un primer paso. Sin embargo, una regulación efectiva demanda más que señales de tráfico: exige un esfuerzo gubernamental constante para garantizar su cumplimiento. Operativos regulares y tecnologías como los radares son herramientas esenciales dentro de este esquema.

Planeación integral del uso de suelo: el estudio propone tomar en cuenta los usos de suelo para determinar intervenciones de seguridad vial, poniendo especial atención y recursos en el diseño de pacificación de tránsito en zonas de alta densidad, ya sea como medidas correctivas o incluyendo esta perspectiva en planes de desarrollo urbano, movilidad y seguridad vial para desarrollar zonas seguras desde un inicio.

Atención en los puntos de riesgo de las intersecciones: las intersecciones viales se han identificado como los puntos de mayor riesgo para quienes transitan por las vías, especialmente para los motociclistas. Según el estudio, entre el 50 % y el 70 % de los accidentes que involucran motocicletas tienen lugar en estas áreas.

En México, el diseño y las dimensiones de las intersecciones están regulados por la NOM 004-SEDATU-2023, una normativa que establece los parámetros técnicos para garantizar la seguridad vial. Además, la instalación de señalización horizontal y vertical, así como de dispositivos de tránsito, se encuentra normada por la NOM-034-SCT2-SEDATU-2022.

El estudio de WRI también destaca que, aunque un mayor número de intersecciones y cuadras más cortas puede contribuir a moderar la velocidad del tráfico, esto incrementa las probabilidades de colisión. Por ello, el diseño de las intersecciones debe equilibrar la necesidad de reducir la velocidad con la de evitar configuraciones complejas que dificulten su interpretación por parte de los conductores y peatones.

Motociclista en ciudad
Motociclista en ciudad

Criterios de seguridad en vías rápidas: las vías de acceso controlado, caracterizadas por carriles anchos y separados por medianas, concentran un alto porcentaje de los accidentes de tránsito más graves en México. Según el informe trimestral de hechos de tránsito de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, estas vías representaron el 55% de los siniestros mortales registrados en 2024.

Para reducir la incidencia de accidentes en estas vías, se proponen diversas medidas de mejora en la infraestructura. Entre ellas, destaca la reducción del ancho de los carriles, lo que podría desalentar las maniobras arriesgadas. Asimismo, se recomienda un diseño más cuidadoso y una señalización clara en las zonas de incorporación, así como la delimitación de áreas donde esté prohibido adelantar, especialmente en tramos con visibilidad reducida.

Diseño incluyente: La reducción de anchos de vía, que incentiven la conducción a menores velocidades, la creación de pasos a nivel seguros (recordar que los puentes peatonales no son infraestructura que salve vidas a escala humana), las extensiones de banquetas en las intersecciones (coloquialmente conocidas como “orejas” en México), la remoción de obstáculos visuales, la instalación de dispositivos para la reducción de velocidad, la mejora de la señalización vial, y contar con fases semafóricas adecuadas, que garanticen el flujo seguro de todos los usuarios de la vía, son parte del menú de intervenciones que pueden hacer de nuestras calles espacios de convivencia segura.