¿Quién es Griselda López? La matriarca de los Guzmán López que habría salido de México en un operativo silencioso

La madre de Ovidio y Joaquín Guzmán López habría cruzado la frontera hacia EEUU junto a 16 familiares del clan

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Griselda López Pérez cruzó a
Griselda López Pérez cruzó a EEUU con 16 familiares cercanos bajo resguardo federal, en un movimiento que coincide con la inminente colaboración de su hijo Ovidio Guzmán con la justicia. (Anayeli Tapia/Infobae)

El viernes pasado, Griselda López Pérez, madre de Ovidio Guzmán López y expareja de Joaquín “El Chapo” Guzmán, habría cruzado la frontera entre México y Estados Unidos a pie, a través del puente internacional de San Ysidro, en Tijuana, acompañada de otros 16 familiares directos. Todos presuntamente fueron recibidos por agentes del FBI.

La operación fue revelada por el periodista Luis Chaparro, quien explicó que los Guzmán López llegaron en avión desde Culiacán, Sinaloa, hasta la ciudad fronteriza, y desde ahí habrían sido trasladados en vehículos hasta el punto de cruce.

Se trató de una maniobra de alto riesgo, vigilada por fuerzas de seguridad estadounidenses, que incluyó la presencia de un francotirador apostado en un edificio contiguo al puente, ante el riesgo de atentado, según contó en entrevista con Radio Fórmula.

Entre los integrantes del grupo familiar estaban la propia Griselda López, su hija Griselda Guadalupe Guzmán López, un nieto llamado Archivaldo, así como un yerno, primos y sobrinos.

Según los reportes de Chaparro, cargaban equipaje de marcas de lujo como Louis Vuitton, Dior y Chanel, además de más de 70.000 dólares en efectivo. Todo indica que se trata de un traslado definitivo, y no temporal.

Chaparro reveló la información y
Chaparro reveló la información y fotografías a través de su noticiario (X/@Piedenota)

La maniobra coincide con la inminente cooperación judicial de Ovidio Guzmán con autoridades estadounidenses, quienes prevén que el hijo del capo sinaloense se declare culpable el próximo 6 de junio, como parte de un acuerdo que podría incluir la reubicación y protección de su familia bajo nuevas identidades.

De esposa del capo a matriarca

Griselda López Pérez nació el 19 de agosto de 1959 y es conocida también bajo el alias de Karla Pérez Rojo. Fue la segunda esposa de Joaquín Guzmán Loera, con quien tuvo cuatro hijos: Joaquín, Édgar, Ovidio y Griselda Guadalupe. Su relación con el capo inició hacia finales de los años 80, durante la consolidación del Cártel de Sinaloa como una de las organizaciones criminales más poderosas del continente.

A diferencia de Alejandrina Salazar Hernández, la primera esposa del Chapo y madre de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Griselda y sus hijos fueron considerados durante años como la “familia cercana” del capo, especialmente después de su primera fuga del penal de Puente Grande en 2001.

Griselda López tuvo cuatro hijos
Griselda López tuvo cuatro hijos con El Chapo. (Anayeli Tapia/Infobae)

Según testimonios recabados por la periodista Anabel Hernández plasmados en su obra La Historia Secreta, tras esta fuga, El Chapo dedicó más tiempo a Griselda y sus hijos, lo que generó resentimientos en el entorno de Alejandrina.

La anécdota que le contó a la escritora el capo Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, reveló que Iván y Jesús Alfredo guardaban resentimiento hacia Griselda, al considerar que ésta mostraba desdén hacia ellos y favorecía a sus propios hijos. Esta fractura entre linajes del mismo padre marcó tensiones internas que influirían posteriormente en las dinámicas de liderazgo dentro de Los Chapitos.

¿Madre protectora?

En mayo de 2010, Griselda fue detenida en Culiacán durante un operativo federal coordinado por la Marina, el Ejército y autoridades judiciales, que incluyó cateos simultáneos en siete inmuebles vinculados al Chapo. Fue trasladada a la extinta SIEDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada) en Ciudad de México, donde fue liberada en menos de 24 horas, tras rendir su declaración “bajo las reservas de ley”.

El motivo: montos de dinero en cuentas bancarias que excedían con mucho sus ingresos reportados ante la Secretaría de Hacienda. Aunque no fue procesada formalmente, desde entonces quedó bajo vigilancia y sanciones financieras. En paralelo, informes de inteligencia estadounidenses la empezaron a señalar como pieza clave en la administración de recursos y empresas fachada vinculadas a sus hijos.

Griselda Guadalupe Pérez, madre de
Griselda Guadalupe Pérez, madre de Ovidio y Joaquín Guzmán. (@siete_letras)

Durante años, Griselda López ha sido descrita como una figura materna y protectora, que trató de mantener a sus hijos fuera de la violencia, al menos públicamente. Luego del asesinato de su hijo Édgar Guzmán López en 2008, en una plaza comercial de Culiacán, habría tomado la decisión de enviar a Ovidio y Joaquín a Canadá, buscando alejarlos del fuego cruzado, según “El Mini Lic”.

No obstante, autoridades estadounidenses no comparten la narrativa de inocencia. En septiembre de 2012, el Departamento del Tesoro la incluyó en su lista de cabecillas extranjeros del narcotráfico bajo la Ley Kingpin, señalándola como una facilitadora clave del Cártel de Sinaloa, al haber brindado apoyo material a su entonces esposo y ayudarlo a evadir la justicia.

La exesposa de “El Chapo” también intentó modificar la narrativa oficial sobre sus hijos. En 2015, en entrevista con el diario Noroeste, negó los vínculos de Ovidio con el narcotráfico tras una publicación de la SEDENA que lo señalaba como colaborador de Manuel Torres Félix “El Ondeado”.

“Ovidio es un niño que ni al caso. Él tiene su esposa. Yo le he enseñado valores”, afirmó. “Estoy cansada de que se señale a mis hijos. Ya perdí a uno por las guerras que provocaron”, agregó en referencia a Édgar Guzmán, ejecutado en 2008.

También negó que su hija Griselda Guadalupe tuviera nexos con otras ramas del clan Guzmán, y denunció que tanto el gobierno mexicano como el norteamericano utilizaban su parentesco con el Chapo para perseguirla sin pruebas: “Nos exponen para que seamos aprehendidos o asesinados”, declaró en otra entrevista de Javier Valdez en Ríodoce publicada en 2013. “Los norteamericanos están locos y sacan puras estupideces al ubicarnos como criminales”, afirmó.

En la estructura emocional familiar, Ovidio Guzmán ocupó un lugar especial. Fuentes consultadas por Anabel Hernández lo describen como “muy consentido por su mamá y su papá”. El Chapo lo llamaba “Ratoncito”, y aunque Iván Archivaldo era considerado el sucesor natural del Cártel de Sinaloa, Ovidio era el hijo más mimado.

Ovidio Guzmán durante el Culiacanazo.
Ovidio Guzmán durante el Culiacanazo. (Captura de pantalla)

Tras el “Culiacanazo 2.0” de enero de 2023, en el que fuerzas federales capturaron a Ovidio en Jesús María, testigos señalaron que Griselda López asumió los gastos funerarios de los sicarios caídos durante los enfrentamientos.

“La señora Gris habló a las funerarias para hacerse cargo de los gastos de quien estuvo en la balacera de Jesús María”, declaró un testimonio publicado por El Sol de Sinaloa.

Además, vecinos de Jesús María y otras sindicaturas reconocieron su influencia local. En entrevista con Milenio, una mujer identificada como tía de Ovidio lamentó la captura: “Le aseguro: tuvieron más ayuda de él que del gobierno. ¿Y ahora qué vamos a hacer?”.

Aunque en México no existen registros oficiales actuales que la vinculen activamente con el crimen organizado, su inclusión en las listas negras de la OFAC y su reciente reubicación bajo protección del FBI indican una valoración distinta por parte del gobierno de Estados Unidos.

Su papel parece haber transitado entre el de madre protectora, benefactora discreta y gestora financiera de una familia señalada como una de las más influyentes del narco mexicano. Hoy, su cruce fronterizo en silencio, sin resistencia, marca un punto de inflexión en la historia de Los Chapitos.

Griselda, a sus 65 años, ya no es solo la exesposa del Chapo. Es la madre del declive de una generación que heredó no solo el poder, sino también las guerras, las traiciones internas y las negociaciones que sellan el fin de los imperios.