Un rincón secreto de Coahuila que mezcla pozas azules, dunas blancas y viñedos centenarios

Este Pueblo Mágico ofrece paisajes únicos, biodiversidad exclusiva y herencia cultural e histórica que lo convierten en un destino extraordinario de ecoturismo

Guardar
Este increíble oasis mexicano está
Este increíble oasis mexicano está lleno de biodiversidad natural e inigualable (FB/ Secretaría de Turismo)

En el corazón del desierto de Coahuila, donde el paisaje suele pintarse de ocres y matorrales secos, existe un lugar que desafía las expectativas.

Allí, entre el polvo y la aridez, brotan manantiales de aguas turquesa, ríos bordeados por lirios acuáticos y dunas tan blancas que parecen salidas de otro mundo.

Este oasis escondido, rodeado por sierras áridas y caminos poco transitados, resguarda más de 200 pozas naturales conectadas por una red de canales subterráneos.

Sus aguas, ricas en minerales, no sólo sorprenden por su intensidad cromática, sino también por albergar una biodiversidad extraordinaria, con especies endémicas que no existen en ningún otro lugar del planeta.

A pesar de su belleza casi surrealista y su valor ecológico incalculable, este Pueblo Mágico, reconocido oficialmente en 2012, sigue siendo un destino poco explorado.

¿Cuál este lugar único?

Este lugar fue reconocido como
Este lugar fue reconocido como Pueblo Mágico desde 2012 por su riqueza ecológica e histórica (FB/ Secretaría de Turismo)

Ubicado a poco más de una hora de Monclova y a menos de cuatro horas de ciudades como Monterrey y Torreón, Cuatro Ciénegas se encuentra rodeado por la Sierra La Madera y la Sierra La Fragua, en un entorno semidesértico que contrasta con la exuberancia de sus humedales y manantiales.

Entre sus principales atractivos destaca el Área Natural Protegida de Cuatrociénegas, un ecosistema único en el mundo que alberga más de 200 pozas interconectadas por canales subterráneos. Una de las más emblemáticas es la Poza Azul, cuyas aguas ricas en minerales exhiben tonalidades celestes y son hogar de especies endémicas, como peces y tortugas.

El Río Mezquites, otra joya natural de la región, se extiende a lo largo de cuatro kilómetros y ofrece a los visitantes la oportunidad de nadar, acampar y disfrutar de actividades acuáticas en un entorno rodeado de flora y fauna endémica.

El espectacular desierto blanco de
El espectacular desierto blanco de Dunas de Yeso es una formación de millones de años (FB/ Secretaría de Turismo)

Este río, también conocido como Río Aruna o Río San Marcos, es un verdadero oasis en medio del desierto, donde es posible observar lirios acuáticos, carrizales y diversas especies de moluscos y peces.

Otro de los atractivos naturales de la región son las Dunas de Yeso, un desierto blanco que se extiende por unas 800 hectáreas y que se formó hace millones de años, cuando la zona estaba cubierta por el Mar de Tetis.

Este paisaje único, compuesto por montículos de yeso, incluye formaciones como “El Castillo”, que alcanza los 12 metros de altura y añade un toque majestuoso al entorno.

Más atractivos

Este lugar está lleno de
Este lugar está lleno de historia colonial (Vicente Lomelí/ Google Maps)

Además de su riqueza natural, Cuatro Ciénegas cuenta con un legado histórico y cultural que se refleja en sus calles coloniales, sus tradiciones y su gastronomía.

En el centro del pueblo, los visitantes pueden recorrer el Callejón de Guevara, una pintoresca callejuela de la época colonial que se ha convertido en un punto ideal para paseos y fotografías.

En cuanto a la cocina local, destacan platillos como el cortadillo, preparado con carne cocida en un guiso de tomate, pimientos y cebollas, acompañado de tortillas de harina, así como el queso con chile, la machaca y los tradicionales tacos piratas.

La tradición vitivinícola también tiene un lugar destacado en Cuatro Ciénegas, donde se encuentra la Bodega Ferriño, una de las vinícolas más antiguas de México.

Fundada en 1860, esta bodega es conocida por la producción de aguardiente de uva y brandy, además de una amplia variedad de vinos elaborados con uvas cultivadas en sus propios viñedos.

Según detalló la Secretaría de Turismo, los visitantes pueden realizar recorridos por las instalaciones y disfrutar de catas que permiten apreciar la riqueza de esta tradición centenaria.

Cuatro Ciénegas también es escenario de festividades que reflejan la identidad y las tradiciones de sus habitantes.

Entre ellas, la Fiesta de San José, celebrada cada 19 de marzo en honor al santo patrono del pueblo, y la Fiesta de la Uva, que tiene lugar en julio como parte de las vendimias. Estas celebraciones incluyen música, danzas y eventos que atraen tanto a locales como a visitantes.

Con un clima seco semicálido y una temperatura media de 22°C, Cuatro Ciénegas es un destino ideal para quienes buscan combinar ecoturismo, historia y cultura en un sólo lugar.