Guerra en Sinaloa se reconfigura: violencia se extiende tras nuevas alianzas y el anuncio de un acuerdo en EEUU

La entrada de nuevos actores y un acuerdo en tribunales de EEUU están redibujando el mapa del crimen

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Tras ocho meses de enfrentamientos,
Tras ocho meses de enfrentamientos, la disputa interna en el Cártel de Sinaloa se intensifica. (Anayeli Tapia/Infobae)

La guerra intestina que desde hace ocho meses devasta Sinaloa se ha reconfigurado. Lo que comenzó como una disputa sangrienta en los alrededores de Culiacán ha dejado de estar contenida en la capital para expandirse hacia municipios del norte del estado, donde hasta hace poco reinaba una tensa calma. En paralelo, una nueva alianza criminal ha irrumpido con fuerza, mientras desde Estados Unidos se fragua un pacto que podría detonar traiciones, fracturas y más violencia.

Durante meses, Culiacán fue el centro visible de la disputa, el punto donde se libraban las batallas más cruentas entre Los Chapitos y La Mayiza. Pero en mayo, esa línea de fuego comenzó a romper sus límites.

La violencia se extendió hacia el norte del estado y alcanzó zonas que hasta entonces parecían ajenas al conflicto abierto: Mocorito, Guamúchil, Guasave y Badiraguato, entre otras, se sumaron al mapa de la guerra.

La guerra en Sinaloa se
La guerra en Sinaloa se expande a otros municipios. (X/@alternoticias1)

El lunes 5, caravanas de hombres armados irrumpieron en calles de Mocorito y Salvador Alvarado. Dispararon contra viviendas, bloquearon caminos con tráileres incendiados y esparcieron ponchallantas en avenidas principales. En la sierra de Badiraguato, tierra natal de El Chapo Guzmán, tres cuerpos aparecieron tras un enfrentamiento en la comunidad de La Lapara, elevando la tensión en esa región serrana históricamente controlada por el cártel.

Al anochecer, los ataques alcanzaron la carretera México 15, una de las más transitadas del estado. A la altura de Las Brisas, en Guasave, tres unidades pesadas fueron incendiadas para bloquear el paso. Más al sur, en Elota, el kilómetro 101 de la autopista Culiacán-Mazatlán fue cerrado por horas, dejando a decenas de transportistas y pasajeros atrapados en medio del miedo.

La violencia siguió su curso al día siguiente. El martes 6, habitantes de Villa Juárez, en Navolato, denunciaron retenes ilegales instalados por civiles armados. En las primeras horas del día, dos hombres golpeados fueron encontrados abandonados junto a la carretera en Campo Balbuena. Las redes sociales se llenaron de videos que mostraban a convoyes de camionetas circulando con impunidad, mientras mensajes anónimos advertían sobre la “toma” de la comunidad.

El miércoles por la noche, el horror alcanzó el sur del estado. En Mazatlán, un comando atacó a seis policías municipales que cenaban en una taquería. Dos murieron en el lugar; cuatro resultaron gravemente heridos. Al mismo tiempo, en otro punto de Sinaloa, una camioneta era abandonada con varios cuerpos dentro.

El impacto en la vida civil ha sido inmediato. El miedo ha vaciado calles, paralizado negocios y forzado la suspensión de clases.

Mayito Flaco y Chapo Isidro: la nueva alianza

Foto: DEA/ Departamento de Justicia
Foto: DEA/ Departamento de Justicia

Hasta hace unas semanas, el conflicto parecía centrarse en las facciones ya conocidas: Los Chapitos, herederos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, contra La Mayiza, vinculada al liderazgo histórico de Ismael “El Mayo” Zambada. Pero la irrupción de Fausto Isidro Meza Flores, alias El Chapo Isidro, ha cambiado el equilibrio de fuerzas.

En mensajes difundidos a través de redes sociales y cadenas de WhatsApp en Sinaloa, se anunció una supuesta alianza entre El Mayito Flaco, hijo de El Mayo, y Chapo Isidro, líder del remanente de los Beltrán Leyva en el norte del estado.

Los mensajes, con logos improvisados de ambos capos, declaraban una ofensiva contra Los Chapitos para “restablecer el orden” y “proteger a la gente”. Aunque la veracidad de los comunicados no ha sido confirmada oficialmente, su contenido coincide con la escalada de violencia en zonas históricamente dominadas por los hijos de El Chapo.

De confirmarse, esta unión representa un giro estratégico de alto impacto. Chapo Isidro, hasta ahora concentrado en los municipios de Guasave, Ahome y Sinaloa de Leyva, se habría aliado con una facción que busca recuperar el control sobre el corredor que conecta el norte del estado con la zona serrana de Durango y Chihuahua. En esa ruta operan también Los Cabrera, otro grupo aliado con La Mayiza, lo que sugiere una ofensiva regional coordinada.

El acuerdo de Ovidio

Ovidio Guzmán ha logrado acuerdo
Ovidio Guzmán ha logrado acuerdo en EEUU, mientras Joaquín sigue negociando. (Jovani Pérez | Infobae México)

Mientras en Sinaloa se multiplican los enfrentamientos, en Estados Unidos se fragua una jugada que podría tener repercusiones devastadoras para la estructura criminal del cártel.

Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, se declarará culpable el próximo 9 de julio en una corte federal de Chicago, tras negociar un acuerdo con fiscales estadounidenses. Según reveló el especialista David Saucedo, el pacto incluiría beneficios como evitar una prisión de máxima seguridad, protección para su familia y el ingreso al programa de testigos protegidos.

A cambio, Ovidio proporcionaría información estratégica: rutas de tráfico, operaciones del cártel y nombres de funcionarios —mexicanos y estadounidenses— que han colaborado con la organización. De concretarse, esa información tendría un valor incalculable para las autoridades, pero también implicaría un alto riesgo para los operadores señalados, incluidos mandos medios y altos del propio grupo de Los Chapitos.

La filtración de datos podría provocar fracturas internas, ajustes de cuentas y alianzas inesperadas. No se descarta que el temor a ser delatados lleve a operadores clave a desertar o buscar pactos con otros grupos, como los aliados de La Mayiza o Chapo Isidro. También podrían producirse represalias preventivas contra supuestos traidores.

El conflicto en Sinaloa ha entrado en una nueva etapa. La expansión territorial, la aparición de nuevas alianzas y las posibles consecuencias del acuerdo de Ovidio Guzmán con autoridades estadounidenses están reconfigurando el equilibrio interno del Cártel de Sinaloa. En este escenario, los niveles de violencia podrían mantenerse o escalar, mientras las lealtades se ponen a prueba y los márgenes de control se vuelven más inestables.