¿Qué le pasó a Julissa? Su círculo rompe el silencio tras 3 años de ausencia: “Le cuesta caminar”

Julissa de Llano Macedo, reconocida actriz, cantante y productora mexicana, ha permanecido lejos de los reflectores durante los últimos tres años. A sus 81 años, enfrenta problemas de movilidad que la han llevado a vivir una etapa de cuidados especiales junto a su familia más cercana.

La artista, ícono de la televisión y el teatro desde los años 60, sufrió una caída en su casa en octubre de 2022 que derivó en una cirugía de cadera. Su media hermana, Cecilia Fuentes —hija de Rita Macedo y Carlos Fuentes—, la acompañó en el hospital y durante su recuperación. “Mi hermana está bien y contenta, se resbaló en la cocina porque andaba buscando un helado de chocolate. Le ganó el hambre, se sentó, se fue de lado... A ver si ya aprende a usar calcetines con gomita”, relató al programa Ventaneando.

Desde entonces, la salud de Julissa ha requerido mayor atención. Su exesposo, el cantante Benny Ibarra, reveló recientemente que ella vive con él, su actual esposa Lilia Blanco, su hijo Alejandro y los nietos en la casa que cohabitaron décadas atrás. “La casa que tenemos es enorme y la dividimos. De un lado ella, del otro nosotros y arriba mi hijo. Ahorita están remodelando la casa. Juli se fue a San Miguel de Allende mientras le arreglan su cuarto, sala y comedor”, explicó en entrevista.

Pese a su estado físico, la actriz conserva su lucidez y buen ánimo, según comenta Lilia Blanco, quien ha asumido un rol activo en su cuidado. “Yo fui quien le compró el timbre con mucho cariño. Julissa tiene problemas de movilidad. A veces le cuesta trabajo caminar, pero está superbién de su cabeza. Yo la quiero mucho. Es una persona extraordinaria. Tiene un corazón maravilloso. Es un gusto poder estar por si algo se le ofrece. Somos familia, a final de cuentas”.

El sistema de convivencia dentro del hogar está pensado para brindarle tranquilidad y atención constante. “Nosotros somos quienes la llevamos al doctor cuando tiene necesidad. Nada más cruzamos el patio y estamos con ella todo el tiempo que sea necesario. Tiene un timbre especial para llamarnos si necesita algo”, detalló Benny.

Más allá del apoyo médico, en la familia Ibarra impera un ambiente de afecto y colaboración. “Se llama ‘amor’ de parte de todos. Mi esposo y Juli trabajaron mucho tiempo juntos. No era nada más una relación de pareja, sino también de amigos y de trabajo. Todo se dio de una manera muy natural”, expresó Lilia, al referirse a la armonía en la que conviven.

El respaldo también se extiende hacia su hijo Alejandro, quien está al cuidado de los hijos que tuvo con Mar Milla. “Es un paquete bastante grande el que se echó, porque es levantarse a las 6 de la mañana para llevarlos a la escuela, y después a las 12 ir por ellos. Cuando nosotros podemos le echamos la mano y también los recogemos”, compartió Benny.

En medio de los desafíos físicos, Julissa se mantiene rodeada de amor, respeto y cuidado. Su historia refleja una etapa distinta, pero igualmente valiosa, de una vida marcada por el arte y la fortaleza.