
La propuesta legislativa impulsada por el diputado Arturo Ávila Anaya para imponer sanciones penales a quienes promuevan o justifiquen conductas delictivas a través de películas, series de televisión, música, videojuegos u otras expresiones artísticas, así como otras políticas prohibicionistas implementadas en entidades, no reducirán el fenómeno y, por el contrario, lo trasladará a circuitos informales, donde podría fortalecerse.
En entrevista con Adela Micha en Me lo dijo Adela, el especialista en seguridad, David Saucedo, explicó que este tipo de estrategias han fracasado históricamente en México, y que la prohibición solo estimula el interés del público joven.
“La censura lo que provoca es primero un mayor interés por parte de los jóvenes hacia aquello que se les impide ver o comercializar”, dijo el experto, aludiendo a cómo los objetos o contenidos prohibidos suelen adquirir un valor simbólico adicional en contextos de restricción.
Mercado negro, riesgo previsible

Según Saucedo, el auge de los narcocorridos y productos relacionados con la narcocultura responde principalmente a tres dinámicas complementarias. La primera es de tipo social y territorial: en muchas regiones del país, especialmente aquellas bajo influencia o control de grupos criminales, la población convive desde edades tempranas con las estructuras del narcotráfico, lo que genera familiaridad y en algunos casos admiración por sus protagonistas.
La segunda es comercial y cultural: sellos discográficos, promotores y artistas identifican en estos temas una fuente rentable de ingresos, impulsando su producción y difusión mediante conciertos, redes sociales y plataformas de streaming.
Y la tercera es de tipo propagandístico: los propios cárteles utilizan la música como vehículo para legitimarse socialmente, reforzar su presencia simbólica, reclutar jóvenes e infundir miedo o respeto.
“La narcocultura también es una expresión de la cultura popular en México”, dijo Saucedo. “Así como existieron los corridos de la Revolución, hoy hay corridos del narcotráfico. Algunos artistas lo hacen por dinero, otros porque crecieron en ambientes dominados por el crimen organizado y relatan lo que ven”, indicó.
En este sentido, el especialista subrayó que la prohibición no sólo puede resultar ineficaz, sino contraproducente. Aseguró que al sacar estos productos del mercado formal, lo que ocurrirá será la formación de redes clandestinas para su distribución, tanto física como digital, lo cual podría incluso aumentar su difusión e impacto.

“Se generaría un mercado negro automático”, afirmó, señalando que en plataformas de mensajería, redes sociales y sitios informales, los narcocorridos seguirían circulando sin control alguno. Además, advirtió que la censura en esta época de redes sociales resulta virtualmente imposible: “Una narcomanta, un audio, un video se viraliza por cadenas de mensajería instantánea... es imposible frenar la difusión de los mensajes criminales”.
El fenómeno, a juicio de Saucedo, no puede abordarse únicamente desde la óptica punitiva. En cambio, propone una estrategia de comunicación pública basada en la información y la pedagogía social. “La única manera de combatir la narcocultura es con información”, indicó, insistiendo en que las autoridades deben explicar con claridad los riesgos y realidades de la vida del crimen, en lugar de intentar suprimir las narrativas musicales que la exaltan.
Recordó un precedente del sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando se hizo un llamado a los medios de comunicación para abstenerse de difundir mensajes del crimen organizado. En ese entonces, varias televisoras y periódicos atendieron el llamado, pero la expansión de las redes sociales ha hecho que hoy ese tipo de control resulte obsoleto.
Saucedo también alertó sobre los riesgos personales que enfrentan los propios artistas que se insertan en este mercado musical. “Muchos de estos cantantes han sido abatidos por las balas de narcotraficantes rivales”, declaró. Señaló que los grupos criminales buscan que los corridos los representen y legitimen, lo cual convierte a los músicos en blancos directos de enemigos territoriales.
La censura, dijo, no resolverá esta dinámica, sino que simplemente la empujará a los márgenes. Como ejemplo, mencionó que varios grupos que han sido vetados en medios tradicionales ahora comercializan directamente su música en línea y rompen récords de reproducción en plataformas como YouTube o Spotify. “La censura quizá les cerró puertas, pero también los volvió extremadamente populares”.
Los primeros efectos
El pasado 11 de abril, en la Feria del Caballo de Texcoco (Estado de México), el cantante Luis R. Conríquez, conocido por sus letras que exaltan a grupos criminales, fue abucheado y agredido tras negarse a cantar narcocorridos, cumpliendo una orden del gobierno estatal. Videos del evento muestran cómo la audiencia lanzó objetos y destrozó instrumentos tras su anuncio.
El gobierno del Estado de México, encabezado por Delfina Gómez, ha pedido a los municipios evitar que en ferias y conciertos se realice apología del delito, incluyendo referencias a líderes del crimen organizado o al consumo de drogas. En ese sentido, solicitó vigilar el contenido de espectáculos en lugares como Texcoco, Metepec y Tejupilco.
La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este domingo que los corridos “no están prohibidos”, pero que su gobierno buscará promover música sin violencia, como ha sido su iniciativa del concurso binacional México Canta, enfocado en jóvenes intérpretes mexicanos y mexicoamericanos.

En Estados Unidos, las autoridades también han aumentado las medidas contra la difusión de narcocorridos. A finales de marzo, el gobierno del presidente Donald Trump revocó las visas de Los Alegres del Barranco tras la proyección de imágenes del líder del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, durante un concierto en Jalisco y Michoacán.
El secretario de Estado, Marco Rubio, y el subsecretario Cristopher Landau han reiterado que las visas son un privilegio, no un derecho, y que “no se extenderá la alfombra roja a quienes enaltecen a criminales y terroristas”. Entre los artistas señalados como posibles afectados por esta política están Peso Pluma, Natanael Cano, Grupo Arriesgado, Edgardo Núñez, Jr. Salazar y Grupo Firme.
Más Noticias
Así será el simulacro del 29 de abril: emulará un sismo de magnitud 8.1
Clara Brugada y representantes de alcaldías presentaron el protocolo de emergencia sísmica capitalina; su objetivo: fortalecer la capacidad de respuesta ante un movimiento telúrico mayor
Cierre de sucursales Walmart impacta empleo en México y Estados Unidos
La empresa lleva tiempo ajustando operaciones en ambos países por bajo rendimiento, cambios de consumo y reestructuras estratégicas

El Popo: registró 57 emisiones este 15 de abril
El Popocatépetl es uno de los seis volcanes de alto riesgo detectados por el Cenapred, razón por la cual es monitoreado de forma constante

Artículo 19 revela que en 2019 hasta 456 personas fueron espiadas con software Pegasus en México
Estas prácticas presuntamente habían sido utilizadas por otros gobiernos siendo muy criticada

Prepara este cold brew con leche de avena que ayuda a la digestión y te mantiene despierto
Te decimos la receta paso a paso para que realices este delicioso café desde casa
