Asesinan al “Cabo 30″, operador del Cártel de Sinaloa y uno de los más buscados de Tijuana

Rodolfo López Arellano, alias “El Cabo 30″ o “El Solecito”, presunto operador del Cártel de Sinaloa, fue asesinado de ocho disparos la tarde del miércoles 2 de abril en el pueblo de San Miguel Topilejo, alcaldía Tlalpan, al sur de la Ciudad de México.

La noticia fue dada a conocer por el periodista Antonio Nieto, especialista en temas de seguridad, quien identificó al también conocido como Óscar Antonio López como uno de los principales generadores de violencia en Tijuana, Baja California, como parte del brazo armado de “Los Cabos”.

Según la información publicada por Nieto en su cuenta oficial, el crimen ocurrió en un predio donde el capo tenía un palenque clandestino y organizaba peleas de gallos. Posteriormente, La Prensa detalló que el ataque se registró en el cruce de las calles Pedro Moreno y Tercero de Pedro Moreno, en la colonia Zona Rústica de San Miguel Topilejo.

De acuerdo con las primeras investigaciones, varios sujetos armados que se desplazaban en distintos vehículos interceptaron a López Arellano, le cerraron el paso y le dispararon a quemarropa. Ocho proyectiles impactaron su cuerpo: tres en el hombro izquierdo, dos en la espalda, uno en el glúteo derecho y uno en la oreja derecha, informó el medio antes citado.

Los agresores huyeron inmediatamente. En el sitio se desplegó un operativo policiaco y peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México iniciaron el levantamiento de evidencias, sin embargo, hasta la primera hora del jueves las autoridades no habían dado información oficial sobre el caso.

De las entrañas del CJNG a aliado de La Mayiza

Nacido en Baja California, Rodolfo López Arellano fue identificado por las autoridades federales como integrante de la célula “Los Cabos”, brazo armado creado en 2015 por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para operar en la Zona Costa de Tijuana y facilitar el tráfico de heroína, fentanilo y metanfetamina hacia Estados Unidos.

No obstante, de acuerdo con reportes del semanario ZETA, fue a partir de 2019 hubo un cisma interno en “Los Cabos”, cuando el “El Cabo 50″, “El Cabo 27″ y “El Cabo 100″ cambiaron de lealtad y se alió con el Cártel de Sinaloa. Junto a ellos, “El Cabo 30″ también hizo lo propio. En la guerra interna actual que libra el Cártel de Sinaloa, se dice que “Los Cabos” estarían a favor de La Mayiza, por su cercanía a los hermanos Arzate.

Tras ese rompimiento, se incrementaron los niveles de violencia en Baja California, donde se reportaron más de 670 asesinatos entre mayo y agosto de 2019, según registros citados por La Verdad Noticias.

Objetivo prioritario

En 2022, la Secretaría de la Defensa Nacional lo integró a una lista de 125 objetivos prioritarios, entre ellos los operadores de mayor jerarquía en el CJNG, el CDS y el Cártel de los Arellano Félix. En esa lista, difundida en medios nacionales, se le señalaba como generador de violencia y coordinador de sicarios en colonias como Sánchez Taboada, San Antonio de los Buenos, Natura y La Presa Rural, todas con altos índices de homicidios en Tijuana.

Su nombre también fue mencionado por la Fiscalía del Distrito Sur de California, en el contexto de investigaciones transfronterizas sobre narcotráfico. Aunque no figuró directamente en los expedientes 19CR1274-BAS ni 21CR0861-BAS, su estructura sí fue señalada como parte del esquema delictivo.

En el ámbito local, su nombre fue vinculado a células conocidas como “batacas”, que ejecutaban matanzas en cadena en sectores urbanos. Estas células operaban de forma itinerante y estaban diseñadas para tomar control violento de colonias clave. En agosto de 2020, por ejemplo, Tijuana registró 113 homicidios, varios atribuidos a estas operaciones, según cifras de la Fiscalía General del Estado de Baja California.

En 2024, su figura fue retomada por Cessar Roman y su grupo FuerzAerea en un corrido titulado “El Cabo 30″, donde se le retrata como un personaje con experiencia en guerras criminales, armado y con dominio territorial.

La letra describe su formación en “la tercera allá en la Sánchez”, en referencia a la colonia Sánchez Taboada de Tijuana, una de las zonas con mayor incidencia homicida de la ciudad. También menciona que era conocido como “El Solecito” y que desde joven operaba con su propio grupo armado: “Por las playas de Tijuana, donde tengo mis muchachos”.

Aunque la canción no menciona explícitamente al Cártel de Sinaloa, hace referencia directa a su vínculo con “los señores Aquiles y René”, es decir, los hermanos Arzate García. También aparecen nombres y claves de operadores ligados a cárteles activos en la región: “El 50″, “El 8″, “El 36″ y “El 41″, todos mencionados en informes de inteligencia como integrantes o exintegrantes de “Los Cabos”.

El corrido describe al “Cabo 30″ como un hombre que “mantiene el rancho bajo control”, que ha “dejado bastantes pruebas” de su historial violento y que cuenta con protección armada para su seguridad personal. En una de las estrofas finales, se escucha: “Pa que no anden preguntando, por Tijuana ando en labor, como el Cabo 30 se escucha mentar”. La narrativa coincide con el perfil construido por autoridades mexicanas y estadounidenses, que lo ubican como una figura clave en la guerra por la plaza de Tijuana.