El actor que brilló en El Chavo del 8 y se ganó el cariño del público, pero su destino final dejó a todos sin palabras

Si creciste viendo El Chavo del 8, seguro recuerdas a personajes como Doña Florinda, El Señor Barriga, Don Ramón, La Chilindrina y muchos otros más.

Sin embargo, un entrañable actor que triunfó en esta serie de Chespirito tuvo una vida sumamente difícil tras el auge del programa y aquí te contamos.

Rubén Aguirre, el querido Profesor Jirafales, fue una de las estrellas más queridas de El Chavo del 8, pero sus últimos años estuvieron marcados por la enfermedad y los problemas económicos.

A pesar de haber trabajado en la televisión por más de cuatro décadas, terminó con dificultades financieras que lo obligaron a pedir ayuda para costear sus tratamientos médicos.

Antes de convertirse en el icónico Profesor Jirafales, Rubén Aguirre estudió ingeniería agrónoma. Sin embargo, la vida lo llevó a los medios de comunicación, primero como locutor y luego como actor, de la mano de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.

Su imponente presencia y voz grave lo convirtieron en el maestro perfecto para la vecindad, donde se ganó el cariño del público con su eterna frase: “¡Ta-ta-ta-ta-ta!”. Su relación con Doña Florinda y sus intentos fallidos por imponer disciplina en el aula quedaron grabados en la memoria de generaciones.

Aunque El Chavo del 8 fue su mayor éxito, Rubén Aguirre también participó en otros programas de Chespirito y tuvo su propio circo, el Circo del Profesor Jirafales.

Sin embargo, la fama de su personaje lo eclipsó y le fue difícil encontrar otros papeles que le permitieran consolidar su carrera fuera del universo de la vecindad.

Los últimos años de Rubén Aguirre fueron complicados. En 2007, sufrió un grave accidente automovilístico junto con su esposa, que lo dejó con secuelas en la columna y una salud deteriorada. A esto se sumaron complicaciones de diabetes y problemas renales.

En 2015, su situación económica lo llevó a hacer una petición pública al sindicato de actores en México para recibir apoyo médico, pues no podía cubrir sus tratamientos.

Finalmente, el 17 de junio de 2016, Rubén Aguirre falleció a los 82 años en su casa de Puerto Vallarta, Jalisco, dejando un enorme vacío en el corazón de los fans de El Chavo del 8.

A pesar de su trágico final, la imagen del profesor Jirafales sigue viva en la memoria de quienes crecieron con su personaje, pues es una parte de la cultura popular latinoamericana y sus escenas siguen sacando sonrisas en todo el mundo.

Su historia es un recordatorio de que la fama no siempre garantiza una vida sin dificultades, pero también de que el verdadero éxito es dejar una huella imborrable en la gente. Y en eso, Rubén Aguirre triunfó.