Ballenas y delfines están amenazados por explotación minera en el Pacífico, revela nuevo estudio

La actividad minar el fondo del mar pone en riesgo la vida de los animales marinos

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Un estudio científico realizado por
Un estudio científico realizado por la Universidad de Exeter y Greenpeace Research Laboratories confirma la presencia de ballenas y delfines vulnerables en zonas del océano Pacífico donde The Metals Company planea extraer minerales esenciales para baterías. (Brookfield Zoo Chicago via AP)

La biodiversidad marina enfrenta una nueva amenaza con los planes de explotación minera en las profundidades del océano Pacífico. Un reciente estudio científico ha confirmado la presencia de ballenas y delfines vulnerables en dos zonas específicas donde la empresa The Metals Company pretende extraer minerales esenciales para baterías, lo cual podría poner en riesgo a las especies marinas.

La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Exeter y Greenpeace Research Laboratories, se realizó durante una misión de 13 días en la zona Clarion-Clipperton, un área rica en minerales pero también en vida marina. Los resultados llegaron justo antes de la cumbre de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), que discutirá la regulación de estas actividades mineras en aguas internacionales.

Mientras algunos países han impuesto prohibiciones nacionales para proteger estos ecosistemas, la empresa estadounidense ha solicitado permiso para explotar comercialmente estos fondos marinos, generando un debate intenso entre conservacionistas, científicos y gobiernos sobre el futuro de la minería submarina y la protección de la vida marina.

Impacto de la minería submarina en ballenas y delfines

La intensa contaminación acústica y
La intensa contaminación acústica y las plumas de sedimentos generadas por la minería en aguas profundas afectan directamente a cetáceos como cachalotes y delfines grises, especies sensibles al ruido. (AP Foto/Mark Baker, Archivo)

La minería en aguas profundas genera un ruido intenso y plumas de sedimentos que afectan directamente a los cetáceos. El estudio detectó 74 señales acústicas de especies como cachalotes, delfines grises y comunes, animales especialmente sensibles a la contaminación acústica.

Kirsten Young, doctora de la Universidad de Exeter explicó en un reportaje para Euronews que “aunque es necesario seguir investigando para obtener una imagen completa del impacto del ruido y de los penachos de sedimentos en los cetáceos, está claro que las explotaciones mineras en aguas profundas tendrán un impacto negativo en los ecosistemas oceánicos en zonas alejadas del mar donde la vigilancia es especialmente difícil”.

Además del ruido, la suspensión de residuos en el lecho marino puede perturbar los sistemas alimentarios de estas especies, afectando la cadena trófica y la salud general del ecosistema.

Los investigadores advierten que, aunque se necesita más estudio, los impactos negativos podrían ser irreversibles, especialmente en zonas remotas donde el monitoreo es limitado. “Los cetáceos sufren el impacto de la contaminación acústica causada por los seres humanos, y podrían verse perjudicados por el importante ruido que se espera que generen las operaciones mineras en aguas profundas”, añade Louisa Casson, activista ambiental de Greenpeace.

Young también explicó que “los niveles de ruido capaces de influir en el comportamiento de los mamíferos no viajan muchos cientos de kilómetros, sino que se limitan a sólo 3,8 kilómetros”, lo que implica que el impacto puede ser localizado pero intenso, afectando gravemente a las poblaciones cercanas.

Debate internacional y perspectivas futuras

La Autoridad Internacional de los
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) se reúne en Jamaica para discutir la aprobación del Código Minero que regulará la extracción de minerales en zonas más allá de las aguas nacionales. (Prensa National Geographic Society)

La próxima conferencia de la ISA en Jamaica será clave para definir el marco regulatorio de la minería en aguas internacionales, pues se buscará aprobar el Código Minero, un conjunto de normas que regulan cómo puede llevarse a cabo la extracción de minerales en zonas situadas más allá de los mares nacionales.

Mientras algunos países europeos y Portugal han adoptado prohibiciones sobre esta práctica, otros actores como The Metals Company buscan avanzar con sus proyectos, apoyados en permisos nacionales como el otorgado por el presidente Trump para explotar comercialmente el lecho marino internacional en la zona Clarion-Clipperton.

En este contexto, Young señala que “la minería submarina no sólo afecta localmente, sino que puede tener consecuencias ecológicas amplias, dificultando la conservación de estas especies marinas en peligro”.

Este conflicto refleja la tensión entre la demanda creciente de minerales para tecnologías limpias y la necesidad de proteger ecosistemas marinos frágiles.

Diversas organizaciones como Greenpeace y numerosos países exigen normas más severas para evitar daños irreparables hasta contar con mayor evidencia científica. “En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, celebrada en Francia a principios de este mes, se elevó a 37 el número de países que piden la prohibición de la minería de aguas profundas”, destaca la investigación.

Por su parte, la empresa minera insiste en que tiene conocimiento desde hace tiempo de la presencia ocasional de estos mamíferos en la zona, gracias a muchos años de control acústico y a la observación de mamíferos marinos durante las pruebas de extracción.

Sin embargo, la comunidad científica insiste en la precaución, subrayando que la protección de ballenas, delfines y otros cetáceos debe ser una prioridad global en la gestión sostenible de los océanos.