
La Sala IV de la Cámara de Casación convalidó el rechazo de la prisión domiciliaria de Raúl Antonio Guglielminetti, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad.
Los jueces Mariano Hernán Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo Hornos rechazaron por unanimidad el recurso de casación interpuesto por la defensa de Guglielminetti contra la decisión del Tribunal Oral Federal número 6 (TOF 6), que denegó el pedido de prisión domiciliaria.
Raúl Antonio Guglielminetti, conocido como “Mayor Guastavino”, es un ex agente civil de inteligencia del Ejército Argentino que estuvo relacionado con múltiples actividades criminales y, en el marco de esta causa, fue condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.
El máximo tribunal penal del país convalidó la decisión del TOF 6 que, para denegar el planteo de Guglielminetti, consideró, entre otras cuestiones, que no tiene afecciones graves que imposibiliten el cumplimiento de la pena de 83 años, en el ámbito carcelario, con los estudios médicos y controles necesarios que recomendó el Servicio Penitenciario Federal.
Además, hizo hincapié en que ya habían sido desestimados y convalidados por esa Cámara pedidos previos realizados en igual sentido. También se valoró la opinión desfavorable de las víctimas, la oposición de la querella (SDHN) y del Ministerio Público Fiscal. La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal advirtió que la superación del límite de edad previsto en la ley 24.660 (70 años), no justifica la concesión automática de la prisión domiciliaria.
Las condenas
El ex represor recibió una serie de condenas por su participación en crímenes de lesa humanidad perpetrados en pleno gobierno militar, como los 25 casos de privación ilegal de la libertad agravada y los 21 hechos de imposición agravada de tormentos cometidos en el centro clandestino de detención conocido como “Automotores Orletti”.
Guglielminetti también resultó culpable de encabezar detenciones y torturas dentro del circuito represivo “ABO” y en el centro clandestino conocido como La Escuelita, en el Batallón de Ingenieros 188.
En ese marco, se acreditó que, durante el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el ex espía y agente de tareas detuvo al maestro Orlando Balbo, quien sobrevivió a los tormentos pero quedó sordo. Aquel entonces estaba destinado en la delegación Neuquén de la Policía Federal en representación del Servicio de Inteligencia del Ejército. Además, se lo vinculó con Aníbal Gordon, quien fuera el jefe del grupo parapolicial denominado Alianza Anticomunista Argentina (Triple A).
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