
Nikola Tesla, considerado un genio de la electricidad que cambió la vida moderna, nació el 10 de julio de 1856 en el pueblo de Smiljan, actual Croacia. Según reseña National Geographic, dedicó su vida a descifrar los secretos de la energía y revolucionó la forma en que se genera y distribuye.
Su enfrentamiento con Edison durante la llamada “guerra de las corrientes” y el reconocimiento tardío de inventos como la radio han convertido su figura en símbolo de innovación y perseverancia. National Geographic señala que muchas de sus ideas recibieron el crédito merecido solo después de su muerte, consolidando su legado como un pionero incomprendido.
Infancia, formación y la semilla de un visionario

El interés de Nikola Tesla por la electricidad surgió en su infancia, tras observar chispas al acariciar a su gato. A los 17 años, superó una grave enfermedad de cólera y, tras su recuperación, su padre cumplió la promesa de enviarlo a estudiar ingeniería. En 1875 comenzó sus estudios en la Universidad Politécnica de Graz, donde perfiló su ambición de que la energía eléctrica estuviera al alcance de todos.
En 1881, se trasladó a Viena para trabajar en la Compañía Nacional Telefónica y, posteriormente, a París, donde ingresó en la Compañía Edison. Esta experiencia supuso el primer paso que lo condujo a Estados Unidos.
La llegada a Estados Unidos y la “guerra de las corrientes”

En 1884, Tesla llegó a Nueva York con una carta de recomendación destinada a Thomas Edison, quien lo contrató de inmediato. Pronto la relación se deterioró, pues Tesla defendía la corriente alterna, mientras Edison apostaba por la corriente continua. Esta disputa técnica originó la célebre “guerra de las corrientes”, episodio que, de acuerdo con National Geographic, marcó el rumbo de la electrificación global.
Edison desplegó campañas para frenar la expansión de la corriente alterna, mientras Nikola Tesla mantuvo su convicción sobre la superioridad de este sistema para transmitir energía a grandes distancias.
Tras distanciarse de Edison, Tesla fundó su propia compañía y, en 1887, presentó el motor de inducción de corriente alterna, que permitió una transmisión eficiente de energía. Su alianza con George Westinghouse, fundador de Westinghouse Electric & Manufacturing Company (Westinghouse), resultó decisiva para establecer la corriente alterna como el estándar. Juntos desarrollaron la planta hidroeléctrica de las cataratas del Niágara en 1895, considerada un hito en la historia de la energía.
El Tesla Science Center at Wardenclyffe destaca que este proyecto demostró la viabilidad de suministrar electricidad a ciudades enteras aprovechando la fuerza de la naturaleza.
Inventos pioneros y avances tecnológicos de Tesla

El legado de Tesla incluye la bobina de Tesla (1891), que resultó esencial en experimentos de transmisión inalámbrica, así como la iluminación fluorescente y de neón, que presentó en la Exposición Mundial de Chicago en 1893. También desarrolló el Teleautomaton, un bote radiocontrolado presentado en 1898 en Nueva York.
Entre sus desarrollos, destacan además la turbina Tesla (1909), un motor sin palas formado por discos paralelos, y el Teleforce o “rayo de la muerte”, un haz de partículas que ideó como sistema defensivo en la década de 1930. A esto se suman aportes iniciales en el campo de los rayos X, denominados por él como “Shadowgraphs”.
Disputas de patentes y la búsqueda de reconocimiento
Uno de los episodios más controvertidos fue el litigio con Guglielmo Marconi por la invención de la radio. Aunque Marconi recibió el Nobel en 1909, la Corte Suprema de Estados Unidos otorgó en 1943 a Nikola Tesla la prioridad sobre patentes clave relacionadas con la transmisión inalámbrica.
National Geographic explica que esta batalla legal evidenció las presiones económicas presentes, que influyeron en el retraso del reconocimiento de los derechos de Tesla sobre sus invenciones.
Últimos años y legado imperecedero de Nikola Tesla
Los últimos años de Nikola Tesla transcurrieron en soledad y escasez económica. Falleció el 7 de enero de 1943 en Nueva York, a los 86 años. Tras su muerte, el gobierno de Estados Unidos confiscó sus documentos, parte de los cuales su familia recuperó posteriormente a través de la embajada de Yugoslavia.
Actualmente, su legado se preserva en el Museo Nikola Tesla de Belgrado, que recibe visitantes de todo el mundo. National Geographic resalta que Tesla es considerado uno de los inventores más influyentes de la historia, un visionario cuya obra sigue influyendo en la vida de millones y cuyo nacimiento se conmemora cada 10 de julio como símbolo de su aporte a la humanidad.
Como muestra de la actualidad de su nombre, Elon Musk, empresario sudafricano y fundador de Tesla, Inc., nombró su compañía de vehículos eléctricos en honor a Nikola Tesla, reafirmando su visión de una energía limpia y accesible. Este gesto refleja cómo el ingenio de Tesla sigue inspirando proyectos tecnológicos de energía eléctrica que buscan transformar la producción y el uso de la electricidad.
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