Hace 150 años, los turistas acudían en masa a París para ver cadáveres en descomposición

Durante el siglo XIX, un edificio con vidiera de cristal en la capital francesa atrajo multitudes y transformó la identificación forense en una atracción pública sin precedentes

Guardar
Según reseña National Geographic, los cadáveres sin identificar eran colocados sobre losas inclinadas, desnudos salvo por un taparrabos, y acompañados por pertenencias personales.

Durante el siglo XIX, la Morgue de París se convirtió en una de las principales atracciones urbanas de la capital francesa. Situada junto a la catedral de Notre-Dame, llegó a superar en afluencia a monumentos emblemáticos, con miles de visitantes diarios que acudían a observar los cuerpos expuestos tras una cristalera.

Familias, incluso con sus niños, toda clase de transeúntes y turistas confluían frente al edificio, transformando una institución forense en un fenómeno de morbosa atracción.

De herramienta pública a espectáculo urbano

Tras su traslado en 1864 al Quai de l’Archevêché, la morgue ganó mayor visibilidad. Según reseña National Geographic, los cadáveres sin identificar eran colocados sobre losas inclinadas, desnudos salvo por un taparrabos, y acompañados por pertenencias personales como ropa o accesorios, que servían como pistas para facilitar su reconocimiento. La afluencia era tal que, si no había cuerpos en exhibición, muchos visitantes expresaban decepción.

En días de alta concurrencia, se registraron hasta 40.000 personas en una jornada. Para preservar los cuerpos, se utilizaban sistemas de enfriamiento con agua y, posteriormente, refrigeración artificial. Esto permitió mantener los cuerpos visibles durante más tiempo y aumentó la afluencia continua del público.

Hasta 40.000 personas llegaban a
Hasta 40.000 personas llegaban a visitar la morgue en un solo día - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un espacio marcado por la transformación urbana

La exposición de cadáveres se originó como respuesta a las consecuencias de la Reforma de Haussmann, que trajo consigo una gran migración hacia París y un auge en los accidentes laborales debido a la construcción de edificios y bulevares. En este contexto de anonimato urbano, mostrar los cuerpos en vitrinas era una medida para que los ciudadanos pudieran reconocer a familiares o conocidos desaparecidos.

La morgue dependía directamente de las autoridades judiciales y policiales, cumpliendo una función de orden público. Su nombre, explica National Geographic, deriva de un término francés que hacía referencia a la observación atenta, y su ubicación fue cambiando a lo largo del tiempo: primero en una prisión, luego junto al mercado de L’Île de la Cité en 1804, y finalmente a su emplazamiento definitivo en 1864. Hoy en ese lugar se encuentra un jardín con un memorial a las víctimas de la deportación nazi.

Curiosidad popular y cobertura mediática

Con la llegada de la refrigeración en 1882, los cadáveres podían conservarse por tiempo indefinido, lo que permitió mantener una exposición continua. Cada cuerpo era numerado y colocado individualmente para facilitar su observación. En el exterior, vendedores ofrecían comida y recuerdos, replicando la dinámica de otros puntos turísticos de la ciudad.

La exposición pública de cadáveres
La exposición pública de cadáveres surgió como solución a los accidentes en una ciudad en plena transformación - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El fenómeno fue reforzado por la prensa sensacionalista de la época, que vinculaba noticias criminales con la morgue, generando un circuito de información, observación y juicio que alimentaba el interés colectivo. Las publicaciones narraban sucesos trágicos que llevaban a la población a visitar el depósito, convirtiéndolo en una extensión de los relatos publicados. En algunos casos, los registros diarios superaron las 68.000 visitas.

La morgue también atrajo a figuras de la literatura y del pensamiento de su tiempo, y fue reflejada en novelas, artículos y crónicas como símbolo del cruce entre modernidad, muerte y espectáculo.

Clausura y transformación cultural

La morgue cerró sus puertas al público en 1907, como resultado de una creciente desaprobación social hacia el carácter espectacular que había adquirido. La decisión generó críticas en la prensa, que reivindicaba su papel como espacio de encuentro emocional y observación compartida. Coincidentemente, ese mismo año se inauguraron las primeras salas de cine permanentes en París, lo que marcó el paso hacia nuevas formas de consumo visual de historias reales.

Aunque la morgue dejó de exhibir cadáveres, el atractivo social por el espectáculo de las tragedias ajenas persiste y se canaliza en otro tipo de espectáculos, a veces más refinados, como los que ofrece el cine, pero no por ello desprovistos de carga morbosa.

Últimas Noticias

Comer cuerpos embalsamados: el extraño remedio medieval que surgió de un error de traducción

Llevó a siglos de saqueo de tumbas y remedios insólitos. Además de impulsar el mercado negro de “curas” a partir de cuerpos momificados

Comer cuerpos embalsamados: el extraño

“Querida Kitty”: el día que el mundo conoció la historia de Ana Frank, el diario de la adolescente que reveló el horror nazi

Con titulo original “La casa de atrás”, el 25 de junio de 1947, hace 78 años, vio la luz el relato en primera persona de la niña judía que contó cómo pasó sus días escondida junto a su familia

“Querida Kitty”: el día que

La increíble historia del guardabosques perseguido por rayos: sobrevivió a siete impactos directos, pero no pudo con el desamor

La prensa lo apodó “el pararrayos humano”. Entre 1942 y 1977, Roy Cleveland Sullivan, guardaparques del Parque Nacional Shenandoah, fue alcanzado por descargas eléctricas más veces que cualquier otra persona en la historia. Ese récord le valió un lugar insólito en el Libro Guinness.

La increíble historia del guardabosques

Torturas y muertes con el garrote vil, el cruel método de ejecución utilizado por la Inquisición que España no eliminó hasta 1983

Considerado un sistema “piadoso” y “más humano” para matar, superior a la guillotina y la horca, muchas veces prolongaba la agonía de los condenados en medio de terribles sufrimientos. Originado en Roma en el Siglo I antes de Cristo y utilizado durante la Edad Media, fue luego desechado por los países europeos menos España, donde la dictadura franquista lo empleó sin pausa

Torturas y muertes con el

Venus de Kolobrzeg: por qué el hallazgo de una estatuilla de fertilidad puede redefinir la historia antigua de Polonia

Descubierta por un agricultor y datada en más de 6.000 años, esta pieza intriga a la comunidad científica por su rareza, elaborado diseño y su potencial para revelar nuevas perspectivas sobre las creencias en el norte de Europa

Venus de Kolobrzeg: por qué