La advertencia ignorada sobre el volcán Nevado del Ruiz en Armero: “Cállese, que nos va a hacer perder el valor de las tierras”

El relato del entonces director de la Defensa Civil en Caldas, Omar Gómez Mejía, además de otros expertos en el tema, revela cómo la resistencia social y la falta de información marcaron la falta de respuesta oportuna ante el peligro inminente

Guardar
Omar Gómez Mejía y expertos
Omar Gómez Mejía y expertos internacionales alertaron sobre el peligro inminente del volcán, pero la comunidad y autoridades desestimaron los riesgos pese a antecedentes históricos y evidencia técnica presentada en 1985 - crédito Catalina Olaya/Colprensa

El 18 de septiembre de 1985, en el Museo Antropológico de Armero, Omar Gómez Mejía, entonces director de la Defensa Civil en Caldas, intentó alertar a la comunidad sobre el riesgo inminente que representaba el volcán Nevado del Ruiz.

Según relató en entrevista con La FM, la conferencia, organizada por instrucción del general Guillermo de la Cruz Amaya, reunió a un auditorio repleto y a numerosos habitantes que seguían la charla desde la calle aledaña a través de parlantes.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel

Gómez Mejía expuso los conceptos básicos sobre la actividad volcánica, los riesgos y las medidas de mitigación necesarias, pero su advertencia fue recibida con rechazo por parte de los asistentes.

El entonces funcionario advirtió con contundencia: “Tan pronto haya erupción del cráter Arenas, que la va a haber muy pronto, solo Dios sabe cuándo, Armero lo va a tapar el lodo”.

Estas palabras provocaron una reacción airada entre los presentes. Gómez Mejía recordó que fue interrumpido e insultado durante cerca de 15 minutos, mientras algunos le exigían que guardara silencio para no perjudicar el valor de las propiedades locales.

“Me insultaron, me decían: ‘Cállese, que nos va a hacer perder el valor de las tierras’”, relató.

Ante la resistencia inicial, el funcionario reforzó su advertencia con argumentos técnicos e históricos. Utilizó un tablero para detallar, en seis apartados, la actividad volcánica registrada desde marzo de 1983 hasta septiembre de 1985, con el objetivo de evidenciar el patrón cíclico y recurrente del cráter Arenas.

Geólogos y vulcanólogos de Colombia
Geólogos y vulcanólogos de Colombia y el extranjero emitieron informes y recomendaciones sobre la amenaza de lahares, pero la falta de memoria histórica y resistencia social impidieron una respuesta adecuada ante el peligro - crédito Luisa Gonzalez / Reuters

“Los volcanes son cíclicos, recurrentes y muy benignos porque indican con sus fenómenos lo que va a hacer el volcán”, explicó Gómez Mejía en su conversación con el medio mencionado Tras la discusión inicial, algunos asistentes comenzaron a escuchar con mayor atención.

El punto de inflexión llegó cuando Gómez Mejía citó crónicas antiguas, en particular los conceptos de Pedro de León de 1595, que describían cómo los flujos de lodo del Nevado del Ruiz habían sepultado el valle de la quebrada Lagunilla en el pasado.

En 1595 el flujo de lodo bajó por la Lagunilla y tapó todo el valle en más de cinco metros de espesor”, relató. Además, recordó que en 1845 se repitió un evento similar, con un saldo de mil víctimas fatales. Estos antecedentes, según su testimonio, eran desconocidos para los habitantes de Armero, quienes solo comenzaron a prestar atención tras escuchar la gravedad de los hechos históricos.

Durante la entrevista, Gómez Mejía insistió en que su propósito era informar y prevenir a la comunidad, aunque reconoció que su mensaje no fue bien recibido en un primer momento. Su relato pone de manifiesto la falta de conocimiento sobre los antecedentes del volcán y la dificultad de transmitir advertencias en contextos donde la memoria histórica y la percepción del riesgo resultan limitadas.

El testimonio de Omar Gómez
El testimonio de Omar Gómez Mejía revela cómo la desinformación y la negación colectiva dificultaron la prevención de una de las tragedias más recordadas en la historia reciente de Colombia - crédito Colprensa

Al rememorar aquellos hechos, Gómez Mejía subrayó que la comunidad ignoraba por completo las tragedias previas asociadas al Nevado del Ruiz, una ausencia de información que, según su experiencia, condicionó la respuesta social ante el peligro.

Gómez Mejía no fue el único que advirtió

  • Max Henríquez Daza: el meteorólogo colombiano, que en ese momento presentaba el pronóstico del clima en el Noticiero Nacional, alertó un mes antes sobre la inminente emergencia que se registraría en el país. No solo fue señalado de “alarmista”, sino que también fue declarado “persona no grata”.
El meteorólogo Max Henríquez alertó sobre los riesgos de erupción y deshielo en el Nevado del Ruiz antes de la catástrofe - crédito Max Henríquez Daza/YouTube
  • Stanley N. Williams: Geólogo estadounidense, llegó a Colombia meses antes de la erupción. Advirtió a las autoridades sobre el alto riesgo de lahares tras estudios en el Nevado del Ruiz.
  • Patricia Mothes: Vulcanóloga colaboradora en el monitoreo del volcán, participó en informes técnicos sobre la amenaza.
  • Haraldur Sigurdsson: Vulcanólogo islandés que viajó a Colombia y alertó públicamente sobre el riesgo de una tragedia inminente por los lahares.
  • Bernardo Salazar: Director del Servicio Geológico Nacional en Colombia en esa época. Fue uno de los principales responsables de transmitir la información técnica sobre los riesgos a las autoridades civiles.
  • Jaime Eduardo Santos Rubiano: Director del Instituto Geofísico de los Andes Colombianos, parte de los equipos técnicos de monitoreo y responsables de los reportes de alerta.