8 lecciones de liderazgo de Masayoshi Son, el multimillonario CEO de la tecnológica japonesa Softbank

Desde sus orígenes humildes hasta fundar y liderar un imperio tecnológico, ha demostrado que la resiliencia y la estrategia pueden transformar cualquier obstáculo en ventaja

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El fundador de SoftBank ha
El fundador de SoftBank ha construido un imperio tecnológico desafiando convenciones y apostando por la innovación (REUTERS/Kim Kyung-Hoon)

Pocos personajes son más enigmáticos o incomprendidos que Masayoshi Son, el multimillonario fundador y CEO de SoftBank, el conglomerado japonés de tecnología y medios.

He aquí ocho lecciones clave que los líderes de Oriente y Occidente pueden aprender de él:

1. Convierta la adversidad en ventaja

Masayoshi Son nació en 1957 en las afueras de un barrio marginal, el segundo hijo de una familia coreano-japonesa (zainichi) que vivía bajo un alias japonés en un intento por evitar la discriminación.

Son es (y siempre ha sido) un forastero que no permitió que los demás lo descartaran. Ha utilizado su estatus de segunda clase como una poderosa fuerza motivadora para superar la adversidad y convertirse en un campeón tecnológico mundial.

2. Persista

La carrera de Son es un ejemplo de reinvención perpetua. Comenzó como distribuidor de software, pero luego se dedicó a la banda ancha e Internet móvil en Japón. Posteriormente, adquirió Sprint en Estados Unidos y, seis años después, se fusionó con T-Mobile, creando una “tercera fuerza” en la industria de las telecomunicaciones del país.

Son nunca aceptó un "no" por respuesta.

SoftBank ha sido clave en
SoftBank ha sido clave en la expansión de empresas como Alibaba y ARM, pero también se ha enfrentado a fracasos con WeWork y otras apuestas fallidas (Imagen Ilustrativa Infobae)

3. Construya un puente entre Oriente y Occidente

Son no inventó, controló ni poseyó una tecnología revolucionaria. En cambio, como alguien que domina el japonés y el inglés, ha actuado durante muchos años como un puente entre los Estados Unidos y Asia, y como puerta de entrada a los mercados masivos de Japón y China.

4. Busque mentores y aprendices

El encanto y la confianza de Son le hicieron ganarse desde muy joven la simpatía de una sucesión de empresarios e ingenieros veteranos. Todos quedaron cautivados por su capacidad para proyectar una visión optimista y centrada en la tecnología del futuro. Cada uno se convirtió en un mentor y colaborador.

5. Apueste a lo grande o vuelva a casa

Son es el maestro del apalancamiento. SoftBank figura regularmente entre las diez empresas más endeudadas del mundo. Su estrategia preferida es pedir dinero prestado para poder pagar en efectivo a precios que la mayoría consideraría exorbitantes, pero que él consideraría una ganga a largo plazo.

6. No deje que el amor supere la lógica

Aunque podemos aprender mucho de los triunfos de Son (Yahoo!, Alibaba, ARM), también podemos extraer lecciones de sus mayores errores (WeWork, Wag y WebVan). Cuando se concentra, puede ser un operador formidable, pero lo más habitual es que sea una criatura entusiasta y, a veces, culpable de credulidad. Es particularmente propenso al “síndrome del fundador”, enamorándose tanto de un empresario carismático como Adam Neumann, de WeWork, que no pone a prueba adecuadamente su estrategia y liderazgo.

A lo largo de su
A lo largo de su trayectoria, Son ha accionado como un puente entre Oriente y Occidente, conectando mercados y oportunidades de inversión (Imagen Ilustrativa Infobae)

7. Tenga cuidado con los mercenarios

Son ha dependido durante mucho tiempo de intermediarios para que lo ayuden a salir de Japón. A medida que SoftBank crecía, contrató a una serie de personas de alto perfil. Con el tiempo, su presencia comenzó a cambiar la cultura de SoftBank, no siempre para mejor. El negocio se volvió más feroz y estallaron luchas internas. Son se mostró impotente, lo que no es precisamente un ejemplo de liderazgo gerencial.

8. Enfóquese en el futuro

Ahora, con 67 años, Son sigue siendo un líder del que espero que sigamos aprendiendo. En 2024, realizó dos inversiones por un valor de 2.000 millones de dólares en Open AI, de Sam Altman. Ahora está vendiendo otras posiciones de su cartera para poder destinar el dinero a objetivos de “IA profunda”.

* Lionel Barber ©Harvard Business Review