Los fans de Crepúsculo compraron la casa de Bella Swan en USD 360 mil y ahora la alquilan por una cifra anual millonaria

Es natural que los superfans quieran un pedacito de la historia del cine y la televisión, desde la casa de Walter White en Breaking Bad hasta la espada de Aragorn en El Señor de los Anillos. Pero dos amantes de Crepúsculo se llevaron el premio mayor al comprar la casa de Bella Swan, de la popular franquicia de películas de vampiros en la que Kristen Stewart interpretó a Bella.

“Vine y visité todos los lugares de rodaje”, cuenta Amber Neufeld, propietaria de la casa junto con su esposo Dean. “Cuando la casa salió a la venta, pensé: ‘¡Dios mío, conozco esa casa!’”.

La pareja compró la casa en St. Helen’s, Oregón, en 2018 por 360.000 dólares. Se vendió por 10.000 dólares más del precio de venta al final de una puja con otros dos compradores potenciales. Tras arreglar algunas zonas deterioradas de la casa y realizar un lanzamiento preliminar a principios de 2019, estaba lista para alquilarse, con tarifas por noche de unos 400 dólares. Tardó un año en despegar, pero ahora la propiedad ha colapsado constantemente la página web de Airbnb , y las reservas con un año de antelación se agotan en cuestión de minutos en la página web personal de Neufelds.

La icónica casa Swan de la franquicia Crepúsculo , valuada en 3 mil millones de dólares y que comenzó como una serie de novelas de Stephenie Meyer, ahora genera hasta 140,000 dólares en ingresos brutos anuales, y Amber administra la propiedad a tiempo completo. La posibilidad de alquilar una casa famosa en el cine podría tentar a algunos a cobrar un precio más alto y sacar una buena tajada, pero los Neufeld dicen que no les interesa obtener grandes ganancias: lo más gratificante de ser dueños de la casa es permitir que los superfans de Crepúsculo entren en el mundo de Bella, aunque solo sea por una noche. Además, no soportaba la idea de que alguien más comprara la casa y la despojara de su carácter.

“¿Y si alguien lo cambia y perdemos el historial de filmación?”, dice Amber. “Solo quería guardarlo”.

Cuando los Neufeld, ambos de 43 años, se enteraron de que la casa Swan de cinco habitaciones estaba a la venta, no dudaron en aprovechar la oportunidad, aunque solo significara verla por dentro. Amber admite que se quedó fascinada durante el recorrido.

“Estaba tratando de mantenerlo bajo control para que mi agente inmobiliario no pensara que simplemente estoy loca”, recuerda.

La pareja hizo una oferta de inmediato, pues contaban con suficiente dinero vinculado a las acciones de la empresa para poder pagar un enganche en cualquier momento. Había otras dos ofertas sobre la mesa. Pero finalmente consiguieron la casa por USD 360,000, superando en USD 10.000 el precio de venta, siendo ellos mismos fans de Crepúsculo , ofreciendo el enganche más alto y presentando una carta de aprobación de su agente inmobiliario.

Después vinieron las renovaciones y la tarea de hacer que la casa de Crepúsculo fuera lo más fiel posible a la película. Por suerte, el suelo, los accesorios y el exterior originales estaban intactos desde la época del rodaje. Pero la casa de los Swan aún necesitaba algunos arreglos, así que Dean compaginó su trabajo a tiempo completo con la restauración de la casa: clavando clavos en el suelo, reparando grifos que goteaban y calentadores de agua que también goteaban. Mientras tanto, Amber buscó en internet los muebles originales de la película o réplicas del set, como una maqueta de barco en la casa de Bella, y la mesa y las sillas del comedor. Las reparaciones y los artículos costaron unos 20.000 dólares en total.

“Trabajaba de 9 a 5, y luego iba a casa y me quedaba allí desde las cinco hasta la hora de dormir, simplemente arreglando cosas”, dice Dean. “De hecho, estábamos en apuros económicos. Pagamos dos hipotecas, dos facturas de agua, dos facturas de luz, y todas esas cosas divertidas”.

Si bien los Neufeld tuvieron que asumir una gran cantidad de costos al comienzo de la puesta en funcionamiento de la casa Swan, hace años que no tienen que preocuparse por financiarla.

La pareja emprendedora realizó un lanzamiento preliminar de la casa Crepúsculo en enero de 2019, abriendo la propiedad al público un mes después. Tuvieron que luchar para conseguir seguidores en Facebook, con reservas que llegaban de forma irregular. Pero todo despegó aproximadamente un año después gracias a la viralidad de TikTok. Una creadora grabó un video de su estancia en la casa, recreando con humor una escena en la ventana del dormitorio de Bella. Sus 1,5 millones de espectadores supieron de repente que también podían alquilar la casa.

“La vida nunca volvió a ser la misma”, explica Dean. “Nuestras reservas se completaron en cuanto abrieron, y desde entonces no ha parado”.

Los Neufeld empezaron alquilando la casa en Airbnb, pero la página web no daba a basto con el intenso tráfico en línea. Desde entonces, han optado por gestionar las reservas a través de su propia página web, que se publica trimestralmente y se agota en un plazo de tres a diez minutos para reservas con hasta un año de antelación.

La pareja afirma que el éxito rotundo llegó durante la tormenta perfecta del resurgimiento de Crepúsculo: la serie finalmente llegó a las plataformas de streaming y el libro Sol de Medianoche se incorporó a la serie. Esto significó que los hijos adolescentes de padres que asistían a los estrenos de medianoche de Crepúsculo hace 17 años ahora estaban enganchados a la serie y llenaban la casa.

“Todos los lectores de Crepúsculo ya tenían la edad suficiente para tener dinero de adultos”, dice Amber. “Lo que en realidad ocurrió, sorprendentemente a menudo, fue que los adolescentes —la segunda generación— también se adentraron en Crepúsculo”.

Los Neufeld ahora obtienen $140,000 en ingresos brutos de la casa Swan durante los años buenos, la mayor parte de los cuales se destinan a gastos generales y mejoras. Se han negado a subir los precios debido a la alta demanda, y una ventaja de mantener los precios bajos es que pueden mitigar su propia carga fiscal. Además, afirman que la casa genera suficientes ganancias (superando los US 60.000 anuales) para cubrir las hipotecas y las cuotas, y les sobra dinero para ellos mismos y para las nuevas mejoras.

“Realmente no queremos cobrar más”, dice Amber. “No se trata solo de ‘¿Cómo podemos ganar más dinero?’. Siempre ha sido: ‘¿Cuánto podemos cobrar y aun así invertir en la casa y pagar la hipoteca?’”.

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