Quién es Pavel Durov, el creador de Telegram: dos redes sociales exitosas, más de 100 hijos biológicos y un proceso penal pendiente

Telegram acaba de anunciar su primera ganancia anual, con beneficios de 540 millones de dólares en 2024. Los ingresos también alcanzaron los 1.400 millones de dólares, frente a los 343 millones del año anterior. La empresa es propiedad total de Pavel Durov, el multimillonario de 40 años que ha sido apodado el Mark Zuckerberg de Rusia, y que actualmente enfrenta cargos penales.

Pavel Durov, el hombre detrás del servicio de mensajería encriptada Telegram, es una de las figuras más singulares del mundo tecnológico. Aunque a menudo se lo compara con Mark Zuckerberg por su historial de éxito con redes sociales, también comparte similitudes con el hombre más rico del mundo—y también defensor absoluto de la libertad de expresión—Elon Musk. Como Musk, Durov es pronatalista, es decir, un firme defensor de tener más hijos para repoblar el planeta. Aunque afirma que “nunca se ha casado y prefiere vivir solo”, también anunció en julio pasado que tiene “más de 100 hijos biológicos”.

En una publicación en Telegram, el CEO multimillonario relató que, desde que un amigo le pidió hace más de 15 años que donara esperma para tener un hijo con su esposa, ha “ayudado a más de cien parejas en 12 países a tener hijos”, y que “al menos una clínica de fertilidad todavía conserva su esperma congelado disponible para uso anónimo de familias que deseen tener hijos”.

Durov es una figura intrigante y polarizadora, que ha atravesado numerosos altibajos en apenas 40 años de vida.

Pavel Durov nació en octubre de 1984 en San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia—aunque entonces se llamaba Leningrado, antes de la disolución oficial de la Unión Soviética en 1991.

Mientras su abuelo sirvió en el Ejército Rojo soviético durante la Segunda Guerra Mundial, y su padre fue académico y director de departamento en la Universidad Estatal de San Petersburgo, Durov pasó gran parte de su infancia en Turín, Italia, tras mudarse a ese país mediterráneo a los cuatro años.

Durov, al igual que su hermano mayor Nikolai, era un prodigio matemático. En una de sus pocas entrevistas, realizada en 2024 con Tucker Carlson, Durov dijo que ambos ganaron varias medallas de oro en la Olimpiada Internacional de Matemática y aparecieron en la televisión italiana resolviendo ecuaciones cúbicas en tiempo real.

Cuando la familia regresó a Rusia tras la caída de la Unión Soviética, lo hizo con un regalo de despedida de Italia: una computadora IBM. Durov contó a Carlson que eso los convirtió en “una de las pocas familias en Rusia que realmente podía enseñarse a programar por sí misma”.

Durov era un programador prodigioso. Mientras estudiaba en la Universidad Estatal de San Petersburgo—la misma donde trabajaba su padre—creó un foro muy popular para los estudiantes. Pero en 2006, un compañero de clase le mostró Facebook, lo que llevó al grupo a crear su propia red social. (Un tercer estudiante se convirtió en el tercer cofundador).

Su creación, VKontakte (también conocida como VK), se lanzó en septiembre de ese año y alcanzó un millón de usuarios apenas ocho meses después. Menos de un año más tarde, esa cifra ascendía a 10 millones. Para diciembre de 2008, Durov dirigía la red social más popular de Rusia.

Durov fue CEO de VK hasta el 21 de abril de 2014. Apenas tres semanas después de una broma del Día de los Inocentes que salió mal—presentó su renuncia el 1 de abril, pero alegó que era una broma—la empresa lo destituyó.

“Curiosamente, los accionistas no tuvieron el coraje de hacerlo directamente y me enteré de mi misteriosa destitución por la prensa”, escribió Durov en VK el día que fue despedido.

Durov, que mantenía una relación tensa con las autoridades rusas tras negarse a eliminar páginas de políticos opositores, afirmó que su salida implicaba que la compañía había sido tomada por aliados de Vladimir Putin. Cinco días después, el 26 de abril, dejó Rusia y declaró que no tenía “planes de regresar”, porque “el país es incompatible con los negocios de internet en este momento”.

Durante su gestión al frente de VK, Durov tuvo varios enfrentamientos con el gobierno. Por eso, en 2013, aún liderando la red social, él y su hermano Nikolai decidieron lanzar un servicio de mensajería basado en cifrado de extremo a extremo, para proteger los mensajes de la interferencia estatal. Telegram Messenger se lanzó en agosto de ese año, primero para iPhone, y luego para Android.

(Un año más tarde, Mark Zuckerberg compró WhatsApp por 19.000 millones de dólares. En ese momento, Durov dijo a Mike Butcher de TechCrunch: “No importa cuántas apps de mensajería haya si todas son malas”).

Tras su salida de Rusia, The New York Times informó que Durov se desplazaba “de un país a otro cada pocas semanas con un pequeño grupo de programadores. Un día está en París, otro en Singapur”. En 2014 se instaló con su equipo en Berlín, Alemania, antes de mudar la sede a Dubái en 2017. La empresa sostiene que dispersa sus servidores por todo el mundo para que “ningún gobierno ni bloque de países afines pueda interferir con la privacidad o la libertad de expresión de los usuarios”, según un vocero. También aclaró que Telegram “realiza un análisis legal de cada pedido y puede divulgar la dirección IP y número telefónico de un usuario a las autoridades competentes” si la persona es sospechosa de cometer delitos que infringen las condiciones de uso del servicio.

Telegram cuenta actualmente con mil millones de usuarios y obtuvo ganancias por primera vez el año pasado. Según Financial Times, luego de reportar una pérdida de 173 millones de dólares en 2023 con ingresos de apenas 343 millones, en 2024 la compañía obtuvo 540 millones en ganancias sobre ingresos de 1.400 millones. Telegram ha emitido unos 2.400 millones de dólares en bonos en los últimos cuatro años (y recompró 375 millones entre septiembre y diciembre del año pasado). También ha avanzado en el terreno de la inteligencia artificial conversacional, asociándose con xAI de Elon Musk para integrar el chatbot Grok a la red social.

En agosto de 2024, las autoridades francesas detuvieron a Durov luego de que su jet privado aterrizara en las afueras de París, acusándolo de facilitar actividades ilegales—como narcotráfico, fraude y distribución de material de abuso sexual infantil—a través de Telegram. Aunque en ese momento se le impidió salir del país, finalmente fue autorizado a viajar temporalmente a Dubái en marzo de este año.

Durov enfrenta una posible condena de hasta 10 años de prisión, si es hallado culpable. Su caso ha reactivado el debate sobre la responsabilidad que deben tener los ejecutivos tecnológicos frente a las actividades que se realizan en sus plataformas. El fundador de Binance, Changpeng Zhao, se declaró culpable en 2024 de violaciones a las leyes contra el lavado de dinero cometidas en su plataforma de criptomonedas. Y Ross Ulbricht, creador del mercado negro Silk Road, fue condenado por usar internet para facilitar una empresa criminal. Aunque Ulbricht recibió una doble cadena perpetua, más 40 años sin posibilidad de libertad condicional, fue liberado en enero de 2025 tras cumplir 12 años de prisión, luego de recibir un indulto total e incondicional por parte del presidente Trump.

Esta historia fue publicada originalmente en Fortune.com

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