El Departamento de Transporte de Nueva York presentó un plan para ampliar la aceras en Canal Street

La propuesta busca mejorar la circulación peatonal y reducir riesgos en una de las vías más concurridas de Manhattan, tras registrarse múltiples incidentes graves y un aumento de infracciones menores en la zona

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Decenas de peatones cruzan Canal
Decenas de peatones cruzan Canal Street a la altura de Centre Street, donde el espacio reducido y la presencia de vendedores ambulantes complican la circulación diaria.

El Departamento de Transporte de Nueva York (DOT) ha presentado un ambicioso plan para ampliar las aceras de Canal Street, una de las arterias más transitadas de Manhattan, con el objetivo de mejorar la seguridad pública tras una serie de incidentes graves. Según datos del DOT, en los últimos cuatro años más de veinticuatro personas han muerto o sufrido lesiones graves en esta vía, incluyendo dos víctimas fatales en julio. La iniciativa busca responder a la preocupación creciente de residentes y trabajadores por el aumento de delitos menores y la congestión peatonal, en un entorno marcado por la presencia de vendedores ambulantes y la venta de productos falsificados.

El proyecto contempla la ampliación de las aceras en al menos dos metros (siete pies), llegando hasta tres metros con treinta centímetros (once pies) en algunos tramos, lo que permitirá un flujo más fluido de peatones y compradores en ambas direcciones. Además, se prevé la creación de extensiones pintadas en las esquinas, como en el tramo comprendido entre Broadway y Elizabeth Street, para reforzar la seguridad vial. El DOT ha anunciado que organizará audiencias públicas para recoger opiniones sobre el rediseño, con la expectativa de finalizar el plan en primavera e iniciar las obras en verano, según informó NY1.

La saturación peatonal y comercial
La saturación peatonal y comercial en las aceras de Canal Street representa uno de los principales desafíos para la implementación del nuevo plan del DOT.

En el último año, las estadísticas del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) muestran una disminución de los delitos graves en la zona, aunque se ha registrado un aumento en infracciones menores como hurtos, robos y agresiones leves. Esta situación ha generado inquietud entre los habitantes y pequeños comerciantes, quienes consideran que la proliferación de vendedores ilegales no solo satura las aceras, sino que también contribuye a la escalada de la delincuencia.

El concejal Christopher Marte expresó su respaldo al rediseño, argumentando que la ampliación de las aceras aliviará los cuellos de botella y mejorará la seguridad general. Marte subrayó la necesidad de una estrategia coordinada entre varias agencias: “Es un enfoque de múltiples agencias.

El Departamento de Transporte puede trabajar en el rediseño para garantizar la seguridad de los peatones, pero necesitaremos la colaboración del NYPD y del Departamento de Sanidad para asegurar que se disuada la venta ilegal que ocurre actualmente y evitar que continúe en el futuro”, declaró al medio NY1. Además, Marte destacó que una de las principales demandas de la comunidad es una mayor presencia policial visible en la zona.

Puestos de frutas, vegetales y
Puestos de frutas, vegetales y otros productos ocupan las angostas aceras de Canal Street, en un escenario que combina tradición cultural y retos logísticos para las autoridades.

No obstante, algunos críticos temen que el aumento del espacio peatonal facilite la expansión de la venta ambulante ilegal. Frente a estas preocupaciones, el Street Vendor Project, una organización sin fines de lucro que defiende los derechos de los vendedores callejeros, manifestó su apoyo al rediseño. Matthew Shapiro, director legal de la entidad, explicó: “En general, estamos a favor de aumentar el espacio en las aceras, de incrementar el espacio público para peatones y vendedores.

Los vendedores que no venden productos falsificados, estoy seguro de que agradecerían más espacio porque las aceras son relativamente estrechas. Es extremadamente difícil cumplir con todas las normas de ubicación para la venta ambulante, que exigen ciertas distancias respecto a puertas, pasos de peatones y paradas de autobús”, dijo Shapiro a NY1.

El debate sobre el futuro de Canal Street se intensifica mientras las autoridades buscan equilibrar la seguridad, la movilidad y la actividad comercial en una de las zonas más emblemáticas de Nueva York.