El Pentágono abrió una investigación contra el senador Mark Kelly por instar a los militares a desobedecer “órdenes ilegales”

La polémica surgió tras la publicación de un video donde el funcionario demócrata y cinco de sus colegas con pasado militar exhortaban a los uniformados estadounidenses a no acatar instrucciones que consideren ilegítimas

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Los congresistas recordaban a los miembros del ejército su deber de rechazar órdenes ilegales

El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció este lunes que abrió una investigación formal contra el senador demócrata por Arizona Mark Kelly, ex comandante de la Marina y astronauta, tras su aparición en un video donde pidió a militares en activo desobedecer “órdenes ilegales”.

La medida ocurre en un momento de alta tensión política y en medio de cuestionamientos sobre las atribuciones y límites del discurso público de ex oficiales de carrera bajo jurisdicción militar, incluso si ejercen actualmente cargos civiles.

La postura del Pentágono se apoya en una ley federal que faculta a la Secretaría de Defensa a convocar a militares retirados a servicio activo ante sospechas de infracciones penales, lo que podría derivar en un consejo de guerra o sanciones administrativas.

Se ha iniciado una revisión integral de las alegaciones para determinar acciones adicionales, que incluyen la posibilidad de una convocatoria para juicio militar”, señala el comunicado emitido desde la sede del Departamento de Defensa.

La polémica surgió después de que Kelly participara en un video junto a otros cinco legisladores demócratas que también tienen antecedentes militares o en inteligencia.

El senador demócrata por Arizona, Mark
El senador demócrata por Arizona, Mark Kelly (REUTERS/Kylie Cooper)

En la grabación, dirigida “directamente a los miembros de las fuerzas armadas”, Kelly afirmó: “Ustedes pueden rechazar órdenes ilegales”, mientras que sus colegas llamaban a los soldados a “defender nuestras leyes y la Constitución”.

El video rápidamente se viralizó entre medios políticos y fue interpretado por sectores conservadores como un desafío a la cadena de mando militar.

El presidente Donald Trump calificó el mensaje como un acto de sedición y advirtió que ese delito “es castigable con la muerte”.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, explicó posteriormente que Kelly es el único de los seis legisladores participantes que goza del estatus de retirado en condiciones de ser reincorporado al servicio militar, y por ello el único sujeto a medidas disciplinares internas del Pentágono.

La conducta de Kelly daña el honor de las fuerzas armadas y será tratada conforme a la ley”, afirmó Hegseth desde su cuenta en X.

Kelly, que fue piloto de combate y luego astronauta antes de ingresar a la política, no respondió directamente el lunes a la apertura de la investigación, aunque en una aparición en el programa “Face the Nation” el domingo manifestó que “las palabras del presidente Trump son muy graves y tienen un impacto enorme. Desde que hizo esos comentarios, los riesgos y amenazas contra nosotros han aumentado”.

El senador de Arizona Ruben Gallego, también demócrata y ex militar, condenó lo que describió como una persecución y defendió a su colega.

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El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth (REUTERS/Evelyn Hockstein/Archivo)

“Mark defendió un principio básico; servir a la Constitución y no a aspirantes a monarcas”, dijo.

El video no especifica en qué escenario los legisladores imaginaban que los militares recibirían “órdenes ilegales”, pero su difusión coincidió con la orden de la administración Trump de atacar embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe y desplegar la Guardia Nacional en ciudades de Estados Unidos pese a bloqueos judiciales.

El Pentágono ha insistido que los militares deben seguir órdenes emitidas por civiles, pero que los mandos tienen la obligación de rechazar instrucciones manifiestamente ilícitas, tal como lo establece la jurisprudencia militar estadounidense y evitando la denominada “defensa de Nuremberg”, esgrimida sin éxito por criminales de guerra en el siglo XX.

Fuentes del entorno militar sostienen que, pese a la viralidad en medios políticos, el video tiene escaso alcance entre el personal armado, ya que su principal circulación ocurrió en la red X y su extensión dificulta la difusión en plataformas utilizadas habitualmente por soldados, como TikTok.

Por el momento, no se han registrado reacciones masivas de militares en servicio activo a la polémica, aunque el caso reabre el debate sobre la frontera entre deberes constitucionales y lealtad dentro de las fuerzas armadas estadounidenses.

(Con información de The Associated Press)