Dejó un cadáver frente a un hospital y ante la consulta de los vecinos aseguró que se trataba de un “maniquí”

El hallazgo del cuerpo sin vida de Declan Perry, un joven chef de Maine, envuelto en mantas y abandonado en un auto frente a un hospital de Massachusetts, conmocionó a la comunidad local y desató una investigación judicial orientada a esclarecer un presunto homicidio por estrangulamiento. Según información recabada por CBS News, la fiscalía sostiene que Perry, de 27 años, fue asesinado y la fiscalía acusa a Christopher Caron, residente de Scituate, como responsable del crimen.

El sábado 23 de agosto, el personal del hospital South Shore, en Weymouth, Massachusetts, encontró el cuerpo de Perry en el asiento trasero de un Honda Civic estacionado frente a la sala de emergencias. El cadáver estaba envuelto en varias mantas sujetas con cinta adhesiva, según detalló la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Plymouth. Las autoridades confirmaron la identidad de la víctima poco después del hallazgo, un dato que marcó el comienzo de una indagación que atrajo la atención pública de manera inmediata.

En la audiencia celebrada el martes siguiente en el Tribunal de Distrito de Hingham, Christopher Caron, de 42 años, se declaró inocente del cargo de asesinato y quedó bajo custodia sin derecho a fianza. La fiscal Jennifer Sprague, en representación de la acusación, expuso ante el tribunal la reconstrucción de los hechos que, según la fiscalía, condujeron a la muerte de Perry.

Sprague relató que la noche previa al hallazgo, Perry acudió al domicilio de Caron en Scituate y ambos viajaron a Boston para adquirir fentanilo y cocaína. Posteriormente, Caron anunció que Perry sufrió una sobredosis, por lo que solicitó a una mujer que llevara Narcan (nombre comercial de la naloxona, un medicamento para revertir los efectos de opioides) a su casa. La mujer llegó poco después de las tres de la madrugada, pero no logró reanimar a Perry. Según su testimonio, el hombre todavía respiraba y su corazón latía rápidamente en ese momento.

La testigo aseguró a la policía que insistió a Caron para que pidiera ayuda médica, pero él se negó, alegando que su madre y su abuela lo expulsarían de la casa si se enteraban de lo ocurrido. Afirmó que no observó drogas en la habitación y se retiró a dormir.

Alrededor de las siete de la mañana, Caron la despertó para informarle que Perry había fallecido. De nuevo, la mujer le pidió que llamara a emergencias, pero Caron se negó y, en cambio, realizó búsquedas en internet sobre lo que ocurre tras la muerte de una persona.

La fiscalía, citada por CBS News, describió cómo Caron intentó trasladar el cuerpo de Perry utilizando una puerta a modo de camilla, sin éxito. Luego, envolvió el cadáver en mantas y lo transportó al exterior, hasta el auto del fallecido. Varios vecinos observaron a Caron manipulando el bulto y, al preguntarle qué cargaba, él respondió que era un “maniquí de arquero de hockey”.

Dos hombres que lo ayudaron a cargar las mantas al vehículo oyeron a Caron bromear: “Parece un cadáver, ¿verdad?”. Uno de los vecinos notó lo que creyó era un antebrazo humano y, tras colocar el cuerpo en el coche, avisó a otro vecino, quien tomó una fotografía del maletero que luego entregó a la policía. Según la fiscal Sprague, los pies de Perry, envueltos, sobresalían por la ventanilla del auto.

De acuerdo con la investigación, Caron manejó hasta el hospital, ingresó al edificio y notificó al personal que había un cuerpo en el exterior, para después marcharse antes de que llegara la policía. Los agentes obtuvieron una orden de registro para la vivienda de Caron, donde confiscaron varios objetos, entre ellos la puerta empleada como camilla improvisada, que presentaba manchas rojizas, y un cinturón negro.

La orden de detención contra Caron se emitió el viernes por la tarde, aunque él mismo se entregó a la policía de Scituate el sábado, y permaneció bajo custodia en la Plymouth House of Correction durante el fin de semana.

La autopsia practicada al cuerpo de Perry determinó que la causa de la muerte fue el estrangulamiento, descartando la hipótesis inicial de sobredosis. “Las lesiones que hemos observado en el informe preliminar del forense son ciertamente preocupantes. Esto nos llevó, entre otros elementos, a concluir que se trató de un homicidio y no simplemente de una sobredosis de drogas”, explicó el fiscal de distrito Tim Cruz ante los medios, según recogió CBS News. La próxima comparecencia judicial de Caron está programada para el 29 de septiembre.

Por su parte, la defensa de Caron, liderada por el abogado G. Makis Antzoulatos, puso en duda la acusación de asesinato. En un comunicado citado por CBS News, Antzoulatos declaró: “Confiamos en que, a medida que se conozcan los hechos, este caso demostrará que la Policía Estatal de Massachusetts se precipitó al acusar a alguien de asesinato cuando las pruebas evidencian que lo ocurrido, aunque trágico, no constituye un delito”.

El padre de la víctima, Brendan Perry, destacó que su hijo era un joven apreciado en su entorno, dedicado a la cocina y con una amplia red de amistades en Portland, Maine.