Quién es Jasveen Sangha, conocida como “la reina de la ketamina”, que se declarará culpable de la muerte de Matthew Perry

La mujer de 42 años, identificada como principal proveedora de ketamina a celebridades, admitirá su responsabilidad en el caso que terminó con la vida del actor de Friends, según fuentes judiciales y documentos oficiales

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Jasveen Sangha enfrenta cinco cargos
Jasveen Sangha enfrenta cinco cargos por distribución de ketamina derivados de la muerte del actor

En los círculos exclusivos de Hollywood, el nombre de Jasveen Sangha, de 42 años, se había convertido en sinónimo del tráfico de ketamina y otras sustancias de uso médico restringido. Conocida como “la reina de la ketamina”, Sangha era vista como una figura central entre celebridades y clientes de alto perfil en Los Ángeles. De nacionalidad estadounidense y británica, mantenía vínculos sociales y comerciales con famosos y personalidades influyentes, a quienes proveía de drogas y fármacos difíciles de conseguir fuera de los canales legales.

Su estilo de vida público, documentado en redes sociales, exhibía fiestas glamorosas, viajes internacionales y su presencia en galas de renombre como los Globos de Oro y los Oscar. Esta imagen reflejaba una integración profunda con la élite hollywoodense, lo que facilitó el desarrollo de su red de distribución. Los investigadores federales afirman que Sangha llevaba años utilizando su residencia, situada en el barrio de North Hollywood, como centro logístico para almacenar y vender distintas sustancias, desde ketamina hasta metanfetamina, cocaína y fármacos de prescripción.

Relación de Sangha con el caso de la muerte de Matthew Perry

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Jasveen Sangha, conocida como “la reina de la ketamina”, se declarará culpable por la muerte de Matthew Perry (Instagram/AP/Rich Fury)

El punto de inflexión en la trayectoria de Sangha llegó con la muerte del actor Matthew Perry, famoso por su papel en la serie Friends, en octubre de 2023. Perry fue hallado sin vida en su residencia de Los Ángeles, y la autopsia determinó que la causa del deceso fue una sobredosis aguda de ketamina. El Departamento de Justicia de Estados Unidos identificó a Sangha como el origen del suministro de la droga que acabó con la vida del actor, señalando un vínculo directo en la cadena de distribución.

La investigación estableció que Sangha entregó 51 inyectables de ketamina a Erik Fleming, quien a su vez los facilitó a Kenneth Iwamasa, asistente personal del actor. Iwamasa fue quien, poco antes de la muerte de Perry, inyectó al menos tres dosis provenientes de Sangha, un patrón que según las autoridades se había repetido varias veces. Sangha estuvo al tanto del fallecimiento por los informativos y, consciente de su exposición, se comunicó de inmediato con Fleming a través de plataformas cifradas como Signal, instándole a eliminar el historial de mensajes y planear estrategias para distanciarse del caso.

Características de la red de tráfico de drogas dirigida por Sangha

La red de tráfico de
La red de tráfico de drogas en Hollywood liderada por Jasveen Sangha abastecía a celebridades y médicos (Instagram/jasveensangha)

Las autoridades federales describen la organización de Sangha como una sofisticada red clandestina de distribución de sustancias controladas que operaba en Hollywood y abarcaba incluso a personal médico. En la redada a su domicilio, realizada el 19 de marzo del año pasado, se incautaron 79 cápsulas de ketamina líquida, casi 2.000 pastillas de metanfetamina, hongos alucinógenos, grandes cantidades de cocaína y medicinas como Xanax que requerían receta. También se encontró un diario detallando transacciones por montos de miles de dólares.

La estructura de la red implicaba a médicos que vendían recetas, asistentes que facilitaban la administración de las dosis a clientes finales y distribuidores intermedios. Además de a Perry, Sangha había abastecido a otros clientes, incluso en casos con desenlaces fatales como el de Cody McLaury, a quien vendió ketamina poco antes de su muerte por sobredosis. Pese a estos antecedentes, su actividad prosiguió hasta la detención y procesamiento por la justicia estadounidense.

Aspectos legales y acuerdo de culpabilidad en el proceso judicial

Sangha enfrenta cinco cargos penales
Sangha enfrenta cinco cargos penales y podría recibir hasta 60 años de prisión por el caso Perry (Instagram/Jasveen Sangha)

Sangha enfrenta cinco cargos penales en un tribunal federal de Los Ángeles, incluido el de distribución de ketamina con resultado de muerte o lesiones corporales graves. Tras varias postergaciones procesales, la Fiscalía y la defensa alcanzaron un acuerdo por el cual la acusada admitirá su responsabilidad por los suministros que desembocaron en el fallecimiento de Matthew Perry. El abogado de Sangha, Mark Geragos, declaró que su clienta “está asumiendo la responsabilidad de sus actos”.

De acuerdo a la acusación formal, Sangha enfrenta una posible condena de hasta 60 años de prisión. En la misma causa están implicados los médicos Salvador Plasencia y Mark Chavez (presuntos proveedores de ketamina a Perry), Kenneth Iwamasa (asistente personal del actor) y Erik Fleming (intermediario entre Sangha e Iwamasa). Todos han acordado declararse culpables como parte del proceso, con el objetivo de reducir potenciales sanciones y colaborar con la investigación.

La investigación sobre la muerte
La investigación sobre la muerte de Matthew Perry expone la vulnerabilidad de las celebridades ante el tráfico de sustancias REUTERS/Mario Anzuoni/File Photo

Impacto de la investigación en Hollywood y detalles adicionales de los implicados

La investigación por la muerte de Matthew Perry y la desarticulación de la red encabezada por Sangha han provocado un notable impacto en Hollywood y la opinión pública. Este caso puso de manifiesto la vulnerabilidad de las figuras del entretenimiento ante prácticas de alto riesgo, así como la existencia de mercados ilícitos capaces de eludir controles médicos y legales. Las conexiones de Sangha iban más allá de simples ventas puntuales: involucraban a personajes recurrentes en la vida nocturna, médicos corruptos y empleados de confianza, creando una cadena de suministro invisible pero efectiva en su alcance.

El escándalo levantó interrogantes sobre la regulación del acceso a medicamentos en el ambiente artístico, acentuando la urgencia de reforzar los mecanismos de control y prevención. El acuerdo de culpabilidad de Sangha y de los demás implicados subraya la contundencia de las pruebas reunidas y anticipa consecuencias legales graves para los responsables. Además, deja al descubierto la doble vida de quienes, moviéndose con soltura en ambientes de lujo, sostenían una red subterránea con dramáticas repercusiones para la salud pública y la imagen de la industria del entretenimiento.