Así es el plan de EEUU para combatir la amenaza del gusano barrenador, una plaga que come carne viva

La amenaza del gusano barrenador resurge, y las autoridades estadounidenses responden con una estrategia que busca contener la plaga capaz de devastar ganado

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Se espera que liberen moscas
Se espera que liberen moscas estériles para erradicar su propagación. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las autoridades estadounidenses han decidido reforzar su estrategia para contener la propagación del gusano barrenador del Nuevo Mundo, una peligrosa plaga que recientemente volvió a aparecer en el sur de México.

Este plan del gobierno contempla la cría de miles de millones de moscas estériles que serán lanzadas desde aviones sobre territorio mexicano y el sur de Texas. El objetivo es frenar el avance del parásito capaz de destruir la ganadería nacional, con consecuencias devastadoras también para la fauna silvestre y los animales domésticos.

Esta singular práctica, lejos de ser novedosa, ya demostró su eficacia hace décadas. La técnica implica la liberación masiva de moscas macho esterilizadas mediante radiación. Al aparearse con hembras silvestres, impiden la fertilización de los huevos; por tanto, las crías futuras no llegan a nacer, lo que reduce la población hasta provocar su colapso. Este método, además, resulta menos nocivo para el ambiente que otras alternativas como el uso de pesticidas.

Una amenaza grave para el ganado

Una técnica ecológica y eficaz
Una técnica ecológica y eficaz que frena la reproducción del gusano barrenador al impedir que las hembras fertilicen sus huevos. (REUTERS/José Luis González)

La especie objetivo constituye una amenaza atípica y muy seria para la industria cárnica. A diferencia de la mayoría de las especies, las larvas de este insecto atacan carne viva, no muerta. Según relató a The Associated Press (AP) Michael Bailey, presidente electo de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, una infestación puede acabar rápidamente con animales de gran tamaño: “Un bovino de 450 kilogramos puede morir por esto en dos semanas”. El riesgo no se limita al ganado; las hembras depositan huevos en heridas de cualquier animal de sangre caliente, incluso en seres humanos.

Las experiencias previas permitieron a Estados Unidos y otros países al norte de Panamá erradicar la plaga en el pasado. Entre 1962 y 1975, el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) y el gobierno mexicano liberaron más de 94.000 millones de moscas estériles para este fin.

El USDA prevé inaugurar una nueva planta productora de moscas para el gusano barrenador en el sur de México en julio de 2026, además de establecer un centro de distribución en el sur de Texas para final de año. Mientras tanto, busca incrementar su capacidad de producción utilizando la fábrica de Panamá, capaz de generar hasta 117 millones de moscas por semana, con la meta de llegar a 400 millones. Para lograrlo, proyecta invertir 8.5 millones de dólares en instalaciones texanas y 21 millones en reconvertir una planta mexicana actualmente dedicada a otros insectos estériles.

La cría masiva de estas moscas exige la recreación de condiciones muy precisas. Cassandra Olds, profesora adjunta de entomología de la Universidad Estatal de Kansas, explicó que la clave radica en proporcionar a las hembras los estímulos necesarios para depositar sus huevos y alimentar adecuadamente a las larvas.

A lo largo de los años, la dieta de estas larvas evolucionó desde carne y miel hasta mezclas de huevo en polvo, glóbulos rojos y plasma de ganado.

El proceso industrial también requiere estrictos protocolos de seguridad para evitar escapes accidentales de individuos fértiles. Así lo advirtió Sonja Swiger, experta en entomología del Servicio de Extensión de la Universidad Texas A&M, al subrayar la necesidad de mantener a los adultos reproductores bajo control absoluto.

Plantas produjeron millones de moscas en el pasado

Ganaderos como Don Hineman recuerdan
Ganaderos como Don Hineman recuerdan el impacto devastador de las infestaciones pasadas y la urgencia de mantener la vigilancia constante. (REUTERS/Jose Luis Gonzalez)

La logística de la liberación aérea supone riesgos considerables. Recientemente, un avión involucrado en la dispersión de moscas se estrelló cerca de la frontera entre México y Guatemala, provocando la muerte de tres tripulantes. Según los registros históricos compartidos por el USDA, los métodos empleados para arrojar a los insectos han variado poco: antes con simples vasos de papel y maquinaria, ahora con cajas en avionetas.

El resurgimiento de la plaga llevó además a que EEUU tomara la medida inédita de cerrar temporalmente su frontera sur en mayo a la importación de ganado, caballos y bisontes vivos. Las restricciones se mantendrán, al menos, hasta mediados de septiembre.

En décadas pasadas, fábricas en Florida y Texas desempeñaron un papel esencial en la erradicación del gusano barrenador del país. Tras declararse el control sobre la plaga, se cerraron. Sin embargo, voces del ámbito agrícola como Edwin Burgess de la Universidad de Florida insisten en que la vigilancia y la infraestructura deben permanecer en guardia.

“Aquello que creemos tener bajo nuestro control absoluto, y sobre lo que hemos declarado un triunfo y una victoria, siempre puede volver a aparecer”, sentenció el experto.

El testimonio de Don Hineman, ganadero retirado del oeste de Kansas, ilustra las consecuencias de una infestación: recuerda que en su niñez atestiguó el daño en el ganado familiar y el hedor inconfundible de carne en descomposición.