La inteligencia artificial sacude el mundo laboral en Estados Unidos

La llegada de la inteligencia artificial (IA) a la industria del cine documental generó inquietudes sobre la autenticidad y la confianza en los materiales audiovisuales, según relató Rachel Antell, cofundadora de Archival Producers Alliance, en una entrevista con Marin Cogan para Bloomberg. Antell explicó que, al comenzar a aparecer imágenes sintéticas, pero hiperrealistas en los documentales, surgieron preguntas sobre la transparencia y la veracidad de los contenidos. “Nos preguntamos: ‘¿Vas a decirle al público? ¿Cuál es el plan para la transparencia?’”, recordó Antell.

Aunque en ese caso no se utilizó finalmente la imagen generada, la experiencia llevó a los productores a reflexionar sobre la necesidad de desarrollar estándares para el uso de la IA en el cine documental. “Una parte significativa de nuestro trabajo será la verificación de medios, algo que nunca habíamos tenido que hacer”, afirmó Antell, quien advirtió que ya no resulta evidente a simple vista qué es real y qué no.

El impacto de la inteligencia artificial en el ámbito laboral ya se hizo sentir en múltiples sectores, según documentó Marin Cogan en Bloomberg. Ocho trabajadores estadounidenses de diferentes industrias compartieron cómo la tecnología modificó sus rutinas y preocupaciones. “La realidad es que la IA ya tuvo un impacto en la forma en que millones de nosotros hacemos nuestro trabajo”, escribió Cogan, quien recogió testimonios de profesionales como enfermeros, conductores, docentes y científicos.

En el sector de la salud, Kerri Wilson, enfermera en Mission Health en Asheville, Carolina del Norte, expresó su preocupación por el uso de algoritmos en la planificación de altas hospitalarias. “Esto no parece muy centrado en el paciente. Está muy enfocado en la eficiencia y la productividad”, señaló Wilson en declaraciones a Bloomberg. La enfermera relató un caso en el que un informe algorítmico sugirió programar una diálisis como tratamiento ambulatorio para acelerar el alta de un paciente, lo que generó resistencia entre el personal médico. “No queremos ver a nuestros pacientes como números y cuerpos en una cama”, afirmó Wilson, quien subrayó que el objetivo debe ser mejorar la salud de los pacientes, no solo agilizar su salida del hospital. “Queremos poder utilizar estos programas para ayudar a nuestros pacientes y mejorar la atención que brindamos”, agregó.

En el ámbito educativo, Wil Page, docente en la Thomas Starr King Middle School de Los Ángeles, describió cómo la IA transformó su capacidad para comunicarse con estudiantes de distintos niveles de lectura. “Con la IA, puedo adaptar los textos al nivel de cada estudiante, lo que es una de mis cosas favoritas”, explicó Page a Bloomberg. El profesor, que enseña matemáticas y estudios sociales a alumnos que aprenden inglés como segunda lengua, destacó que la tecnología le permitió reducir su carga laboral de casi 80 o 90 horas semanales a unas 55. “Siento que lo que más hizo fue devolverme tiempo”, afirmó Page, quien consideró que, de no haber contado con la IA, probablemente habría abandonado la docencia antes de los 60 años. “No veo cómo habría podido mantener la energía necesaria para hacer el trabajo”, confesó.

En el sector de la belleza, Samantha Lackney, propietaria de un salón en Alexandria, Virginia, relató que la IA influyó tanto en las expectativas de los clientes como en la gestión del negocio. “No puedo decir cuántas veces en los últimos seis u ocho meses los clientes han venido y me han mostrado fotos de cosas que están viendo, y tengo que explicarles que es una foto generada por IA”, comentó Lackney a Bloomberg. La empresaria advirtió que las imágenes de cabellos voluminosos y colores perfectos que circulan en internet no reflejan la realidad, lo que afecta los estándares de belleza.

En el plano administrativo, Lackney utilizó la IA para perfeccionar el manual de empleados y revisar contratos legales. “Fue excelente para resumir documentos o determinar el costo de pintar un interior en este código postal”, señaló. Sin embargo, decidió dejar de usar la IA para generar textos en redes sociales, ya que “se nota cuando ChatGPT escribió algo, por el formato y cómo está presentado”, y prefiere dejar pequeños errores para demostrar autenticidad.

El avance de la IA también generó incertidumbre entre los trabajadores del transporte. Carlos Montano, conductor de Uber y Lyft en Fremont, California, manifestó su inquietud ante la presencia de vehículos autónomos de Waymo en las calles. “Hace dos semanas vi algunos Waymos en Mountain View. Pensé: ¿en serio? ¿Sabes lo que eso significa, verdad? Menos oportunidades de trabajo y viajes”, declaró Montano a Bloomberg. El conductor explicó que la competencia aumentó y que los viajes de bajo costo se volvieron más frecuentes. “Lo que escuché es que Uber se asoció con Waymo y están intentando entrar en la era autónoma”, añadió.

Según Montano, los vehículos de Waymo ya realizan 200.000 viajes semanales en San Francisco, lo que lo llevó a considerar alternativas laborales, como obtener una licencia de conductor comercial para ofrecer servicios más exclusivos. “Me gusta lo que hago. Pero tengo que estar preparado para lo que viene”, afirmó.

En el campo de la ciencia, Ashley Kaiser, investigadora en Lila Sciences Inc. en Cambridge, Massachusetts, describió cómo la IA revolucionó la experimentación en materiales y polímeros. “La IA puede procesar grandes volúmenes de datos, así que podemos tomar los resultados, analizarlos y predecir cuál podría ser el siguiente experimento”, explicó Kaiser a Bloomberg. La científica destacó que la automatización permitió realizar experimentos en serie y obtener conclusiones con mayor rapidez. “Esto permite mucho más de ese momento de eureka”, expresó Kaiser, quien valoró la emoción de descubrir resultados inesperados o exitosos en el laboratorio.

El impacto de la IA en las industrias creativas también fue abordado por Sergio Leal, artista de voz y editor de audio en San Antonio. Leal, con una trayectoria de diez años en televisión y radio, advirtió que la IA afecta tanto a grandes como a pequeños actores del sector. “La verdad es que los trabajadores creativos sufrirán”, afirmó Leal en conversación con Bloomberg. Si bien reconoció que la IA tiene utilidades, consideró que como reemplazo “abarata el producto” y que, en trabajos que requieren atención y conexión, “eventualmente saldrá mal”. Leal explicó que ahora muchos contratos deben especificar que las voces no serán utilizadas por IA, y que la protección depende de la agencia que represente al artista. “Definitivamente, quitará algunos trabajos, tristemente, pero esta industria ya cambió mucho”, sostuvo Leal, quien subrayó que el valor de un artista de voz radica en la emoción que transmite.

En el sector tecnológico, Tom Lee, desarrollador de aplicaciones móviles en Washington, DC, compartió su experiencia al experimentar con IA para programar. “He usado IA en dominios donde soy competente, y ha sido un multiplicador increíble”, relató Lee a Bloomberg. Sin embargo, advirtió que en áreas donde tiene menos experiencia, la IA puede complicar el trabajo y obligar a empezar de nuevo. “Subestimamos cuánto de nuestro propio conocimiento filtra y enmarca la salida de un modelo de lenguaje grande sin que lo notemos”, reflexionó Lee, quien consideró que los resultados mejoran cuando el usuario tiene claridad sobre lo que necesita.

Marin Cogan, autora del reportaje en Bloomberg, recogió estos testimonios para ilustrar cómo la inteligencia artificial ya transformó la vida laboral de millones de personas en Estados Unidos.

“La respuesta depende mucho de a quién le preguntes”, concluyó la autora al analizar la diversidad de experiencias y percepciones sobre la revolución de la IA en el trabajo.