10 datos poco conocidos sobre la prisión de Alcatraz

La célebre cárcel encierra detalles poco difundidos que cruzan historia, ciencia y cultura popular, que revelan un pasado más complejo que su imagen de fortaleza infranqueable

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Antes de convertirse en sinónimo de confinamiento extremo, la isla de Alcatraz fue un enclave militar de vital importancia para los Estados Unidos.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la reapertura de la legendaria prisión de máxima seguridad de Alcatraz, cerrada desde 1963 y reconvertida en sitio histórico desde 1973. Ubicada frente a las costas de San Francisco, California, la isla fue durante décadas un símbolo del encierro más estricto del sistema penitenciario federal.

Entre sus muros aún se conserva la celda que ocupó Al Capone, uno de los criminales más notorios del siglo XX. En este contexto, resurge el interés por la historia de la isla, y a continuación se presentan diez datos poco conocidos sobre Alcatraz que permiten entender su complejidad más allá del mito.

Recientemente, Donald Trump ordenó la
Recientemente, Donald Trump ordenó la reapertura de la prisión de Alcatraz (REUTERS/Fred Greaves)

1. Alcatraz fue un puesto militar en la década de 1850

Durante la década de 1850,
Durante la década de 1850, el gobierno estadounidense decidió fortificar la isla (AP Foto/Noah Berger)

Antes de convertirse en sinónimo de confinamiento extremo, la isla de Alcatraz fue un enclave militar de vital importancia para los Estados Unidos. Su historia como puesto estratégico se remonta a mediados del siglo XIX, poco después de que California pasara a manos estadounidenses tras la guerra con México en 1848. La isla, avistada y bautizada en 1775 por el explorador español Juan Manuel de Ayala como Isla de los Alcatraces, fue una de las primeras áreas de la bahía en ser cartografiadas por europeos.

Durante la década de 1850, con la fiebre del oro atrayendo multitudes a San Francisco y la posibilidad de conflictos internacionales en aumento, el gobierno estadounidense decidió fortificar la isla. El emplazamiento fue transformado en una ciudadela militar equipada con más de 100 cañones, concebida para proteger la entrada a la bahía y resguardar uno de los principales puntos de acceso a la costa oeste. Esta red defensiva buscaba disuadir a posibles invasores extranjeros interesados en aprovechar el auge económico de la región.

2. Los reclusos de Alcatraz construyeron su propia prisión

La prisión fue construida por
La prisión fue construida por los propios prisioneros (REUTERS/Fred Greaves)

Una vez que Alcatraz dejó de cumplir su rol como puesto militar estratégico, comenzó su transformación en una instalación penitenciaria formal. Esta transición se concretó a principios del siglo XX, cuando el Ejército de los Estados Unidos decidió desmontar gran parte de la estructura de la antigua fortaleza. Solo se conservaron los cimientos del sótano, sobre los cuales se levantaría un nuevo complejo penitenciario.

Entre 1909 y 1911, la construcción del edificio fue llevada a cabo por reclusos militares, quienes trabajaron directamente en la edificación del inmueble que aún permanece en pie. Este esfuerzo marcó el paso de Alcatraz de fortificación militar a cárcel disciplinaria para la Costa Oeste. Durante ese período, los presos alojados allí no eran criminales civiles, sino soldados condenados por delitos dentro del ámbito castrense.

3. La vida en Alcatraz no siempre fue tan mala

Conocida como “La Roca”, la penitenciaría fue concebida como un destino final para los internos considerados irrecuperables, aquellos que habían generado conflictos en otras cárceles. Allí, el régimen era estricto y las reglas rígidas. En algunas épocas, incluso se prohibía a los prisioneros hablar entre ellos. No obstante, en comparación con otras instituciones, el nivel de violencia dentro de Alcatraz era bajo. Esta particularidad hacía que algunos reclusos solicitaran ser trasladados allí, en busca de una rutina más predecible y segura.

Cada prisionero contaba con una celda individual, lo que reducía el riesgo de agresiones entre internos. El sistema se basaba en una estructura de derechos mínimos, limitada a cuatro aspectos: alimentación, alojamiento, vestimenta y atención médica. Todo lo demás debía ganarse o estaba directamente vedado.

Una curiosidad llamativa era la provisión de duchas con agua caliente. Esta decisión, que podría parecer un gesto de comodidad, tenía en realidad un propósito estratégico. Se pensaba que, si los prisioneros se acostumbraban al agua tibia, el frío extremo de la bahía de San Francisco —donde la temperatura ronda los 12 °C— actuaría como un freno psicológico y físico ante cualquier intento de fuga.

4. Las posibilidades de escapar de Alcatraz eran escasas

Uno de los mitos más persistentes sobre Alcatraz gira en torno a sus intentos de fuga, ampliamente retratados en libros, películas y reportajes. La ubicación aislada de la isla en medio de la bahía de San Francisco, rodeada por aguas frías y corrientes intensas, la convertía en una prisión naturalmente reforzada contra cualquier intento de evasión.

Durante los 29 años en que funcionó como penitenciaría federal —desde 1934 hasta 1963—, se registraron 36 intentos de fuga protagonizados por un total de 36 reclusos. Las estadísticas son contundentes: 23 fueron recapturados, seis fueron abatidos por los guardias durante el escape y dos se ahogaron antes de alcanzar la costa. Los cinco restantes, entre ellos Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin, lograron salir de la prisión en 1962 utilizando una balsa improvisada hecha con impermeables. Una vez en el agua, desaparecieron sin dejar rastro.

Hasta hoy, no existe confirmación oficial sobre su destino, y el caso permanece abierto como uno de los grandes enigmas de la historia carcelaria estadounidense. Lo que está claro es que, incluso para los más ingeniosos, Alcatraz ofrecía mínimas probabilidades de éxito en cualquier intento de fuga.

5. El softbol era un pasatiempo popular

Aunque Alcatraz jamás se confundiría con un club de campo, los reclusos aún contaban con opciones para realizar actividades físicas. El softbol era el pasatiempo más popular, y los reclusos usaban un diamante en el área recreativa. Los equipos organizados jugaban con entradas más cortas; las pelotas que pasaban por encima de las barricadas eran eliminadas, no jonrones. Pero no todos los partidos transcurrían sin contratiempos. Los equipos se integraban, lo que en ocasiones generaba tensiones raciales. Durante un partido el 20 de mayo de 1956, los ánimos se caldearon y se usaron cuchillos improvisados ​​antes de que los guardias pudieran restablecer el orden.

6. Los guardias de la prisión de Alcatraz vivían en la isla con sus familias

La cárcel de Alcatraz por
La cárcel de Alcatraz por dentro (REUTERS/Fred Greaves)

La vida en Alcatraz no era aislada solo para los presos. Los guardias y otros empleados de la prisión vivían en la isla, en viviendas separadas que antiguamente eran barracones de la Guerra Civil. Sus hijos pescaban en la bahía y pasaban el tiempo en salones sociales con billar y bolos. Las familias solían hacer excursiones en barco los fines de semana a la cercana Marin para abastecerse de víveres y otros artículos esenciales. Aunque tenían prohibido el contacto con los reclusos, algunos se divertían viendo entrar a los recién llegados con grilletes.

7. Alcatraz fue cerrada en 1963 porque era demasiado caro mantenerla

En 1963 la prisión de
En 1963 la prisión de Alcatraz cerró oficialmente debido a los altos costos de mantenimiento (REUTERS/Carlos Barria/File Photo)

La clausura definitiva de Alcatraz como prisión federal en 1963 no respondió a consideraciones humanitarias ni a reformas judiciales, sino a una cuestión eminentemente económica. La ubicación de la isla, en medio de la bahía de San Francisco, que durante años había funcionado como una ventaja táctica contra fugas, terminó por convertirse en su condena financiera.

8. En 1969, un grupo de estudiantes universitarios ocupó Alcatraz a modo de protesta

Seis años después del cierre de la prisión, Alcatraz volvió a ocupar un lugar central en el debate público, esta vez como epicentro de una protesta indígena de gran alcance simbólico. En 1969, un grupo de estudiantes universitarios indígenas irrumpió en la isla abandonada con el objetivo de visibilizar la política gubernamental que promovía la disolución de las estructuras tribales y la reubicación forzada de pueblos originarios en zonas urbanas.

9. Alcatraz es ahora una de las atracciones turísticas más populares de San Francisco

La gente le toma fotos
La gente le toma fotos a la prisión de Alcatraz (REUTERS/Fred Greaves)

La isla de Alcatraz se convirtió en parque y pasó a ser parte del sistema de parques nacionales de Estados Unidos en 1972. Si se desea una visita guiada, se puede reservar con antelación un ferry. Una vez ahí, una audio guía te lleva por los terrenos, incluyendo las celdas de figuras como Al Capone donde más de 1,5 millones de personas la visitan anualmente.

10. Alcatraz ha sido lentamente absorbida por los ocupantes de la naturaleza

Sin presencia humana permanente desde hace décadas, la isla de Alcatraz ha sido gradualmente recuperada por la naturaleza, en particular por las aves marinas. Una de las primeras imágenes que reciben los visitantes al desembarcar es la abundancia de gaviotas occidentales, que anidan en techos, senderos y estructuras abandonadas, ocupando prácticamente todas las superficies disponibles.