Demandan a Hartford por fallas educativas: una joven se graduó sin saber leer ni escribir

Un caso de presunta negligencia escolar expone las deficiencias en la enseñanza y el acceso a la educación especial, mientras una exalumna busca justicia

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Aleysha Ortiz, de 19 años,
Aleysha Ortiz, de 19 años, presentó una demanda contra el sistema educativo de Hartford tras graduarse con honores sin haber aprendido a leer ni escribir. (Crédito: Google Earth)

Aleysha Ortiz, una joven de 19 años, presentó una demanda contra la Junta de Educación de Hartford, la ciudad de Hartford y su antigua gestora de educación especial, Tilda Santiago, alegando que el sistema educativo falló en brindarle la enseñanza básica que necesitaba. Según informó CNN, a pesar de haberse graduado con honores en junio de 2023 en Hartford Public High School, Ortiz tiene una alfabetización prácticamente inexistente y ahora busca justicia por lo que considera un abandono educativo.

La demanda señala que Ortiz pasó por el sistema educativo sin recibir el apoyo necesario para aprender a leer y escribir. Además, acusa a Santiago de acoso y burlas relacionadas con sus discapacidades de aprendizaje. La joven, quien recibió una beca para la Universidad de Connecticut (UConn), enfrenta grandes dificultades académicas y personales debido a la falta de habilidades fundamentales que el sistema escolar no le proporcionó.

Su historia ha generado un debate sobre las fallas en la educación especial y la desigualdad en el acceso a servicios de calidad para estudiantes con necesidades específicas. Su caso pone en cuestión la responsabilidad de las instituciones educativas en garantizar que todos los alumnos adquieran las competencias básicas antes de graduarse.

Ortiz ingresó a la Universidad
Ortiz ingresó a la Universidad de Connecticut, pero enfrenta grandes desafíos académicos debido a su falta de alfabetización. (Crédito: Google Earth)

Una lucha de 12 años contra el sistema educativo

Ortiz nació en Puerto Rico y se mudó a Connecticut a los 5 años junto a su madre, Carmen Cruz, con la esperanza de recibir una mejor educación. Desde los primeros grados, mostró signos de dificultades de aprendizaje, pero nunca recibió el apoyo necesario para superarlas. De acuerdo con CNN, a los seis años ya presentaba problemas para reconocer letras, sonidos y números.

Durante la primaria y secundaria, su desempeño académico fue deficiente, pero avanzó de grado en grado sin que se abordaran sus dificultades. En sexto grado, las evaluaciones mostraban que su nivel de lectura era equivalente al de un niño en jardín de infancia o primer grado. Sin embargo, el sistema escolar nunca implementó un plan de intervención adecuado.

En la preparatoria, Ortiz intentó compensar sus limitaciones con herramientas tecnológicas como aplicaciones de texto a voz y voz a texto. Según declaró a CNN, pasaba entre 4 y 5 horas diarias grabando clases, buscando definiciones y convirtiendo textos en audio para comprender el contenido. A pesar de su esfuerzo, nunca recibió instrucción formal en lectura y escritura, lo que hizo que su educación dependiera únicamente de estos métodos alternativos.

El caso ha reabierto el
El caso ha reabierto el debate sobre las desigualdades en el acceso a la educación especial en Estados Unidos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Acusaciones de acoso y negligencia en la educación especial

Además de la negligencia académica, Ortiz denunció que enfrentó acoso por parte de Tilda Santiago, su maestra de educación especial y gestora de casos en segundo año de preparatoria. Según la demanda, Santiago la ridiculizaba frente a otros estudiantes y profesores, además de seguirla en los pasillos de la escuela. La joven aseguró que informó sobre la situación a las autoridades escolares, lo que llevó a que Santiago fuera retirada de su caso.

Carmen Cruz, quien no habla inglés y tenía dificultades para entender el sistema educativo, confiaba en las decisiones de los maestros, creyendo que su hija estaba recibiendo el apoyo necesario. “Había muchas cosas que me decían, y yo me dejaba llevar por lo que los maestros me decían porque no entendía nada”, dijo a CNN.

No fue hasta el último mes del último año escolar de Ortiz que se realizaron evaluaciones adicionales para identificar sus necesidades específicas. Los resultados, entregados el último día de clases, confirmaron que requería instrucción especializada en fonética, fluidez y comprensión lectora, habilidades que normalmente se enseñan en los primeros grados de la primaria.

La demanda también acusa a
La demanda también acusa a una exgestora de educación especial de acoso y trato inadecuado hacia la estudiante. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un diagnóstico tardío y una oportunidad incierta en la universidad

Además de la dislexia, las evaluaciones también indicaron que Ortiz tenía trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno de oposición desafiante (TOD), ansiedad y trastornos de comunicación no especificados. A pesar de ello, logró ingresar a la Universidad de Connecticut (UConn) en el otoño de 2023 para estudiar políticas públicas.

Su admisión se basó en su historial académico y en un ensayo que completó con la ayuda de herramientas digitales. Sin embargo, su experiencia universitaria ha sido complicada. Aunque la institución le proporcionó apoyo académico, la joven dejó de asistir a clases en febrero de 2024 debido a problemas de salud mental. Según CNN, planea regresar pronto a sus estudios, pero enfrenta desafíos significativos para poder desempeñarse al nivel de sus compañeros.

El caso de Ortiz refleja
El caso de Ortiz refleja las dificultades que enfrentan estudiantes con discapacidades en distritos escolares con menos recursos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desigualdad en el acceso a la educación especial

El caso de Ortiz refleja un problema estructural en la educación especial en Estados Unidos. Según Jesse Turner, director del Centro de Alfabetización de la Universidad Estatal de Connecticut Central, los servicios de educación especial varían ampliamente según la ubicación geográfica y el nivel socioeconómico de los estudiantes.

Un informe de EdBuild en 2019 reveló que los distritos escolares con mayoría de estudiantes no blancos reciben 23.000 millones de dólares menos en financiamiento que aquellos con mayoría de estudiantes blancos. En Hartford, aproximadamente el 90% de la matrícula en las escuelas públicas está compuesta por estudiantes de minorías.

Turner cuestionó si el país realmente prioriza las necesidades de los estudiantes más vulnerables. “Estados Unidos debería preguntarse: ¿Realmente nos importan todos nuestros niños?”, afirmó en declaraciones recogidas por CNN.

La joven denuncia que el
La joven denuncia que el sistema escolar no atendió sus necesidades de aprendizaje durante más de una década. (Imagen ilustrativa Infobae)

Un llamado a la rendición de cuentas

Ortiz busca que su demanda no solo le brinde compensación, sino que también obligue a las autoridades educativas a mejorar los servicios para otros estudiantes con dificultades similares. “Quiero que las escuelas hagan un mejor trabajo”, expresó a CNN.

Por su parte, su madre espera que su historia sirva como advertencia para otras familias que enfrentan barreras similares. “Estoy hablando ahora para que otras personas en mi posición no tengan que pasar por lo mismo”, afirmó.

A pesar de las oportunidades perdidas en sus años escolares, Ortiz mantiene la determinación de aprender y avanzar en su educación universitaria. “Soy una persona muy apasionada y me gusta aprender”, declaró. “La oportunidad de aprender me fue arrebatada, y ahora que estoy en la universidad, quiero aprovecharla. Porque esta es mi educación”.