La capital mundial del regaliz: está en Italia y tiene un museo

La región calabresa acoge una tradición milenaria y concentra el 80% de la producción italiana del dulce enrollable

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Raíz de regaliz. (AdobeStock)
Raíz de regaliz. (AdobeStock)

La gastronomía, las artes visuales, la política ciudadana... Hay muchos prismas desde donde acercarse a la herencia del Imperio Romano. El país italiano es recurrente por su dolce far niente, pero sus conciudadanos no han perdido el tiempo, precisamente, descubriendo nuevos aspectos de la cultura propia a lo largo y ancho del país. Algunos, incluso, llegan a sorprender, como esta: la capital mundial del regaliz está en Italia, publicaba la revista Esquire. Concretamente, en un municipio costero de la región de Calabria llamado Rossano.

El pueblo de Rossano, especialmente conocido por su paseo marítimo, su vida nocturna y su mármol y alabastro, es relevante además por un hecho poco conocido. En la costa calabresa, a poco menos de 200 kilómetros de Cosenza, la capital de la región italiana, se encuentra este municipio que esconde un goloso secreto. De esta zona es oriunda la familia Amarelli, quienes estuvieron a la vanguardia de una tradición milenaria vinculada a un dulce enrollable: el regaliz.

En la localidad de poco más de 35.000 habitantes, se encuentra un enclave singular que ha logrado preservar y exhibir esta tradición milenaria: el Museo della Liquirizia Giorgio Amarelli. Este espacio constituye el primer museo del mundo dedicado exclusivamente al regaliz, y ofrece una experiencia tanto cultural como sensorial que permite adentrarse en la historia y los secretos de este producto emblemático.

El museo ocupa el histórico edificio conocido como el Concio, que fue construido en 1731 y alberga una colección que abarca desde grabados y documentos hasta fotografías, objetos cotidianos y vestimentas antiguas. Todos estos elementos narran los siglos de historia de la familia Amarelli, cuyo vínculo con el regaliz se remonta a hace más de mil años. La visita guiada, disponible en siete idiomas, conduce a los visitantes a través de antiguos cocedores donde se espesaba la pasta negra, instalaciones modernas de extracción y montones de raíces frescas, hasta llegar a un café, una tienda y una zona de degustación donde se pueden probar regalices aromatizados con menta, anís, violeta o cítricos.

La experiencia se amplía con un auditorio, un amplio espacio del siglo XVIII que actualmente acoge eventos culturales, proyecciones y conferencias. El recorrido no se limita al interior del museo: en el Museo Open Air, situado en el exterior, se exhiben piezas industriales de época junto a la chimenea que lleva las iniciales del barón Nicola Amarelli.

Por qué es famoso el regaliz de Calabria

El regaliz calabrés goza de un reconocimiento internacional por su calidad, considerada de excelencia superior. Esta planta perenne, que se extiende desde Europa hasta China, encuentra en la franja costera de la provincia de Cosenza, especialmente entre Rossano y Corigliano, su hábitat ideal. En esta zona se concentra aproximadamente el 80 % de la producción italiana, lo que convierte a Calabria en el epicentro de una tradición ancestral que sigue vigente y en constante redescubrimiento.

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El museo no solo preserva la memoria de la producción y transformación del regaliz, sino que también invita a los visitantes a sumergirse en una narrativa que combina arqueología industrial, aromas y sabores, y que revela los procesos que convierten la raíz en un producto final apreciado en todo el mundo.