El pueblo más alto de España está en Teruel: una villa rural a casi 1.700 metros de altura que es un paraíso para los amantes de la nieve

Este enclave se caracteriza por su imagen de postal y por ser un referente del esquí en nuestro país

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Alberga una estación de esquí perfecta para disfrutar en familia y un hermoso casco histórico

España presume de una riqueza sorprendente en sus pueblos de montaña, muchos de ellos anclados a miles de metros sobre el nivel del mar. Alejados del bullicio de las ciudades y ajenos al ajetreo de la costa, estos pueblos constituyen destinos perfectos para quienes buscan naturaleza, tranquilidad, deportes de aventura y paisajes inolvidables. Viajar por el interior montañoso español es descubrir rincones ocultos y tradiciones centenarias que aún perviven en pequeñas comunidades a gran altitud.

Entre todos los núcleos rurales que se extienden por montañas y valles, Valdelinares se erige como el pueblo más alto de España, un auténtico emblema de turismo rural y deportivo para viajeros nacionales e internacionales, especialmente en los meses de invierno. Con 1.695 metros de altitud sobre el nivel del mar, Valdelinares —en la comarca de Gúdar-Javalambre, provincia de Teruel— ostenta el título de pueblo más alto del país. No obstante, cabe aclarar que el punto habitado con más altura de nuestro país es Pradollano, una pedanía correspondiente al municipio de Monachil, en Granada, que cuenta con una altura de 2.078 metros sobre el nivel del mar.

Esquí y naturaleza: el gran atractivo invernal

Valdelinares, en Teruel (Turismo Gúdar-Javalambre).
Valdelinares, en Teruel (Turismo Gúdar-Javalambre).

El invierno transforma los paisajes en Valdelinares en un escenario privilegiado para los amantes de la nieve y el deporte. La estación de esquí de Aramón Valdelinares, situada apenas a siete kilómetros del pueblo, acoge cada año a miles de turistas, muchos procedentes de la cercana Valencia, que aprecian la comodidad de un acceso fácil y rápido —solo una hora y media de trayecto en coche—. El complejo ofrece pistas, equipamiento moderno y todo lo necesario para pasar una jornada única en la nieve.

Este entramado turístico ha posicionado a Valdelinares como “el espacio preferido de los valencianos” para practicar esquí, según recoge la web de Turismo de Aragón. Las instalaciones de la estación, junto con el trato acogedor de los habitantes, han convertido a la localidad en un referente de turismo activo en la provincia de Teruel, generando a su vez una estrecha relación con el paisaje que lo rodea.

Además de las nieves y el esquí, Valdelinares destaca por albergar una joya botánica única: el pino moro. Esta especie, de nombre latino ligado a “Val de Lignare” (‘Valle entre pinares’), solo se desarrolla en regiones de alta montaña con condiciones específicas que también se encuentran en los Alpes, los Cárpatos o los Pirineos. Este valor forestal sitúa a Valdelinares en el mapa europeo del patrimonio botánico, haciendo del entorno un campo de estudio y admiración para naturalistas y visitantes. El bosque de pino moro recorre las inmediaciones del pueblo, brindando sombra, oxígeno y una belleza que cautiva durante todo el año, especialmente en primavera y verano, cuando las rutas de senderismo se llenan de aficionados a la naturaleza.

Un pueblo con encanto rural

Valdelinares, en Teruel (Adobe Stock).
Valdelinares, en Teruel (Adobe Stock).

Pero más allá de las alturas y la naturaleza, el núcleo urbano de Valdelinares conserva su pintoresco carácter. Las calles angostas y casas de piedra guían al viajero hacia auténticas joyas arquitectónicas, como la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, del siglo XVIII, y la Ermita de Nuestra Señora de Loreto, otro ejemplo de la herencia espiritual y artística local de la misma centuria. Cada rincón del municipio conserva la esencia de los pueblos de montaña aragoneses, donde la calma permite apreciar detalles y tradiciones que se han mantenido inalterables con el paso del tiempo.

El atractivo patrimonial se complementa con el impresionante entorno natural que rodea el pueblo. Existen numerosas rutas de senderismo para todos los niveles, pero una de las más demandadas y bellas es la del sendero de la cascada de Las Lavaderas. Esta ruta lleva a uno de los parajes más espectaculares de la región, donde la subida se compensa con la vista y el sonido del agua al descender en plena naturaleza.

Cómo llegar

Desde Teruel, el viaje es de alrededor de 1 hora y 5 minutos por la carretera A-226. Por su parte, desde Zaragoza, el trayecto tiene una duración estimada de 2 horas y 30 minutos por la vía A-222.