El pueblo en el que reina el arte de murales y trampantojos que está a solo hora y media de Madrid

Este lugar es conocido por ser un museo al aire libre hecho por una vecina que representa escenas cotidianas rurales

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Moranchel, pueblo trampantojo / Composición
Moranchel, pueblo trampantojo / Composición fotográfica con Canva

Cerca de Madrid hay pueblos que tienen un encanto particular y guardan secretos en lugares particulares que cuentan la historia de unos vecinos. En la provincia de Guadalajara se encuentra uno de esos lugares escondidos que tienen historia y mucho arte: Moranchel.

Moranchel es una localidad que se encuentra en la Comarca de la Alcarria, a tan solo una hora y media de Madrid. No es un pueblo, sino una EATIM: Entidad de ámbito territorial inferior al municipio. Según el Instituto Nacional de Estadística, la población de este municipio era de 35 habitantes en 2024.

¿Cómo un sitio tan pequeño puede ser un atractivo para visitar? Gracias a su arte. En esta pedanía se encuentra la Ruta de los Trampantojos, una senda por la propia aldea creada por una vecina del lugar: Asunción Vicente. Esta artista se dedicó a transformar las fachadas de las pocas calles de Moranchel para pintar en ellas obras artísticas que crean ilusiones ópticas a la vez que representan escenas cotidianas de la vida rural y del municipio. Según El Confidencial, se inspiró en los murales del Valle del Loira en Francia.

Calles llenas de color que aportan belleza a cada rincón de este pequeño lugar. Además, hay espacio para realizar críticas sociales y denuncias. Los murales de Asunción Vicente han transformado la aldea y ahora es un sitio lleno de luz, color y muy visual. Además, la artista los ha hecho todos de forma altruista.

“La Panadería de Moranchel”, su trampantojo más famoso

Asunción Vicente tiene un blog donde actualiza novedades que ocurren en relación a sus murales o a la aldea. En él explica la intención de realizar “La Panadería de Moranchel”, su trampantojo más famoso. Este proyecto artístico pretende demostrar tres cosas, según la pintora.

Hace una crítica social a lo sencillo que es mentir en Internet y cómo una persona puede hacerse pasar por otra, crear una vida perfecta o montar un negocio. “La Panadería de Moranchel” es también una idealización de su pueblo, el cual nunca tuvo una panadería ni servicios prácticamente. Un reflejo de esa España vaciada en la que ningún negocio es viable por sus pocos habitantes.

Adiós al trampantojo de “La alacena”

La artista anunció en su blog la retirada de uno de los trampantojos de Moranchel, “La alacena”. Un mural que simulaba unas estanterías como tarros y jarrones. No ha sido una desaparición por decisión de una persona, sino por el tiempo.

Este trampantojo fue pintado en 2012 y tal y como afirma Asunción Vicente: “El poder del sol, la lluvia y los líquenes son fascinantes”.

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Debido al desgaste por el tiempo y los fenómenos naturales, la artista tiene un nuevo reto por delante para seguir decorando la aldea con arte y crítica social. Explica en su blog: “Será un proceso lento, frágil y sutil. La prioridad máxima no es conservar la pintura originaria si no conservar los líquenes”.

Moranchel y sus senderos

Moranchel se caracteriza por su museo al aire libre y esos trampantojos que guardan un trozo de la historia de la aldea. Sin embargo, no es un lugar que destaque por sus monumentos, aunque existe la Iglesia del Dulce Nombre de Jesús y su Ayuntamiento.

Fuera de la pedanía, Moranchel tiene unas rutas de senderismo para estar en contacto con la naturaleza y encontrar esa tranquilidad dentro del silencio que aporta estar rodeado de mucho verde y animales.

Ese silencio rural lo convierte en un pueblo óptimo para pasar un día lleno de paz y paredes llenas de arte. Además se encuentra cerca no solo de Madrid, sino de pueblos muy conocidos de la provincia de Guadalajara, como Brihuega y sus campos de lavanda, a 24 minutos, y Sigüenza, a 35 minutos.