El impresionante hotel de Andorra incrustado entre montañas a casi 2.000 metros de altura: un spa, rutas de senderismo y bonitas vistas

El verano está íntimamente ligado al sol y a la playa, pero son muchos los viajeros que están comenzando a buscar otras opciones debido a la masificación y los altos precios. Por ello, para quienes buscan descanso y desconexión, unas vacaciones cerca de la naturaleza con ríos y lagos donde refrescarse alejados de las aglomeraciones son la opción ideal. En este sentido, Andorra cuenta con una gran oferta de actividades para disfrutar de unas vacaciones únicas. Aunque el país es conocido por sus impresionantes estaciones de esquí, la época estival es un tesoro aún por descubrir para muchos.

Otro de los motivos por los que elegir Andorra en verano son las buenas temperaturas. Mientras que en otros sitios el calor es insoportable, Andorra cuenta con una temperatura que oscila entre los 20 °C y los 30 °C en estas fechas. Las noches son frescas gracias a su situación entre montañas, lo que proporciona un descanso asegurado para aquellos que huyen del calor. Pero si por algo llama la atención es por su amplia oferta turística, donde se pueden disfrutar de infinidad de actividades y de impresionantes hoteles.

De hecho, Andorra cuenta con un alojamiento que reúne todo lo necesario para disfrutar de unas impresionantes vacaciones rurales en mitad de la naturaleza. Estamos hablando del Park Piolets Hotel & Spa, un hotel incrustado en el corazón de la montaña andorrana donde el lujo y la comodidad van de la mano. Ubicado en Soldeu y con 5 estrellas, este alojamiento es uno de los más impresionantes del país, pues se ubica a casi 2.000 metros de longitud a los pies de una de las joyas esquiables de Europa, la estación de Grandvalira.

Entre las paredes del Park Piolets Hotel & Spa el viajero puede disfrutar de una experiencia única. Este alojamiento cuenta con todo tipo de comodidades y servicios y sus habitaciones invitan al descanso y la tranquilidad. Además, cada una de ellas alberga una terraza exterior que brinda unas maravillosas vistas de la montaña andorrana. Por no hablar de su diseño, el cual combina funcionalidad y estética, con una clara intención de integrarse en el entorno natural. Así, el viajero puede disfrutar de cuatro tipos de habitaciones que van desde la Premium hasta la Suite.

Pero más allá de esto, el hotel cuenta con un spa ideal para cualquier época del año. Gracias a sus más de 1.700 metros cuadrados de extensión, el viajero puede disfrutar de diferentes masajes y tratamientos de salud, belleza y bienestar. Igualmente, el Park Spa Mountain Wellness Club cuenta con zonas al aire libre donde poder disfrutar del circuito de aguas con unas vistas inmejorables. Además, es un plan perfecto para hacer con toda la familia, ya que los menores de 14 años pueden acceder acompañados por un adulto en el horario Spa Family (de 13 h-18 h).

Tampoco hay que olvidarse de su increíble oferta gastronómica, la cual ofrece una amplia variedad en cada uno de sus restaurantes. “Desde la alta cocina china más exclusiva, de la mano de la familia Kao, hasta las recetas mediterráneas de nuestro Restaurante buffet, sin olvidar las deliciosas y desenfadadas propuestas de nuestro Lounge Bar y la elegancia de nuestra Moët & Chandon Terrace”, destacan desde su portal web.

Uno de los mayores atractivos del Park Piolets Hotel & Spa es el entorno natural que lo rodea, lo que lo convierte en un espacio ideal para alojarse y disfrutar de la naturaleza. Se encuentra solo a 10 minutos en coche de espacios naturales donde refrescarse como el Lago Juclar o el río Incles. A un poco más de distancia también se encuentra el Lago del Forn, donde se puede practicar actividades como kayak, tirolinas y otros deportes de agua. Estas son algunas opciones, pero Andorra cuenta con muchas zonas de aguas habilitadas para el baño y abiertas al público.

Para los más aventureros también se pueden realizar actividades como trekking, trailrunning o golf, mientras que los amantes del senderismo, existen algunas rutas como la de Juclar por el Vall d’Incles, así como excursiones a los lagos de Pessons o El Camino del Gall. Pero esto no es todo, pues Andorra también permite descubrirla encima de una bicicleta gracias a los más de 200 kilómetros de rutas ciclistas con diferentes niveles de dificultad.