Las escenas por las que Rosa Peral denuncia a Netflix: Úrsula Corberó cubierta de sangre, un empleo de ‘stripper’ y una hija traumatizada

La demanda de la condenada por el ‘crimen de la Guardia Urbana’ recorre varios momentos de ‘El cuerpo en llamas’ que no aparecen en la sentencia judicial

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Tráiler oficial de la nueva miniserie de Netflix 'El cuerpo en llamas', disponible a partir del 8 de septiembre

Este martes ha comenzado el juicio entre Rosa Peral y Netflix, en el que la famosa perpetradora del crimen de la Guardia Urbana exige el pago de casi 30 millones de euros por la serie El cuerpo en llamas.

El asesinato de Pedro Rodríguez a manos de dos agentes, Rosa Peral y Albert López, con los que se había formado un triángulo amoroso, ha sido uno de los sucesos más mediáticos que ha pasado por los tribunales. Una fama que no se debe solo a los hechos, sino que en gran parte se ha acentuado por las sucesivas producciones audiovisuales que se han realizado sobre el caso y los numerosos procesos legales que Rosa Peral ha iniciado contra Netflix a raíz de una serie inspirada en su crimen, El cuerpo en llamas.

El “monstruo del cuarto de abajo” aparece cubierto de sangre

El 8 de septiembre de 2023 se estrenó en la plataforma de streaming esta serie, protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez. Una ficción de ocho capítulos en los que, pese a estar basada en hechos reales, se tomaba bastantes licencias creativas que, en la mayoría de los casos, tendían a exagerar o dramatizar el papel de la agente de la Guardia Urbana y su implicación en el asesinato.

Varios de esos elementos que la serie cambió respecto a la realidad giran en torno a la hija de Rosa Peral. Cabe decir que, en la vida real, esta mujer tuvo dos hijas -de 4 y 6 años- con un exnovio, mientras que en la serie se trataba de una única descendiente -de 7 años- que nació de un matrimonio, también ficticio.

En El cuerpo en llamas, se puede ver cómo la hija de Rosa Peral se encuentra, desde el inicio, traumatizada por la separación de sus padres -hasta se orina en la cama- y sufriendo terrores nocturnos con “el monstruo del cuarto de abajo”, lo que se relaciona con el hecho de que sabe que su madre ha matado a Pedro Rodríguez.

Además, en el séptimo episodio se narra cómo encuentra a su madre cubierta de sangre, algo que no aparece en la sentencia judicial, puesto que pese a que otro testimonio aseguró que esto había ocurrido y que la niña se lo había contado, la hija mayor, quien habría sido la señalada, se negó a declarar contra su madre.

Un mal innecesario e inventado

La menor aparece en todos los episodios de la serie y cuenta con un peso narrativo que, desde la demanda presentada por la abogada de Rosa Peral, a la que ha tenido acceso el diario El Mundo, se ha tildado de innecesario. “Los creadores podrían haber explicado la misma historia sin necesidad de involucrar a la menor”. “Es evidente el daño psicológico, afectivo, emocional, social y hasta físico que semejante situación puede provocar en la menor”, insiste la letrada al citado medio.

En la demanda también se han incluido otras escenas que desde la acusación se han señalado como falsas. Y es que, en la serie, Rosa Peral aparece como una madre que no quiere tener contacto con sus hijas durante más de dos años, además de mostrar algunas escenas en las que esta mujer mantiene una actitud agresiva con la hija, sacándola del coche con gritos y empujones.

Netflix, por su parte, aseguraba que el personaje de la niña es incidental y colateral de la trama y, además, necesario para entender el complejo perfil de Rosa Peral.

Cuánto pide Rosa Peral a Netflix

Por todo ello, Rosa Peral solicita a la productora un euro por cada una de las horas que la serie se haya reproducido como indemnización para su hija, a raíz de los daños morales que la ficción le ha provocado. Al mismo tiempo, también ha pedido otros 10 céntimos por hora para ella misma por la imagen de madre negligente que la serie da de ella. En total, si se tienen en cuenta los datos ofrecidos por Netflix, el pago resultaría en 29,2 millones de euros (por los más de 26 millones y medio de visitas).

Esta no es el único proceso legal que Rosa Peral ha mantenido con Netflix desde el estreno de la serie. Cabe recordar que, en abril de 2024, la Audiencia de Barcelona estimaba el recurso de la agente de la Guardia Urbana después de que esta denunciara que en la serie habían utilizado su imagen sin su consentimiento.

De hecho, la demanda también deja caer que, por esto mismo y por las “connotaciones negativas” con las que se habla de la vida sexual de Rosa Peral -que en la serie aparece como ‘stripper’-, se podría dar una violación de su libertad sexual al mostrar esa vida íntima alterada “máxime sin su permiso siquiera”.

Hay que recordar que Rosa Peral sí que autorizó, e incluso participó, en el documental lanzado también por Netflix, Las cintas de Rosa Peral, donde la exploración que se hace del caso es más fidedigna e incluso se incluye, por primera vez, el testimonio de la condenada.