Bruselas, 19 jun (EFECOM).- El principal objetivo de la futura Política de Cohesión debe seguir siendo impulsar la convergencia territorial y reducir las disparidades regionales, aunque también apoye otras prioridades del bloque como las transiciones verde y digital, según expone en un informe el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE).
En el documento presentado este jueves, los auditores europeos reconocen la importancia de que esta Política -que representa alrededor de un tercio del presupuesto de la UE- esté dotada de cierta "flexibilidad" para la gestión de sus recursos, pero advierten de que esto provoca que esté "más fragmentada" y "corra el riesgo de desviarse de su objetivo principal".
Así, recuerdan que los fondos de Cohesión se han utilizado en los últimos años para "atender un conjunto cada vez mayor de prioridades y objetivos" del bloque, así como en la respuesta a "situaciones excepcionales" como la pandemia de la covid y el "flujo masivo" de refugiados procedentes de Ucrania.
"Es fundamental que los objetivos de la futura Política de Cohesión sigan arraigados en las necesidades de desarrollo de cada región y sigan centrándose en el refuerzo de la convergencia económica y social", subrayan.
Este mensaje forma parte de un informe en el que el Tribunal de Cuentas aporta una serie de recomendaciones de cara a la futura Política de Cohesión, cuya reforma será impulsada por la Comisión Europea de forma paralela al nuevo presupuesto de la UE para el periodo 2028-2034.
"La Política de Cohesión es la principal política de inversión de la UE y a menudo se considera una piedra angular de la integración en la UE. Sin embargo, su aplicación no es ideal", Alejandro Blanco Fernández, miembro del Tribunal y responsable del texto.
Frente a la falta de "mucho éxito aparente" con el mayor énfasis que se ha puesto durante los últimos años en los resultados, los auditores sugieren "estudiar la posibilidad de apoyar reformas nacionales y regionales para que las inversiones financiadas por la UE sean más eficientes y eficaces".
En este sentido, señalan que si se quiere aplicar en la Política de Cohesión el modelo del fondo de recuperación basado en resultados y que vincula los desembolsos a la adopción de reformas e inversiones, ven "fundamental" hacer balance de las "deficiencias detectadas" en la gestión de dicho instrumento.
En concreto, enfatizan que los futuros recursos de Cohesión "se gestionen con suficiente transparencia y rendición de cuentas, y que las disposiciones para recuperar los fondos utilizados indebidamente sean eficaces".
Con el objetivo de garantizar la absorción de los fondos regionales, uno de los principales problemas de este programa, el informe aboga por adoptar la reforma de la Política de Cohesión cuanto antes a fin de asegurar "una programación más rápida" y de proporcionar "un nivel adecuado de prefinanciación (anticipos)".
Asimismo, apuntan que la Cohesión se rige por normas "a menudo demasiado complejas, lo que puede dar lugar a trámites burocráticos innecesarios y a un alto riesgo de error". EFECOM