El sueño duró 71 minutos

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Ramón Orosa

Redacción deportes, 8 may (EFE).- El sueño de la remontada, imposible casi tras el 0-3 de la ida, y más tras confirmarse las bajas temidas de Oihan Sancet y los hermanos Williams, le duró al Athletic en Old Traffford 71 minutos.

Los que tardó el United en abrir su marcador. Lo hizo Mason Mount para igualar un golazo de Mikel Jauregizar a la media hora de partido. Un tanto que disparó la ilusión que la afición rojiblanca, desplazada en masa a Manchester, había logrado mantener en la dura semana que ha pasado tras el varapalo del jueves anterior.

Hasta la elección del nuevo Papa alimentaba en las horas previas esperanzas. Leon XIV. 'Habemus remontada' creían muchos por el nombre del nuevo Pontífice y el juego al que anima el número que le acompaña. Un 1-4 decían unos, 1-5 se atrevían a apuntar otros.

En esas estaban muchos cuando llegó el mazazo, el gol que acabó con todo y además abrió un tanteador, como el de la ida, enormemente injusto para un Athletic que no mereció tal castigo. Al final, un increíble 4-1 que para nada explicaba el partido. Como tampoco lo hacía el 7-1 del global de la eliminatoria.

Un castigo desproporcionado y durísimo para un equipo que tendrá que esperar, a saber hasta cuando, por verse en otra así. El varapalo además lo acentúa el hecho de que la final es en San Mames y el doble sueño de jugar la final y hacerlo en 'La Catedral' se rompió en semifinales.

Anteriormente lo había alimentado con una Fase de Liga espectacular, segundo de 36 equipos, y con dos eliminatorias que superó con solvencia ante clásicos como la Roma y el Glasgowe Rangers.

Lo intentó también frente al United, pero la eliminatoria se le torció a la media con dos goles y una roja en apenas 25 segundos reales de juego.

Noqueado, perdió 0-3 al descanso en casa, aguantó en inferioridad la segunda mitad y fue capaz de rehacerse para la vuelta. Para la que, otro castigo, perdió a sus estrellas, Nico e Iñaki Williams y Oihan Sancet, También a Dani Vivián, el expulsado en la ida.

Demasiado viento contra para una carrera como la que necesitaba. Aún así, salió al campo, dio la cara y alimentó durante 71 minutos el sueño de su entregada afición, la mucha que fue a Old Trafford y la que se tuvo que quedar en Bilbao. Llegó el empate, la colina sel hizo montaña al Athletic, y ya, derrotado, el United hizo sangre.

No mereció tanto revés el Athetic, pero el fútbol a veces tiene esas cosas. Ocurre lo que no procede y el Athletic tendrá que esperar aún más para ese título europeo que sumar a sus 8 Ligas y 25 Copas. Le redondearía su gran palmarés. EFE