Madrid, 8 may (EFE).- Uno de los acusados del asesinato de la dueña de un prostíbulo de Pezuela de las Torres (Madrid), al que las pruebas apuntan como presunto autor material de las 23 puñaladas que recibió la víctima, ha afirmado que forcejeó con ella porque estaba a punto de matar a su tía, que es otra acusada, pero no recuerda haberle clavado el cuchillo.
Su tía, que era una de la mujeres prostituidas en ese local, ha declarado que su sobrino la defendió de su agresora y ella no vio que la apuñalara.
La Audiencia de Madrid ha continuado este jueves el juicio con jurado a Leila Laura G.M., su sobrino John M.G. y a Sebastián E.M. por la muerte de Altagracia E.S. el 6 de febrero de 2023 en el establecimiento 'Bar El Pinar', situado en la carretera CM-2004 del municipio madrileño de Pezuela de las Torres.
La Fiscalía pide 24 años de prisión para los dos primeros, de origen colombiano, como coautores materiales de un asesinato con alevosía. Para el tercero pide 10 años de cárcel como cómplice porque les ayudó a huir.
Este jueves han declarado dos de los acusados, Leila Laura y John, tía y sobrino de origen colombiano, y que han contestado extensamente a preguntas de todas las partes.
John ha negado de entrada que matase a la dueña del local en el que era prostituida su tía, aunque ha reconocido que forcejeó con ella y le quitó un cuchillo que tenía, la empujó y la dejó sobre la cama "viva" y sin sangre.
Ante la insistencia de la fiscal y de las acusaciones particulares sobre si mató a Altagracia, ya que las pruebas le apuntan, John ha acabado diciendo: "A las pruebas me remito, si hay unas pruebas...".
"No recuerdo haber clavado el cuchillo. Me siento mal porque no recuerdo nada", ha sostenido, dejando claro que él fue a recoger a su tía al prostibulo porque ella le llamó, a llegar la defendió al verla en peligro y "jamás" pensó en "causar un daño o quitar una vida".
Por su parte Leila Lucía ha negado que matara a Altagracia, a la que llamaba Katy, ni que viera a su sobrino John hacerlo, así como que estuviera tratando de huir del país cuando fue detenida en el aeropuerto de Barajas, unas semanas después del crimen.
Ha explicado que el día anterior al suceso ella había discutido con Altagracia porque no le daba un dinero que le debía ni su pasaporte, y que la dueña del prostíbulo estaba tan "agresiva" que ella se encerró en su habitación hasta el día siguiente, cuando llamó a su sobrino John para que la recogiera porque estaba asustada.
John llegó en el coche de un amigo de ella, Sebastián -que es el tercer acusado- y ella le dijo que iba a entrar para coger unas compras que tenía en su habitación y reclamar su pasaporte.
Fue a la habitación de Altagracia, quien se negó a darle su pasaporte y sacó un cuchillo, atacándola, por lo que ella pidió ayuda a gritos.
Ambas forcejearon hasta que John entró en la habitación, la apartó a ella de un golpe para ayudarla y comenzó a forcejear con su agresora.
Ha asegurado que ya no vio más porque se fue a la calle, tras lo que poco después salió su sobrino y se fueron.
Ella tenía "mucho miedo", y por eso no denunció que la hubieran atacado.
Este jueves también han declarado dos forenses que practicaron la autopsia, que han detallado que Altagracia murió desangrada tras recibir 23 puñaladas perpetradas por una única persona. EFE
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