Madrid, 7 may (EFE).- El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) afronta este miércoles la votación de los nombramientos de las presidencias de la Sala Penal y Contencioso del Supremo, pese a que los dos grupos continúan enfrentados y sin visos de acuerdo.
La presidenta del CGPJ, Isabel Perelló, tiene intención de que se celebre esa votación, si bien los vocales ven posible que dé un paso atrás tras comprobar que en los últimos días no ha habido ninguna aproximación entre los dos sectores, el progresista y el conservador.
El pasado 31 de marzo, Perelló retiró por segunda vez del orden del día del pleno los nombramientos de ambas presidencias, que ella misma había incluido para sorpresa de los vocales, tras constatar que no había posibilidad de pacto, si bien acordaron retomar las negociaciones para explorar un acuerdo en mayo.
Las fuentes de ambos sectores consultadas por EFE han confirmado la falta de acuerdo, de la que ambos se responsabilizan. Los conservadores apuntan que los progresistas no quieren negociar, sino dejar en evidencia a Perelló, mientras que los segundos rebaten que es imposible negociar con quien no se baja de una propuesta de máximos.
De modo que las posiciones entre los grupos, hasta la fecha, se mantienen inamovibles. Ana Ferrer y Andrés Martínez Arrieta se disputan la Sala de lo Penal; Pablo Lucas y Pilar Teso la Sala de lo Contencioso.
Los progresistas lamentan que Perelló parece haber tomado partido por los aspirantes de los conservadores (Arrieta y Lucas) y que ellos reclaman que, al menos, se cumpla la ley de paridad. En todo caso, para el acuerdo se requieren 13 apoyos y los números no dan.
La última propuesta de los conservadores de aceptar a Ferrer para una futura presidencia de la Sala de lo Militar, que se convocará en próximas fechas por la jubilación de su presidente, no es viable a tenor de las fuentes consultadas.
Aunque no se alcance el acuerdo, sí puede haber un par de consecuencias, explican las fuentes. Primero, las responsabilidades, es decir, a quien o quienes se culpará del fracaso en la votación, si es que esta se produce.
Y más importante, precisan las fuentes, es que si se producen tres votaciones sin éxito se puede reiniciar todo el trámite para las presidencias, esto es, se abre la puerta a sacar a concurso nuevamente la convocatoria de las presidencias en el BOE. EFE