Contar el pasado a las nuevas generaciones acercando la historia mediante fotos antiguas

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Christian Afonso

Las Palmas de Gran Canaria, 19 abr (EFE).- Una fotografía es un instante captado para perdurar durante generaciones y servir como elemento de aprendizaje o de recuerdo. Canarias Retro, impulsada por estudiantes de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), busca contar el pasado de las islas acercando la historia a través de instantáneas a las nuevas generaciones.

Un instante encapsulado para siempre muestra el día en que se puso la primera piedra del Puerto de La Luz, en Las Palmas de Gran Canaria, en 1883. O capta cómo jornaleras del tomate trabajan en una empaquetadora en el sureste de la isla. Ambos momentos son dos de las escenas que este colectivo ha querido recrear con la colaboración de muchos jóvenes (y no tan jóvenes) que quisieron pasar un rato entretenido y conocer más sobre esos acontecimientos.

Los promotores de esta aventura son Samuel David Brito, Elena Díaz y Victoria Rodríguez, que decidieron unir la fotografía y la cultura canaria para lanzar esta iniciativa, que ha sido financiada con fondos europeos dirigidos a iniciativas juveniles de las regiones ultraperiféricas.

Brito y Díaz explican en conversación con EFE que quienes se acercan hasta las actividades que realiza Canarias Retro -seis ya desde noviembre- tienen "interés por aprender" algo más acerca del pasado isleño, y que esa curiosidad se va alimentando con las mismas ponencias y recreaciones fotográficas.

Y es que, alrededor de la recreación fotográfica en sí, confluyen otras acciones para profundizar en cada una de las escenas, desde charlas, conferencias y ponencias a visitas guiadas o coloquios entre los participantes.

Así, han podido profundizar en cómo es la pesca artesanal en el municipio de Agaete; la historia de la primera mujer que condujo una guagua en Las Palmas de Gran Canaria, Angelita Pérez; o sobre la trayectoria deportiva de un ilustre de la isla como el Club Voleibol Guaguas.

Y la próxima actividad, ya cerrada, será el próximo sábado, 26 de abril, en Teror, donde recrearán imágenes antiguas del mercadillo del pueblo, uno de los más antiguos de Canarias.

"Estamos bastante contentos, porque en general hemos tenido una respuesta más positiva de la que nos esperábamos", explica Elena Díaz, quien agrega que cada vez se va uniendo más gente a sus acciones y que ello les "motiva a seguir ideando nuevos eventos".

Porque la idea es continuar más allá de los diez meses que cubre la financiación con fondos europeos de este proyecto, y poder constituirlo en una asociación como tal.

Brito apunta que el objetivo es "llegar al máximo de jóvenes posible" y que, para ello, también buscarán alianzas con entidades públicas y privadas para seguir desarrollando estas actividades. Aunque el público objetivo está entre los 16 y los 28 años, la participación está abierta para cualquier persona fuera de ese rango.

Y también asegura que quien va a una de sus actividades, suele repetir al menos en otra: "Ambos hablamos con muchas personas y todas opinan igual, que les encanta, y nos preguntan cuándo es el siguiente".

La creatividad está en el centro del proyecto. Así lo resumen sus impulsores, que se nutren de los archivos de la ULPGC, de la Fedac o de páginas web y de redes sociales en las que suelen publicarse este tipo de imágenes para buscar los temas de los que versará cada una de las acciones que organizan.

"Una vez en estos lugares, las intentamos ubicar y lógicamente pensar en aquellas que sean posibles de recrear", relata Brito, que ahonda en que intentan elegir aquellas instantáneas con las que pueden "reivindicar el momento que reflejan" y que les sirvan para poder juntarse y debatir sobre ellas. "Que tengan siempre ese mensaje detrás", apostilla Díaz.

"Nuestro objetivo es sacar a la luz la historia que tiene detrás cada fotografía, llegar a los jóvenes y que la conozcan", remarcan.

Y en esa tarea, que buscan poder convertir en un "legado" que dejen a quienes vienen detrás, también quieren tener en cuenta a la comunidad educativa, e intentar cerrar actividades en las que participen estudiantes de institutos de la isla, o incluso compañeros de la Universidad.

Y también buscan optar a nuevas subvenciones de otras instituciones como ayuntamientos o el propio Cabildo insular para reforzar este proyecto, que sigue en pañales pero quiere convertirse en un foco potente de conocimiento histórico para las nuevas generaciones. EFE

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