Uno de cada cuatro adolescentes ha sufrido violencia familiar durante el último año

El estudio de la Universidad de Barcelona revela que un 26 % de adolescentes sufre violencia familiar, destacando la violencia psicológica y la mayor vulnerabilidad entre chicas y jóvenes LGTB

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Madrid, 23 ene (EFE).- Uno de cada cuatro adolescentes de 14 a 17 años afirma haber sufrido en el último año algún tipo de violencia en el entorno familiar, de forma física (golpes o patadas), psicológica (gritos, humillaciones o amenazas) o ha sido testigo de situaciones de violencia entre sus progenitores.

Es una de las conclusiones del estudio "El maltrato y la exposición a violencia familiar" de la Universidad de Barcelona, analizado este jueves por Unicef, que retrata la prevalencia de la violencia que sufren los adolescentes en el ámbito familiar a través de una encuesta a más de 4.000 chicos y chicas durante el curso escolar 2022-23.

 Según el informe, un 26 % de los jóvenes de entre 14 y 17 años sufre algún tipo de violencia por parte de sus progenitores o cuidadores.

La más frecuente es la violencia psicológica, el 16,9 % han sentido miedo o un grave malestar por los gritos, humillaciones o amenazas recibidos; otro 7 % es víctima de violencia física (golpes, patadas u otros daños físicos).

El muestreo ha permitido constatar también otros casos de violencia directa como la violencia sexual, la negligencia o descuido por parte de los padres de cubrir las necesidades básicas de alimentación, salud o seguridad a sus hijos, o la violencia pasiva, que incluye el abandono o la frecuente ausencia de los padres.

Además, un 14,2 % de los adolescentes aseguraron haber sufrido violencia indirecta, con importantes efectos en la salud mental de los jóvenes.

El análisis de la Universidad de Barcelona constata que las experiencias de victimización son más prevalentes entre las chicas, que presentaron el doble de riesgo de sufrir violencia directa por parte de sus figuras cuidadoras y de exposición a violencia en el núcleo familiar.

Además, tienen casi tres veces más riesgo de exposición a violencia física entre progenitores, un dato que podría deberse a una "mayor percepción de la gravedad de estas conductas" y al hecho de que, en casos de violencia de género, sea "más fácil" para el agresor ejercer violencia contra su pareja delante de su hija que delante de su hijo adolescente, explica Noemí Pereda, investigadora de la UB y autora del informe.

El estudio muestra una mayor victimización en los adolescentes de menor edad, que tienden a ser "más dependientes o débiles físicamente"; y en aquellos jóvenes que pertenecen al colectivo LGTB, que sufren mayor violencia a causa de "una intolerancia o reticencia en muchos padres para aceptar orientaciones sexuales que no sean la heterosexual".

La directora de Influencia, Programas, Alianzas de UNICEF España, Lara Contreras, ha subrayado que "la mayoría de las situaciones de violencia contra la infancia y la adolescencia suceden en los entornos cotidianos de su vida, a manos de las figuras que deberían protegerles y cuidarles".

 "Ninguna forma de violencia contra niños, niñas y adolescentes es tolerable, y tener que atender a una víctima es haber llegado tarde. La violencia es prevenible, pero para ello hay que saber actuar, porque las secuelas psicológicas pueden afectar durante toda una vida", ha advertido Contreras. EFE