Madrid, 26 dic (EFE).- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a entre 16 y 7 años de cárcel a cinco personas por la muerte de un pastor evangélico que medió en una disputa entre familias y que fue tiroteado en plena calle del barrio madrileño de Las Rosas el 16 de marzo de 2022.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, la mayor condenada ha sido impuesta a Antonio Vargas, quien tendrá que cumplir 15 años de prisión por asesinato y un año más por tenencia ilícita de armas.
Mientras, el tribunal ha impuesto otros 15 de años de cárcel por asesinato a Enrique Vargas y Cristian Vargas -los tres del clan de los Vargas- por la muerte de Joaquín Jiménez -del clan de los Limpia-, al que tendieron una emboscada con varios coches.
Por su parte, la Audiencia ha condenado a siete años y medio de prisión a Gema Jiménez, esposa de Enrique, y al hijo de ambos, Abraham Vargas, por cómplices de asesinato. Luis Vargas, hermano de los condenados, ha sido absuelto.
Los tres hermanos condenados reconocieron en el juicio su participación en el asesinato de Joaquín, motivado porque el pastor medió entre los Vargas y los Limpia por un divorcio, después de que estos últimos solicitaran los primeros una cantidad de dinero que consideraron elevada.
Durante el juicio, Enrique Vargas explicó que su hijo Abraham vivía con su mujer en su casa y que por diversos problemas decidieron separarse cuando ella estaba embarazada. Por la ley gitana la familia de ella le reclamó una indemnización que en principio era de 18.000 euros.
Como no tenía dinero para pagar -relató- fue pasando el tiempo y recibió amenazas por parte de la otra familia. Según su versión, la víspera del día de los hechos mantuvieron una reunión en la que participó la víctima y en la que le exigieron los 18.000 euros de indemnización más 12.000 por la demora en el pago.
Enrique -siempre según su testimonio- se bloqueó, decidió ir "a por ellos" y organizó una emboscada. A las tres de la tarde del día fijado bloquearon con dos coches al que conducía el pastor en la confluencia de la avenida de Guadalajara con la plaza de Alsacia y le tirotearon.
Sin embargo, la familia de Joaquín, del clan de los Limpia, aseguró que el pastor solo trató de defender a una joven que era maltratada.
"Mi marido era un mediador. Ayudaba a la gente porque tenía un corazón noble", dijo la viuda en una sesión de la vista oral.
Durante el juicio se vivieron momentos de tensión entres las dos partes y a la salida de la Audiencia Provincial de Madrid hubo dos altercados cuando la familia del fallecido trató de agredir a dos de los acusados. En uno de los casos lo consiguió y tuvo que intervenir la Policía. EFE