Marta Díez, enfermera dermoestética: “Tu cepillo del pelo también caduca”

La acumulación de restos de productos o la deformación de las cerdas pueden ensuciar y dañar el cabello

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El cepillo del pelo también
El cepillo del pelo también debe cambiarse cada cierto tiempo. (Freepik)

En la rutina capilar solemos prestar toda la atención a los productos que utilizamos, desde los champús purificantes hasta las mascarillas nutritivas o los sérums reparadores. Sin embargo, incluso las fórmulas más avanzadas pueden resultar insuficientes. Muchas personas, al poco tiempo de lavarse el cabello, vuelven a notar que este está apagado, graso o encrespado; y, en algunas ocasiones, la causa no está en lo que aplicamos durante el lavado.

Igual que sucede con las brochas de maquillaje o las esponjas faciales, las herramientas que usamos en el cabello también se contaminan, se desgastan y pierden eficacia con el tiempo. Aunque parezca algo menor, un cepillo sucio puede devolver al cuero cabelludo restos de cosméticos, partículas de suciedad ambiental o grasa natural acumulada entre las cerdas. El resultado es un cabello que se ensucia antes, que pierde brillo y que no refleja los beneficios de los productos que utilizamos.

“¿Sabías que tu cepillo del pelo también caduca?“, pregunta la enfermera dermoestética Marta Díez, en uno de sus vídeos de TikTok (@martaadiez). La experta explica cuál es la forma correcta de limpiar esta herramienta tan importante en el cuidado de nuestro cabello, el motivo por el que puede acabar dañándolo y cada cuánto es recomendable comprar uno nuevo.

Los cepillos del pelo acumulan
Los cepillos del pelo acumulan restos de productos que puede volver a transferirse al cabello limpio. (Freepik)

Correcta limpieza del cepillo del pelo

“Tu cepillo es clave para tener el pelo bonito, sano y brillante, pero también acumula restos de productos, sebo, bacterias y hongos”, explica Díez. Esa acumulación invisible es la responsable de que el pelo pueda ensuciarse más rápido, de que pierda movimiento o incluso de que aparezcan irritaciones en el cuero cabelludo. Pese a ello, la mayoría de personas no aplica ninguna rutina de limpieza a su cepillo, lo que convierte este gesto en uno de los grandes olvidados del cuidado capilar.

La experta detalla cómo debería ser un mantenimiento adecuado para evitar que el cepillo se convierta en un foco de contaminación. “Hay que retirar los cabellos que se encuentren en el cepillo todos los días y limpiarlo con agua y jabón una vez a la semana”, señala. Este gesto, que apenas lleva unos segundos, ayuda a eliminar residuos que se adhieren entre las cerdas y evita que se transfieran nuevamente al cabello recién lavado. El simple hecho de retirar los pelos a diario permite que el cepillo mantenga su eficacia y que el cabello se deslice correctamente.

Además de la limpieza semanal, Díez recomienda “desinfectarlo cada quince días con alcohol diluido o un limpiador específico”. Con esto se evita la proliferación de bacterias y hongos que no solo afectan al aspecto del cabello, sino que pueden provocar problemas en el cuero cabelludo, especialmente en personas con tendencia a la dermatitis o la caspa.

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Cada cuánto tiempo hay que cambiar el cepillo

El desgaste físico del cepillo es otro factor que solemos pasar por alto. Con el tiempo, las cerdas se doblan, pierden flexibilidad o se rompen, alterando la forma en la que el cabello se desliza sobre ellas. Esa deformación provoca tirones innecesarios, rotura de fibras y un aumento del encrespamiento. Así lo señala la enfermera dermoestética: “Las cerdas se deforman con el uso, por lo que puede provocar frizz, rotura de cabello y puntas abiertas”.

Para evitar estos daños, “debes cambiarlo cada seis a doce meses, según cuánto lo uses y cómo lo cuides, ya que tu pelo cambia cuando cambies tu cepillo”, afirma. Esta renovación periódica no solo previene la rotura y el encrespamiento, sino que garantiza que el cepillado sea suave, eficaz y respetuoso con la fibra capilar.