El coste laboral alcanza los 3.256 euros mensuales por trabajador, un 28% más que en 2015

En comparación con otros países europeos, España cuenta con una cuña fiscal superior a la media, pero un nivel salarial inferior, lo que implica que el esfuerzo fiscal sobre el empleo sea mayor

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En España la cuña fiscal
En España la cuña fiscal del trabajo representa el 40,6% en 2024 (Adobe Stock)

El coste de generar empleo en España ha aumentado de manera sostenida en la última década, impulsado por el incremento de las cargas fiscales y laborales. Esta subida coloca la cuña fiscal del trabajo en España en el 40,6% en 2024, según el informe de Fundación Civismo. Este indicador mide la diferencia entre el coste laboral total soportado por el empleador y el salario neto percibido por el trabajador.

El aumento de la cuña fiscal en España sitúa al país como el decimotercer país con mayor carga fiscal sobre ele empleo entre los 38 miembros de la OCDE. La media de la organización se encuentra en el 34,9%, mientras que la de la zona euro registra un 39,8%. En comparación con otros países europeos, España cuenta con una cuña fiscal superior a la media, pero un nivel salarial inferior, lo que implica que el esfuerzo fiscal relativo sobre el empleo es más alto que el sugerido por el porcentaje nominal.

Según la Fundación, el componente más relevante dentro de esta carga es la cotización empresarial, que representa aproximadamente el 58% del total. Además, en 2024, el coste adicional soportado por las empresas sobre el salario bruto fue dl 23,6% en concepto de contingencias comunes, a lo que se suma un recargo del 0,8% por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).

3.256,54 euros de coste laboral medio

El informe destaca que el coste laboral medio mensual por trabajador en 2025 se sitúa en 3.256,54 euros, de los cuales 2.416,50 euros corresponden al salario y 840 euros a otros costes. Este último componente a crecido un 28% desde 2015, frente al 22% de los salarios, elevando al 25,8% su peso relativo dentro del coste total.

Además, Fundación Civismo destaca que, entre 2015 y 2025, la base mínima ha crecido un 75%, impulsada por las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que ha pasado de 735,90 euros mensuales en 2018 a 1.184 euros en 2025. También se ha visto incrementada la base máxima, en un 34% (4.909,50 euros). Aunque los tipos nominales de cotización han permanecido estables, la introducción del MEI ha añadido un recargo del 0,8 % en 2025, con previsión de alcanzar el 1,2 % en 2029.

El informe destaca también el aumento de los “otros costes”, que han crecido un 4% interanual en el segundo semestre de 2025, superando el aumento del salario, de 2,7%, lo que muestra un incremento del peso de cotizaciones y costes no salariales en el conjunto del coste laboral. El Índice de Coste Laboral Armonizado confirma este patrón, con un avance del 3,8 % interanual por hora trabajada en el mismo periodo.

El esfuerzo fiscal en España recae sobre las empresas

La presión fiscal en España, entendida como el cociente entre los ingresos públicos de naturaleza tributaria (impuestos y cotizaciones sociales obligatorias) y el PIB nominal, ha alcanzado el 37,3 % en 2023, por encima del 33,9 % de la media OCDE y cerca del 40 % de la media de la Unión Europea-27. Los datos de 2024 apuntan a una recaudación récord, con una presión fiscal ligeramente superior a la de 2023.

El informe de Fundación Civismo destaca que España presenta una estructura tributaria muy centrada en el trabajo asalariado y el consumo, mientras que los impuestos sobre la propiedad o el capital tienen menor peso y una recaudación más volátil. Las cotizaciones sociales representan aproximadamente un tercio del total de ingresos tributarios, una proporción superior a la media OCDE (26 %), lo que implica que buena parte del esfuerzo fiscal recae sobre las empresas y los trabajadores asalariados.

En cuanto al esfuerzo fiscal, que mide la relación entre la presión fiscal efectiva de un país y la presión fiscal “esperada” en función de su renta per cápita, España se sitúa entre un 13 % y un 14 % por encima de la media europea. El informe subraya que España recauda como un país rico con la renta de un país medio, lo que exige un esfuerzo relativo mayor a empresas y contribuyentes.