El chef José Andrés, sobre su infancia: “Mis padres eran enfermeros. Uno trabajaba de noche y otro de día, y en el hospital era el intercambio”

Nuestro cocinero más internacional se sincera sobre el origen de su solidaridad en una entrevista con el presentador estadounidense Hasan Minhaj

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El cocinero José Andrés durante
El cocinero José Andrés durante la gala homenaje a 'Los diez cocineros más influyentes de la historia de la gastronomía española', (Jorge Peteiro - Europa Press).

El chef español José Andrés continúa ampliando su legado, no solo en la gastronomía sino también en el terreno humanitario. Fundador de World Central Kitchen, organización dedicada a llevar alimentos a zonas afectadas por desastres naturales y conflictos, Andrés vuelve a acaparar titulares con su nuevo libro Cambia la receta, una obra en la que reúne reflexiones y experiencias vividas entre fogones, emergencias y viajes por todo el mundo. Bajo el subtítulo “Porque no puedes construir un mundo mejor sin romper unos cuantos huevos”, el chef invita a los lectores a reflexionar sobre cómo la cocina puede convertirse en una herramienta de transformación social.

Nacido el 13 de julio de 1969 en Mieres del Camín (Asturias), José Andrés pasó sus primeros años en esta localidad antes de trasladarse a Barcelona, ciudad que marcaría el inicio de su trayectoria culinaria. Desde muy joven, su entorno familiar y la educación que recibió jugaron un papel decisivo en la formación de sus valores. Sus padres, ambos enfermeros, le enseñaron la importancia de la dedicación, la empatía y la responsabilidad hacia los demás.

El activista habló sobre el tema en una entrevista con el presentador estadounidense Hasan Minhaj, donde confesó: “Mi padre y mi madre eran enfermeros y yo no tuve cuidadora. Mi padre trabajaba en el turno de noche y mi madre en el de día; a veces, el hospital era el lugar de intercambio de mi hermano y mío, así que vi desde muy pequeño cómo el hospital funcionaba y siempre vi cómo estas personas cuidaban, incluso más allá de su propio deber, cuando el turno ya había acabado“.

Esa educación temprana, marcada por la solidaridad y el compromiso con el prójimo, se refleja hoy en cada uno de los proyectos que José Andrés lidera. “Esta etapa me hizo sentir la responsabilidad de hacer mi país mejor”, afirmó en la entrevista. Ahora, con dos estrellas Michelin por su restaurante Minibar, la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos y el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2021, su prestigio no solo se basa en la excelencia culinaria, sino también en un profundo sentido de responsabilidad social.

“Siempre estuve fascinado por el trabajo de médicos y enfermeros como el que hacían mis padres”, explica. El chef también recuerda que su sentido del deber y la responsabilidad social se vio reforzado por su paso por el Ejército, experiencia que le enseñó a entender la importancia de contribuir al bienestar de su país y de su comunidad. Desde entonces, ha participado activamente en multitud de causas humanitarias: desde la DANA en Valenia hasta el huracán Katrina en Estados Unidos, llevando alimentos y apoyo a miles de personas necesitadas.

Quién es José Andrés, el rey de la cocina española en Estados Unidos.

Su lado más humano

Este martes, se sentó en El Hormiguero para presentar su libro y junto a Pablo Motos compartió cómo trabaja su organización: "Intentamos siempre estar antes de que sucedan los desastres naturales, estamos muy pendientes y cuando son solo previsiones ya estamos ahí. En el momento que ocurre algo así, no esperamos, actuamos inmediatamente. Intentamos ser rápidos porque la comida y el agua no pueden esperar”.

El equipo se mueve de pueblo en pueblo, habla con alcaldes y vecinos, pide información y toma decisiones rápidas según las necesidades. “Tener satélites te permite dar una respuesta mejor. Cuando la clase política lo único que hace es echarse las culpas los unos a los otros, es el pueblo, Valencia entera, los ciudadanos españoles, los que estuvimos ahí respondiendo”, admitió.

Además, admitió que tiene el peor de los presagios: "Podría haber otra DANA y todavía no se han aprobado las obras para que los ríos no vuelvan a desbordarse. Hay que dar solución a esto ya“. Para ello, reflexionó: ”Lo que necesita muchas veces la gente son ventanas de esperanza al futuro. Si comienzas a hacer, la gente tiene una misión, empieza a ver la esperanza. Hay que poner en marcha la maquinaria poco a poco, pero actuando, no metidos en reuniones interminables”.